El renacer del histórico hotel San Cristóbal de Marbella

El antiguo hotel San Cristóbal de Marbella ha reabierto sus puertas convertido en un 4 estrellas tras una inversión de más de 9 millones, con una planta que conjuga modernidad y la tradición que imprime una empresa familiar que lleva más de 60 años ofreciendo servicios en el sector turístico de la ciudad.

La planta hotelera abrió sus puertas como “hotel-residencia” en 1961, en pleno boom de la industria turística en la Costa del Sol, principalmente en Marbella y Torremolinos, siendo su fundador Cristóbal Parra Sánchez, en una época en la que la ciudad comenzaba a extenderse y en la que el establecimiento estaba “en las afueras de Marbella”, hoy “en pleno centro de la ciudad”, ha comentado el director general de Óbal urban hotel, Manuel Murga.

En un principio, ha relatado que el hotel contó con “muy pocas habitaciones” ya que se abrió con “la idea de ofrecer alojamiento-residencia a las personas que venían de paso a Marbella”, para posteriormente crecer a lo largo de las décadas hasta contar con un centenar que se ha mantenido hasta la reforma acometida el pasado año, que ha aumentado el número de estancias hasta las 110.

Por sus instalaciones han pernoctado “actores, cónsules, políticos o deportistas” destacados como Di Stefano, Santamaria e Isidro, Carlos Herrera, Pepón Nieto o campeones olímpicos como Martin Fiz o Reyes Estevez. En la actualidad, y tras la nueva apertura, el establecimiento acoge “una mezcla de cliente internacional de Reino Unido, francófono, alemán o español que viene por ocio y negocio a Marbella”, ofreciendo “un descuento especial para nuestros huéspedes del hotel San Cristóbal”, con el propósito de mantener a la clientela fidelizada a lo largo de los años, ha señalado el director general de Óbal urban hotel.

En el recuerdo de los nativos y de los visitantes de la ciudad quedan elementos singulares que el antiguo hotel San Cristóbal fue pionero a la hora de instalar, como la clásica escalera mecánica que daba entrada a la galería comercial que ha albergado durante décadas bajo sus plantas, con la que se accedía al 3 estrellas desde la avenida Ramón y Cajal. Toda una innovación de la época, la instalación databa de 1970, convirtiéndose en un icono turístico y arquitectónico de la ciudad, a la vez que una seña de identidad del centro de Marbella. Otros elementos de la historia del San Cristóbal se conservan, como la antigua centralita y los reconocimientos y trofeos que recibió el hotel en el pasado y que estarán expuestos en una vitrina.

Con la reforma acometida el pasado año, iniciada en noviembre de 2022, “la escalera desapareció lamentablemente” y “ahora la recepción está a pie de calle, habiéndole dado un nuevo aire, y mantenemos el incombustible restaurante Alameda”, ha referido Murga respecto a la transformación que ha experimentado en el último año la planta hotelera.

Modelo “moderno, vanguardista y sostenible”.

De las instalaciones se conservan el diseño de “las habitaciones, aunque ahora están totalmente reformadas, y el restaurante Alameda”, ha explicado el director general del Óbal urban hotel, quien ha puesto de relieve que tras la renovación del establecimiento se apuesta por un modelo “moderno, vanguardista y sostenible”.

Bajo la gestión de una empresa familiar ligada a Marbella y a su centro histórico, el hotel conjuga modernidad y tradición “por los valores de la familia propietaria”, dirigidos “hacia las personas y el servicio, la vinculación a la ciudad y el afán de ofrecer siempre lo mejor”, ha detallado Murga.

“Al frente del grupo de empresas está la tercera generación de la familia Parra”, que “es y será parte de Marbella y uno de los embajadores de la ciudad” y de su sector turístico, al que lleva dedicándose durante más de 6 décadas después de tener “negocios varios” y dedicarse a la “agricultura” ya que “tenía viñedos en la zona de Monda”. De ese origen agrícola deriva el nuevo concepto y la denominación del hotel, Óbal urban, que viene de su fundador, Cristóbal Parra, para mantener las raíces con la uva y la forma ovalada.

El proceso de renovación ha transformado el hotel en un espacio contemporáneo y sostenible, adaptado a las demandas de un turismo cada vez más exigente, y se han cuidado aspectos desde el diseño de interiores hasta las instalaciones. Como novedades, el 4 estrellas ha integrado la recepción a pie de calle 24 horas o ha convertido su terraza en un moderno RoofTop 360 Blue Sky Bar que ofrece una carta desenfadada con propuestas saludables, coctelería selecta y una piscina que brinda vistas panorámicas a Marbella.

La propuesta culinaria la centra el restaurante Alameda, que ofrece una cocina mediterránea y productos locales de kilómetro cero, al que se añaden espacios comunes y de ocio como salones multiusos, la sala de wellness con tratamientos estéticos y un gimnasio con maquinaria y material de equipamiento de última tecnología para el disfrute de los huéspedes y de clientes externos en el centro de Marbella.