El plan urdido por unos narcos para un asesinato en Marbella destapa una banda que robaba droga a otras rivales
Un casco siempre al salir de casa y hasta seis identidades diferentes, la artimaña de un fugitivo para huir de la Policía
Unos meses antes había sido objetivo de unos delincuentes que intentaron abatirlo
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El plan que unos narcotraficantes habían urdido para acabar con la vida de una persona en Marbella ha llevado a los investigadores a desmantelar en Andalucía una banda criminal especializada en robar droga a otras rivales. Hay cuatro detenidos, a los que se les atribuyen delitos de depósito de armas de guerra, falsedad documental, robo de vehículos y pertenencia a organización criminal.
La investigación se inició cuando las autoridades francesas emitieron una orden de búsqueda sobre una persona que posiblemente estaría asentada en la Costa del Sol por delitos contra las personas. Junto a otro de los ahora arrestados, habría sido objetivo de bandas rivales relacionadas con un asunto de narcotráfico y que, meses antes, habrían intentado abatirlos en la lujosa Marbella, según ha informado este martes la Policía Nacional.
El fugitivo tenía hasta seis identidades diferentes para lograr escapar de las autoridades. Los policías localizaron la vivienda en la que residía. Utilizaba fuertes medidas de seguridad para evitar su localización, se desplazaba en motocicleta de gran cilindrada y salía de su domicilio siempre con un casco puesto "para evitar exponer su imagen".
El dispositivo de vigilancia que había establecido la Policía permitió detectar una actividad "inusual" en la vivienda del detenido, lo que llevó a los agentes a identificar hasta tres vehículos con placas de matrículas dobladas y a localizar a varias personas más que frecuentaban la vivienda.
Todas las pesquisas, según los agentes, apuntaban a que los investigados preparaban una "actuación delictiva inminente".
Una "base de operaciones" y armas de guerra
Los policías que se hicieron cargo del caso descubrieron que los detenidos se desplazaron hasta una finca en la localidad sevillana de Aznalcázar. Allí encontraron una "base de operaciones". Varias personas se ocultaban junto a cinco vehículos de gran cilindrada, uno de ellos sustraído y, el resto, con las placas de las matrículas dobladas.
Los policías solicitaron una orden de entrada y registro en la vivienda, con el apoyo de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), y fueron detenidas cuatro personas, dos de ellos con OEDE (Orden Europea de Detención y Entrega) emitidas por Francia por delitos graves contra las personas y el tráfico de drogas.
Cuando los investigadores irrumpieron en la vivienda hallaron una gran cantidad de armas, cuatro de fuego cortas, una de fuego larga, tres de guerra y tres prohibidas, así como cartuchos, cargadores ampliados, chalecos antibalas tácticos, pasamontañas, guantes, escudos antibalas, inhibidores de frecuencia, transmisores, dispositivos de geolocalización, bridas y una troqueladora de placas. También fueron decomisados un total de cinco vehículos.
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