El juzgado de Marbella que ordenó la prisión del líder de la 'Mocro Maffia' dicta ahora su busca y captura

Una de las imágenes de la operación policial en la que se detuvo a Karim en Marbella / Policía Nacional

Más de un mes después de que se le perdiera la pista a Karim Bouyakhrichan, líder de la Mocro Maffia Mocro Maffia (una organización criminal que controla el narcotráfico en Países Bajos) cuando la Audiencia Provincial de Málaga ordenó su puesta en libertad provisional, el Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella -el mismo que dictó su ingreso en prisión provisional tras su detención- ha emitido dos órdenes de búsqueda y captura al constatar que no ha cumplido con la medida cautelar que le obligaba a firmar quincenalmente en sede judicial.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) informan de que las dos requisitorias dictadas y comunicadas ya a los organismos competentes son una orden europea de detención y una orden internacional de detención contra el prófugo, que fue puesto en libertad el pasado mes de febrero a merced de la Audiencia de Málaga.

Una fianza de 50.000 euros

La Sección Primera de la Audiencia Provincial estimó el recurso de su defensa y ordenó su puesta en libertad provisional -a pesar del criterio contrario de la Fiscalía- a cambio de una fianza de 50.000 euros y con la obligación de comparecer ante juzgado cada 15 días; la última vez que lo hizo fue el 1 de abril. También se le retiró el pasaporte y se le prohibió la salida del territorio nacional. Entonces, las autoridades holandesas ya habían dictado una orden de detención y entrega. El Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional ya la estaba tramitando.

Aún cuando se encontraba entre rejas, el juzgado de Marbella informó al tribunal nacional de que se encontraba en prisión preventiva y pendiente de una causa por blanqueo de capitales. Fuentes judiciales aseguran que el mismo día que la Audiencia de Málaga acordó su puesta en libertad fue notificada a la Audiencia Nacional, que lo citó para tomarle declaración y comunicarle que sería entregado a las autoridades holandesas, aunque no ordenó su detención. Bouyakhrichan ya no asistió al encuentro y, desde entonces, se encuentra en paradero desconocido.

En el auto de libertad, al que este periódico ha tenido acceso, el Tribunal de Málaga señala que "en contra de lo que se alega en el recurso, sí que existe riesgo de fuga"; pero considera, poco más de un mes después, que "los fines perseguidos cuando se adoptó la medida de prisión -riesgo de fuga-, también pueden conseguirse con otras medidas aseguratorias menos gravosas", como son las medidas cautelares ya mencionadas.

Al respecto, los magistrados de Málaga apuntan que no consta que el investigado tenga bienes raíces en España, "en donde ha venido viviendo en una casa propiedad de su esposa"; aunque esta "manifestó que ella vive en Dubai y que solo viene a Marbella de vez en cuando". A esto se suma que el tipo básico del delito de blanqueo de capitales "prevé pena de hasta seis años de prisión".

Pero, tras analizar "las notas de excepcionalidad y subsidiariedad" que caracterizan a la medida de prisión, "y en general a toda limitación de derechos fundamentales", recuerdan que cualquier medida restrictiva de tales derechos "exige la estricta observancia del principio de proporcionalidad" y estiman la existencia de otras medidas "menos gravosas", como la imposición de la fianza, entre otras.

La Audiencia de Málaga rechaza el resto de argumentos del recurso de la defensa del investigado, como la supuesta falta de indicios racionales para la medida de prisión, ya que, según la resolución, de los informes remitidos al juzgado y del resultado obtenido en las diferentes entradas y registros "se revelan indicios su participación en el delito de blanqueo que se le imputa".

La Sala de Málaga también indicó que "no cabe apreciar la vulneración de derechos fundamentales a los que se hace alusión por el recurrente", ni tampoco vio vulneración del derecho fundamental al juez predeterminado; apuntando, además, que en el momento de la detención fue informado de los derechos y no estima que hubiese agravio comparativo, "pues no cabe apreciar discriminación en situaciones de ilegalidad".

El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por su parte, ya acordó, por unanimidad, solicitar un informe al Servicio de Inspección para recabar información sobre lo acaecido con Karim Bouyakhrichan; a juicio de algunos sindicatos, es una consecuencia directa de "un problema de descoordinación" de los distintos órganos judiciales.

Así fue su detención en Marbella

Marbella, por su situación estratégica, a unos 14 kilómetros de Marruecos –el mayor productor de hachís del mundo- y a apenas una hora y media en coche de Algeciras –una de las puertas de entrada de la cocaína al continente-, y que sea lugar preferido para muchos turistas hacen de la Costa del Sol un caldo de cultivo perfecto para la comisión de actividades ilícitas, lo que la convierte en "una zona de riesgo" para los investigadores y operadores jurídicos

En la Costa del Sol Karim Bouyakhrichan estaba implicado en numerosas investigaciones policiales a lo largo de los últimos años, en los que ha ejercido como punto de conexión entre organizaciones internacionales europeas y latinoamericanas.

Acabó detenido en un operativo de la Policía Nacional por, presuntamente, blanquear seis millones de euros procedentes del narcotráfico internacional. Junto a él cayeron otras cinco personas en la provincia de Málaga y otra en Melilla, también por presunto blanqueo de capitales y pertenencia a la organización.

Durante la operación policial se llevaron a cabo tres registros en la provincia de Málaga y once en Melilla, en los que se intervinieron 75.000 euros en efectivo, joyas valoradas en 10.000 euros y dos armas de fuego. También se bloquearon 173 propiedades inmobiliarias y tres millones de euros alojados en 148 cuentas bancarias.

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