El inicio de la fase 3 de la desescalada pasa desapercibido en Marbella

Los negocios esperan la llegada del turismo internacional para salvar la temporada

Desescalada en Málaga: Un paso a la fase 3 sin grandes cambios visibles

Vista general de la avenida Ricardo Soriano, en Marbella.
Vista general de la avenida Ricardo Soriano, en Marbella. / M. J. S.
M. J. S.

08 de junio 2020 - 20:38

Marbella/El inicio de la fase 3 del plan de desescalada diseñado por el Gobierno central para combatir la pandemia de coronavirus ha pasado desapercibido en la ciudad de Marbella este lunes, con tiendas y bares casi vacíos en los núcleos más turísticos y con la mirada puesta en la llegada del turismo internacional para salvar el verano.

Así, los propietarios de los negocios de toda índole siguen esperando la apertura de las fronteras para reflotar algo la temporada, mientras que aquellos que se nutren de los vecinos de la localidad costasoleña registran datos similares a la situación anterior a la pandemia, a pesar de que la fluidez del tráfico y de viandantes es cada vez más densa en la avenida Ricardo Soriano, arteria principal del municipio.

Es el caso de la taberna ‘Casa Blanca’, localizada en pleno centro de la ciudad y anexa a la Alameda, en cuya terraza se contemplaba este mediodía un lleno absoluto. “Nosotros trabajamos con gente de Marbella, también con turistas que son residentes aquí, y tenemos muchos clientes fijos que vienen hace años desde que abrimos en 2014. Todas las caras son conocidas”, destacó la responsable del establecimiento, Cristina Cortés. En su opinión, “el verano va ser como el anterior” al menos en lo que respecta al turismo nacional ya que “tenemos buenos precios, la comida es casera y sale todo muy rápido”.

La fase 3 de la desescalada permite también la reapertura de los gimnasios y polideportivos, unos espacios que soportan una buena demanda tras permanecer la población más de dos meses confinada. Según José Menacho, del gimnasio ‘Mcfitmaker’, en Marbella, desde que abrió sus puertas la semana pasada en la fase 2 sigue teniendo “los mismos clientes fijos”, superando el centenar. El desconfinamiento y la admisión bajo cita previa ha permitido un mayor orden, ya que “se han unificado las horas” y no registra el desequilibrio en la afluencia que había de manera previa a la pandemia entre las mañanas y las tardes. “La gente está más civilizada, entra a su hora y se va”, apunta. También ha abierto sus puertas el `Polideportivo Paco Cantos’, donde ya se pueden alquilar pistas de baloncesto y fútbol sala o pasear.

La vida comercial sigue su ritmo en Marbella, aunque los establecimientos tienen sus esperanzas puestas en el visitante internacional para salvar la temporada de verano. “Nosotros estamos acostumbrados a vivir del turismo, entonces la ausencia de los extranjeros se nota. Ahora mismo estamos sobreviviendo del pueblo”, señaló Eva Guevara, supervisora de la tienda de decoración e interiorismo ‘A loja do gato preto’, en el parque comercial La Cañada. Así, considera que la fase 3 no tendrá mucho impacto en las ventas: “Se ha aumentado un poquito el aforo, pero un poco porque antes era del 40% y ahora del 50%, con lo que solo pueden entrar dos clientes más”. La ampliación de un 40% de la capacidad total del espacio en las zonas comunes tampoco arroja el nivel de otros años, aunque las plazas de aparcamiento marcaban este lunes a primera hora un lleno considerable.

Distinta entrada en la tercera fase han tenido los comercios del Casco Antiguo, donde las calles se han visto casi vacías con algún que otro turista -o residente extranjero-, deambulando por la zona, así como consumidores esporádicos y conversaciones vecinas entre comerciantes. “No hay gente, no hay movimiento. dependemos mucho del turismo”, lamenta la propietaria de ‘Cannabis Store Amsterdam’, Paulina Kanouni. La misma sensación comparte la empleada de la tienda próxima de bisutería ‘Bijou Brigitte’, que tilda el inicio de este período de desescalada “flojito”. “En la fase 2 nada, estamos en la 3 y estamos igual que cuando empezamos, las ventas no han variado de una a otra”, valoró; mientras que Vanesa Marín, del establecimiento de moda ‘Tati & Co’, se queja de que “hoy no nada decente”, a la espera de que “el fin de semana mejore”, al tiempo que augura un “verano flojillo”.

El viento azotaba este lunes el paseo marítimo de Marbella, con las playas y terrazas vacías salvo aquellas con lonas que aguardaban algún comensal. Allí también ha reabierto hoy sus puertas el salón de juegos ‘Letrán’, que han visitado en la mañana apenas unas diez personas, donde “el 80% de los clientes son internacionales, hasta que no abran las fronteras hay pocas expectativas”, indicaba el trabajador Pedro Cardona.

Más adelante, los establecimientos de restauración miran al cielo resignados con el “bajón” que hay este año, según relata Victoria Silva, de la heladería Jijonenca. Dos hombres disfrutan de unas cervezas junto a la costa, su mesa es la única que tiene servicio en la terraza exterior de ‘El Bodegón’. “Estamos casi arrepentidos de haber abierto”, relata su gerente, Antonio Muñoz, ya que ahora se generan unos gastos “que antes no teníamos y a día de hoy no se cubren”, indica en relación al personal. El hostelero relata que la primera semana de la desescalada fue buena porque era “el boom y nos dejaban salir”, pero después ha descendido. A ello suma que “el 90% de la clientela es extranjera”, así como que “las persona que pueden venir a los bares están trabajando y todavía hay muchas que no han cobrado los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES).

Con la planta hotelera prácticamente vacía y cerrada, la ciudad afronta este junio atípico que ha inaugurado con lluvia y solo un par de establecimientos han abierto sus puertas, como es el caso del ‘Hotel Finlandia’, que encara la fase 3 “mal”. “Estamos abiertos por no aburrirnos, pero con pocas reservas. En la última semana de junio hay más movimiento”, al tiempo que pide la restitución del tráfico aéreo porque “la gente tiene ganas de viajar, pero tiene inseguridad mas que por el virus por las cuarentenas”.

El tres estrellas Pyr, situado en Puerto Banús, es otro de los hoteles que reabrieron en la fase 2 de la desescalada con una ocupación baja, aunque destacan que “parece que se está reactivando el mercado”.

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