Más de un centenar de personas se posicionan contra la construcción de apartamentos turísticos en el entorno del castillo en Marbella

Más de un centenar de personas se ha adherido a un manifiesto en defensa de la antigua Casa del Gobernador de Marbella, localizada en el “interior” del Castillo catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), ubicada en un terreno en el que se proyectan apartamentos turísticos, según ha destacado este viernes el impulsor de la iniciativa y Doctor en Historia del Arte, Francisco Javier Moreno. Mientras, el Ayuntamiento señala que el edificio es de caracter "privado".

Según ha señalado, el apoyo al manifiesto ha tenido lugar en menos de 48 horas por “invitación personal”, ya que “esto no va por siglas y lo he movido personalmente”. Entre los firmantes se encuentra “una treintena de historiadores, además de personas de diferentes sectores sociales, empresariales y culturales de Marbella y la provincia”.

Moreno ha indicado que el manifiesto surge de forma “espontánea” ante la noticia de la construcción de apartamentos turísticos en la Casa del Gobernador, aunque ha destacado que desconoce las características del proyecto y no se sabe “cómo van a ir distribuidos” en el inmueble.

Del mismo, ha apuntado que “antes de ser la sede de la compañía Sevillana de Electricidad en la Alcazaba de Marbella, tiene una intensa historia y un enorme valor patrimonial”. Así, el manifiesto destaca que “el inmueble tiene una impresionante historia ya que fue la residencia de Felipe IV durante la noche del sábado 30 de marzo de 1624 en su viaje a Andalucía, además de la casa natal de José López Domínguez, noveno presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), desde el 6 de julio al 30 de noviembre de 1906”.

El documento señala que el inmueble “se encuentra situado junto a la antigua entrada a la fortaleza desde la ciudad, linda por el oeste y por el norte con sus muros y en su interior han sido descubiertos restos romanos”.

Al mismo tiempo, el texto indica que el proyecto conocido a través de los medios de comunicación “va a desfigurar irremediablemente el inmueble” y “a cercenar para siempre el estudio arqueológico de su interior”, debido a que “las catas han estado limitadas a los espacios afectados por las obras y a impedir el acceso y visita al tramo de muralla que circunda la parcela”.

Por ello, y ante “el grave daño que se le puede infligir al patrimonio histórico de la ciudad”, se solicita al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía “una reflexión” y que “se inicie una serie de medidas para su salvaguardia”.

Entre ellas, el manifiesto apunta a que “se proceda a la adquisición del inmueble para convertirlo en espacio cultural”, que “se realice una prospección arqueológica en toda la extensión de la parcela” y que “se inicie el procedimiento para la rehabilitación de los tramos de muralla afectados con acceso público”.

Destacan que el edificio es de carácter “privado”

El concejal de Urbanismo, José Eduardo Díaz, declaró el pasado 25 de junio a preguntas de los periodistas que el edificio es de carácter “privado”, declarando que “lo estamos tramitando como una licencia de cualquier otra vivienda en el centro y será un proyecto que tendrá todos los controles arqueológicos y urbanísticos”. “Estamos estudiándolo y haremos lo más beneficioso para la ciudad”, agregó. 

Por su parte, la promotora señaló que las catas arqueológicas finalizaron a mediados de junio, cuyos resultados se han plasmado en un informe para ser remitido a la Junta de Andalucía, que es la competente en “autorizar” el proyecto, según indicó la CEO del grupo Loen, Dolores González. 

Según explicó, un grupo de inversores “ha adquirido el solar este año” y ha encargado “un estudio arqueológico para ver si se puede construir o no”, destacando que se han encontrado “unos sillares de la pared de la muralla” y “una fuente, alberca o deposito pendiente de datar, que puede ser del siglo XVI o XVII”.  

Según indicó, “hay un interés lucrativo” en el proyecto, del que “es temprano” para saber el número de apartamentos ya que dependerá del dictamen de la Junta, pero también “poner en valor aquello que es de la ciudad de Marbella y que se pueda exponer, que ahora mismo está cerrado y abandonado”.