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El hotel de cinco estrellas Guadalpín Banús de Marbella se plantea, entre opciones, “cerrar” tras el lanzamiento ordenado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga, que se ha producido en la mañana de este jueves, lo que implica el cierre de 49 habitaciones, oficinas, salones, las cocinas o el economato, según ha declarado el director, Ramón Pons.
La Policía Nacional ha acordonado el establecimiento hotelero a las 05:00 horas, impidiendo el acceso de algunos trabajadores a sus puestos de trabajo. La Comisión judicial ha llegado pasadas las 10:00 horas y ha concluido alrededor de las 14:30, la cual “no ha querido negociar nada porque tiene un mandato del Mercantil y se limita a cumplirlo”, ha señalado.
El ambiente ha sido de crispación por parte de los empleados, que han observado cómo la Comisión judicial circulaba por el hotel mientras se dejaban ver algunos turistas por la recepción. Según la presidenta del comité de empresa, Jaqueline Largacha, la Policía también ha "cacheado a algunos clientes, que "no les han dejado coger taxi ni entrar" al establecimiento turístico.
Durante la mañana se ha podido dar el desayuno a turistas alojados en la terraza, escoltada por varios agentes mientras la Comisión se encontraba dentro del hotel, aunque pasadas las 12:00 horas les han desalojado. Un turista extranjero que llegó ayer ha señalado que “la policía estaba muy enfadada porque estábamos dentro y nos han echado de la terraza”, siendo los últimos que quedaban desayunando. Según ha relatado, son clientes del hotel y “no nos dejan entrar”.
Al grito de “Guadalpín no se cierra”, uno de los momentos más tensos que se han vivido en la jornada ha sido cuando los funcionarios han accedido a uno de los restaurantes alrededor de las 13:30 horas, que ha requerido de la intervención de un cerrajero para tomar posesión del inmueble, cuya entrada está en el exterior. La llegada ha provocado el enojo de los empleados, que han proferido insultos a los solicitantes del lanzamiento, que se encontraban acompañando a la Comitiva juicial, ya que la policía ha impedido entrar al hotel a los trabajadores.
“Ningún hotel es viable sin cocina ni restauración, necesita servicios de desayuno, almuerzos, cenas o snacks”, ha indicado el director, Ramón Pons, quien ha señalado que la explotadora del hotel va a hablar con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía para “ver qué opciones tenemos”, aunque ha incidido en que “cerrar es una de las cosas que se plantean” tras el lanzamiento, que deriva de una demanda interpuesta por dos de los múltiples propietarios del edificio.
Así, el director del cinco estrellas se ha mostrado convencido de que “con esta actuación lo que se pretende es cerrar el hotel”, que actualmente registra una ocupación superior al 70%.
Por otro lado, ha lamentado que los dos propietarios que han solicitado el lanzamiento han decidido cerrar sus instalaciones, y no dejarlas abiertas para dar el servicio en el hotel, pese a que ha recordado que la Ley de Turismo marca que “las fincas tienen que estar disponibles para el explotador, y no está siendo así, se están cerrando todas impidiendo el uso de ellas y poder dar el servicio correspondiente”.
Pons ha señalado que actualmente hay 240 turistas albergados, a los que “se va a facilitar lo que necesiten”, asegurando que se ha “reubicado a los clientes que estaban en esas habitaciones -desalojadas-, e incluso, en algunos casos hemos tenido que reubicar a clientes en otros hoteles porque está lleno”.
En concreto, ha especificado que el lanzamiento se ha producido en “49 habitaciones” y “algunas fincas que están dentro del hotel que corresponden a locales que son oficinas o salones, que se han entregado perfectamente”. Además, ha agregado que hay “un paquete de locales que son más conflictivos porque no está claro y nos obligan a desalojar, que son las cocinas, la entrada de mercancías, el economato, las zonas de personal, etc”, recordando que de forma paralela “hay un juicio por deslinde pendiente”.
El hotelero ha destacado que el pasado año se adoptó tras el desalojo “una solución temporal que no es del nivel que este hotel merece”, en relación a un servicio de catering que se prestó en las piscinas, pero ha remarcado que “este año nos han dado el tiempo muy justo y no es posible”.
Pons ha recordado que el hotel “ha tenido problemas desde su apertura, que creíamos que se habían solucionado el año pasado con un auto que la jueza dictó en octubre, donde daba a entender que el explotador -Grisoma- es la legítima explotadora de cada una de las fincas, un título que ella misma homologó”.
Sin embargo, ha señalado que “este año ha habido un nuevo auto donde nos comunicaban un nuevo lanzamiento”, un dictamen judicial en el que pese a que se reitera que “la explotadora es la legitima de cada una de las fincas” y que cada una de éstas “debe estar a disposición del explotador”; “viene a decir que se debe considerar la solicitud de anulación de ese auto que ha presentado la otra aparte, en virtud a que existe un defecto procesal y, a raíz de eso, se hace de nuevo el lanzamiento”, ha explicado.
Por su parte, la presidenta del comité de empresa ha señalado que “en estos momentos 180 familias están en la calle porque después de este suceso, que comenzó a las 05:00 horas, la mayoría de los clientes está pidiendo que los alojen en otros hoteles”.
“Nos han matado y nos han quitado nuestros puestos de trabajo”, ha subrayado la representante sindical, quien ha resaltado que el hotel “es un cinco estrellas gracias a los trabajadores”.
Es la segunda vez que el hotel se ve sometido a un lanzamiento, ya que el pasado año se produjo el desalojo de las cocinas, las terrazas y otras zonas comunes al inicio de julio. En aquel entonces, los trabajadores dieron un servicio de catering en la piscina que permitió continuar con la actividad en plena temporada alta.
En esta ocasión, Largacha ha apuntado que “el plan B es irnos a la casa el 90% de la plantilla” al no tener “cocinas, sin restaurantes y sin nada”. “Cuando se termine esto, como mínimo un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE), que es una agonía porque en un mes, con el espectáculo que se ha formado desde temprano, si no hay clientes qué ERTE se va a hacer, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), ha subrayado.
“Vamos a seguir luchando, si pensaban que íbamos a desistir, no vamos a dejar que el hotel se cierre”, ha resaltado Largacha, quien ha indicado que “quitándonos las cocinas y las terrazas quedamos bastante tocados” y “es mas complicado que el hotel continúe”.
Largacha ha señalado que “nos han dejado muy mal heridos, pero con respiración, y vamos a luchar y a estar aquí”. “Están cerrando hoy gracias a los trabajadores, porque somos los que estábamos aquí dentro y hemos optado a que estuviera hasta el último momento en buenas condiciones, queremos que esto continúe como empresa porque nos interesa a todos”.
El abogado de los trabajadores, Francisco Reina, ha señalado que “hay cierta preocupación por la situación en la que quedan los trabajadores en el futuro más inmediato”, destacando que “el hecho de que al complejo hotelero se le prive de determinadas instalaciones que son esenciales para el funcionamiento puede conllevar el que la empresa tenga que realizar ajustes”.
Según ha explicado, el Mercantil “resuelve un auto de demanda de oposición a una ejecución” de otro auto dictado en octubre de 2023 por el propio Juzgado, donde “ordenó que se entregase la posesión de las instalaciones a la explotadora”. La estimación de esta demanda ha dado como resultado el lanzamiento tras ser solicitado por dos propietarios.
De manera posterior, los trabajadores han celebrado por la tarde una asamblea en la que han acordado poner en marcha “un calendario de movilizaciones” que pasa por la presencia activa en las puertas del hotel hasta concentraciones ante la Delegación de Turismo de la Junta en Málaga, el Ayuntamiento de Marbella o ante el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, según ha informado la Confederación General del Trabajo (CGT).
Por otra parte, ha destacado que “la empresa ya anuncia tener en su agenda la puesta en marcha de un ERTE, tras el alzamiento en el día de hoy de las cocinas, los baños públicos, las zonas comunes o parte de los aparcamientos”.
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