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Darren H. y Gerrard S., los investigados por disparar contra un bar situado en el distrito marbellí de Nueva Andalucía al menos 15 veces, se encuentran en paradero desconocido tras quedar en libertad provisional. El día que protagonizaron el tiroteo -11 de marzo- lograron huir. Pero, la Policía Nacional dio con el domicilio en el que se ocultaban y tres semanas después logró detenerlos. Entonces se ordenó su ingreso en prisión provisional. Sin embargo, un mes más tarde, la Audiencia Provincial de Málaga ordenó su libertad provisional y todo apunta a que se habrían fugado, pues no se han presentado en sede judicial cuando debían hacerlo. El Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella ya ha emitido una orden de búsqueda y captura.
Ha pasado poco más de una semana desde que se conoció que uno de los líderes más buscados del crimen organizado holandés, detenido en Marbella, se habría fugado tras quedar en libertad provisional y la historia parece repetirse después de que la Audiencia Provincial de Málaga estimara el recurso de apelación presentado por los abogados de los investigados basándose en una nueva doctrina del Tribunal Constitucional que obliga a informar a los arrestados de forma más extensa, aunque la causa esté declarada secreta, y ordenara en consecuencia su puesta en libertad con medidas cautelares.
Era miércoles, 27 de marzo, cuando los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella, de guardia ese día, que acordó para ambos la prisión provisional, comunicada y sin fianza. El Letrado de la Administración de Justicia (LAJ) informó, en su idioma, a los encausados de los derechos que les asisten como investigados. Asimismo, la magistrada que presidió el acto informó oralmente de los delitos por los que habían sido arrestados y de los elementos de la investigación que, a su juicio, podían conocer. Entre ellos, que los indicios que se desprendían contra ellos están fundamentados en los seguimientos realizados por la Policía, en las cámaras de videovigilancia y en la entrada y registro de su domicilio.
En el momento de la toma de declaración de los detenidos, los letrados no impugnaron la información oral. Si bien, en el acto de comparecencia, al serle concedida la palabra en defensa de los intereses de sus clientes, los abogados manifestaron que se había producido una "vulneración de su derecho a acceder por escrito a los elementos esenciales del procedimiento para ejercer su defensa con plenitud".
Aunque la Audiencia Provincial reconoce en los autos de libertad -a los que ha tenido acceso Málaga Hoy- que se aprecia en la juez de instrucción "la voluntad de informar al investigado", determina que "la información oral facilitada no colma las exigencias del Tribunal Constitucional. "Entendemos que pudo y debió dar copia de la parte" de las actuaciones que no comprometieran el secreto de las mismas. De esta manera, se justifica que el juzgado instructor no ha cumplido con su deber impuesto y se declara la nulidad del auto de prisión y se acuerda la prisión provisional de ambos, estimando así el recurso de las defensas.
Sin embargo, esta condición quedaba sujeta a la obligación de los investigados de comparecer los días 1 y 15 de cada mes, así como siempre que fuesen llamados a presentarse ante el juzgado más cercano a su domicilio o a aquel que tramite la causa. Además, se les prohibió la salida del territorio español con la retirada de sus pasaportes. Por el momento, Darren H. y Gerrard S. no han acudido al juzgado, por lo que se sospecha que se habrían fugado. Es por ello que el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella ha ordenado el arrestado de ambos, tal y como ha informado El Confidencial.
El incidente se produjo el pasado lunes 11 de marzo, sobre las 12:30, en la calle Juan Belmonte. Al parecer, dos individuos a bordo de una motocicleta marca Honda se habrían dirigido hacia un restaurante de la zona. A la altura del mismo, el copiloto se habría bajado del vehículo y recorrido varios metros a pie. Una vez contra la cristalera del local, habría efectuado al menos 15 disparos para segundos después volverse a montar en la motocicleta -que lo estaba esperando- y darse a la fuga.
Hasta el lugar se desplazaron efectivos de Policía Local y Nacional, quienes revisaron las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar a los supuestos atacantes. Así, los agentes adscritos al grupo de Crimen Organizado de la Comisaria Local de Marbella obtuvieron pruebas que permitieron, por un lado, identificar el vehículo utilizado en el incidente –tenía una matrícula doblada- y, por otro, establecer el itinerario realizado por los sospechosos, averiguando el domicilio donde se ocultaban los sospechosos.
El 25 de marzo, con la colaboración de otras unidades policiales como UPR de la Comisaría de Marbella, y GOES y Medios Aéreos -adscritos a la Comisaría Provincial de Málaga-, los investigadores detuvieron a los presuntos autores de los hechos. Asimismo, los agentes practicaron cuatro registros domiciliarios en las localidades malagueñas de Marbella y Estepona, interviniéndose 31.190 euros en efectivo, un machete de grandes dimensiones y un revólver.
El caso recuerda, inevitablemente y salvando las distancias, a la fuga de Karim Bouyakhrichan, presunto cabecilla de la conocida como 'Mocro Maffia' holandesa, detenido en enero en una operación aclamada como uno de los grandes éxitos policiales que ahora ha pasado a ser un fiasco judicial. Tras su arresto, el Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella acordó prisión preventiva. Sin embargo, un mes más tarde, la Sección Primera de la Audiencia de Málaga estimó el recurso de su defensa y ordenó su puesta en libertad provisional -a pesar del criterio contrario de la Fiscalía- a cambio de una fianza de 50.000 euros y con la obligación de comparecer ante juzgado cada 15 días. También se le retiró el pasaporte y se le prohibió la salida del territorio nacional. Entonces, las autoridades holandesas ya habían dictado una orden de detención y entrega. El Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional la estaba tramitando.
Aún cuando se encontraba entre rejas, el juzgado de Marbella informó al tribunal nacional de que se encontraba en prisión preventiva y pendiente de una causa por blanqueo de capitales. Fuentes judiciales aseguran que el mismo día que la Audiencia de Málaga acordó su puesta en libertad fue notificada a la Audiencia Nacional, que lo citó para tomarle declaración y comunicarle que sería entregado a las autoridades holandesas, aunque no ordenó su detención. Bouyakhrichan ya no asistió al encuentro y, desde entonces, se encuentra en paradero desconocido.
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