Un niño de 12 años al volante se empotra contra el muro de un colegio y acaba en el patio en San Pedro
El menor, que salió ileso, se había subido en el coche, que es automático, mientras su padre cargaba unas maletas e inició la marcha
Según las pesquisas, se puso nervioso y, en lugar de frenar, pisó el acelerador
Siete de la tarde. San Pedro Alcántara. Un padre ultima en el garaje de su urbanización junto a su hijo, ambos de nacionalidad extranjera, los preparativos para que éste saliera de viaje con su madre. Tenían intención de dirigirse al aeropuerto. El menor, de 12 años, se hace con el volante y, tras recorrer unos metros y empotrar el vehículo que habían alquilado contra un muro, acaba en el patio de un colegio internacional. Milagrosamente, salió ileso.
El accidente de tráfico se produjo este miércoles, mientras que el progenitor cargaba unas maletas en el coche, un Audi allroad automático que se encontraba parado en uno de los garajes de la urbanización Los Almendros, en la avenida Santiago de Compostela. Al bajarse, el hombre dejó el automóvil con el motor encendido y en posición de parada.
La investigación, de la que se ha hecho cargo la Policía Local de Marbella, apunta a que, en ese momento, el hijo se subió y por error inició la marcha. Las distintas fuentes consultadas por este periódico indicaron que, al parecer, el menor se puso nervioso y en lugar de frenar pisó el acelerador. Como consecuencia, el automóvil circuló a toda velocidad con él dentro ante la mirada atónita de los vecinos que paseaban por la zona.
Uno de los testigos de lo ocurrido, que estaba a unos 10 metros, se percató de que un coche "salía disparado desde el sótano de un garaje cruzando la carretera" fracturando las puertas, que estaban cerradas. El vehículo recorrió unos 10 metros, colisionó contra el muro de una urbanización y terminó accediendo al patio de un colegio, ocasionando daños de distinta importancia, entre otros a una valla.
Fue entonces cuando los vecinos vieron abandonar el asiento del conductor del automóvil a un niño y, a renglón seguido, a un adulto que tras salir del aparcamiento lo abrazaba y se interesaba por su estado. "Podía ir a 100 kilómetros por hora. Se salvó de milagro", subrayaron testigos del siniestro.
La suerte es que, según fuentes municipales, no se cruzó con ningún otro vehículo ni había peatones cruzando la vía. En el centro educativo tampoco se encontraban alumnos. "Fue un milagro que no hubiera niños dentro porque tiene campamento de verano", recalcó otro vecino.
La Policía Local, que investiga los hechos como una imprudencia, acudió hasta el lugar para investigar lo ocurrido. Los agentes tomaron declaración al padre. El niño que iba al volante, al ser menor de 14 años, no tiene responsabilidad penal.
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