El hotel Don Pepe de Marbella ofrece un recorrido por la trayectoria de Picasso a través de la gastronomía

Marbella/El hotel de cinco estrellas Gran Meliá Don Pepe de Marbella ha elaborado un menú inspirado en la trayectoria pictórica del artista malagueño Picasso, que podrá degustarse hasta el 30 de febrero por 70 euros sin maridaje, según ha informado este lunes la organización.

Así nace la iniciativa ‘La gastronomía es arte’, una propuesta innovadora que “rinde homenaje a la importancia que las artes plásticas han tenido a la hora de mantener en el tiempo nuestras costumbres culinarias”.

Este nuevo concepto tomará forma por primera vez en el restaurante ERRE & Urrechu del hotel Don Pepe Gran Meliá con la propuesta gastronómica ‘Picasso a la mesa’, que estará solamente disponible por tiempo limitado hasta el 30 de noviembre.

Con un precio de 70 euros sin maridaje, el comensal viajará por la obra y vida del artista a través del paladar a modo de homenaje del pintor malagueño, coincidiendo con el 50 aniversario de su fallecimiento, han señalado.

Platos inspirados en las etapas azul, rosa y Vallauris del artista

De la mano del maestro parrillero Íñigo Urrechu, ‘Picasso a la mesa’ es un viaje culinario y anacrónico a través de las distintas etapas que marcan la trayectoria artística de Picasso. Así, esta singular propuesta gastronómica arranca con un tartar de lubina emulsionada y oliva esférica en honor a su etapa conocida como el periodo azul, seguido de gazpacho sedoso de bogavante con verduras frescas, que simboliza la etapa rosa, un momento de transición marcado por tonos suaves y alegres.

Le sigue un bacalao Tellagorri, un clásico actualizado, cremoso y lleno de sabor que hace referencia a la etapa Vallauris, la última de la vida del artista, en la que se dedica casi por completo a la cerámica y la escultura. El plato principal lo protagoniza un gallo de corral guisado con cigalas y vieiras, un bocado inesperado que combina sabores de campo y mar, y que representa la época surrealista, donde predomina un imaginario repleto de figuras distorsionadas y voluminosas casi propias de una pesadilla.

El toque final lo pondrá un lienzo de vainilla y pera osmotizada con bizcocho-sifón de aceite, un postre único como lo es el legado del artista malagueño, máximo representante del Cubismo dentro y fuera de nuestras fronteras, y cocreador del movimiento junto a Georges Braque. Precisamente este postre hace alusión a su etapa cubista, el culmen de su obra, que marcó un punto de inflexión en la historia de la pintura, al producirse una ruptura con la perspectiva tradicional renacentista.

Desde la organización han puesto de relieve que “la relación entre Picasso y la gastronomía es palpable a lo largo de su obra como pintor y aficionado a la poesía”, destacando que “el artista representó a menudo el espacio de la cocina, bastión de los recuerdos a veces algo borrosos, de su infancia en Málaga” y que plamará en este menú en el hotel de Marbella.

En este sentido, han indicado que “a través de signos como platos, pájaros enjaulados, la mujer-flor, sillas o mesas representa a su particular manera esos momentos que lo acercan a su tierra, al origen de todo y a los inicios de su conocida pasión por la comida”.