La protectora de animales de Marbella, un edificio de más de 1,5 millones, vuelve a sufrir "filtraciones" a causa de la lluvia
El agua cala en "4 habitaciones" de la "gatera"
La protectora de animales de Marbella pide solventar las incidencias del nuevo edificio
La Asociación Amigos de Animales Abandonados Triple A y protectora de Marbella -situada en la carretera de Ojén-, ha vuelto a sufrir “filtraciones” a causa de las precipitaciones registradas este fin de semana, y que continúan este lunes afectando a espacios como la “gatera”, donde el agua ha entrado en “4 habitaciones”, según ha destacado la presidenta del colectivo, Bettina Pietsch.
La borrasca Berenice ha hecho estragos en la protectora de animales de la ciudad, que ha dejado en las últimas 24 horas más de 20 litros por metro cuadrado en el pantano de La Concepción de Istán a las 19:00 horas. El nuevo edificio, que ha contado con una inverisón municipal de más de 1,5 millones de euros, sufre filtraciones desde su inauguración el pasado marzo con las lluvias acaecidas durante la Semana Santa y también las registradas en junio.
Así, las filtraciones se han dado esta vez, al menos, en la “gatera” el sábado, el domingo y este lunes, que la tienen que “sellar” una vez que cesen las lluvias; donde el agua ha alcanzado “4 habitaciones” del espacio, que alberga a unos 300 gatos, ha precisado. También ha calado en “una jaula” del edificio principal de la protectora, que acoge a unos 160 perros, en la que “entró un poco de agua”, sin tener que trasladar a los animales de ambas localizaciones.
Según ha explicado, los trabajadores se afanan este lunes en retirar “el agua que hay en superficie, porque no está bien hecho y tenemos lagos frente a la oficina”, ha apuntado la presidenta de Triple A, al tiempo que ha señalado que se han visto afectadas “las jaulas que hay entre la nave y la cuarentena” porque “ahí hay un lago”.
La protectora pidió trabajos preventivos en junio
Pietsch ya solicitó el pasado mes de junio al Consistorio que acometiera trabajos preventivos de cara a evitar filtraciones en otoño, tras volver a entrar el agua en las instalaciones por unas lluvias registradas en esos días.
Desde entonces, ha asegurado que “en verano no ha venido nadie”, excepto para sellar la gatera y la nave, así como “tampoco han arreglado los aires acondicionados, que estamos esperando desde el 29 de junio”. Según ha indicado, solamente “han hecho unas chapas entre la cuarentena y la nave”, a modo de “techo” para evitar que salgan los perros escapistas en la primera planta.
Además, ha destacado que “han cerrado una jaula en la planta baja para que no se hagan daño” los animales, sellando con cemento la diferencia que hay con el suelo, tras presentar informes de los "daños" que sufren los perros en extremidades como las patas al ser insertadas por estas aberturas.
“Sabemos que la obra está mal hecha”, ha recalcado Pietsch, quien ha destacado que durante todos estos meses ha mandado al Ayuntamiento “informes y quejas pidiendo que vengan”. El Consistorio ha destinado a la construcción de la nueva protectora de animales una inversión de más de 1,5 millones de euros y desde su apertura el pasado mes de marzo ha sufrido filtraciones a causa de la lluvia, junto a otras incidencias.
Otras incidencias
Entre las demandas del colectivo se encuentra reparar la falta de “desnivel para que el agua llegue al desagüe”, lo que genera problemas a la hora de la limpieza o cuando hay lluvia, ya que se producen “lagos con agua estancada” en diversos puntos de la protectora, según explicó la presidenta de Triple A en junio.
El edificio principal cuenta con dos plantas, la baja y la primera, en las que hay dispuestas filas de jaulas que son limpiadas a diario por el personal para retirar los excrementos y que no cuentan con canalización. Por ello, la suciedad es retirada con mangueras y fregonas plásticas a mano, lo que supone un añadido de trabajo, además de tener el problema de que los restos de la primera planta caen a la baja.
Otra de las incidencias se da en lo que denominan la ‘Estación’ -que es un conjunto de jaulas de chapa dispuesto a la intemperie fuera del edificio principal-, donde “hay tuberías en las que el agua gotea hacia abajo y cae a los animales y a las personas”, dijo entonces. A ello se suma la rotura de muchas de las chapas de las jaulas, que provocan “daños” en los animales, averías en los aires acondicionados o pintura levantada en determinados puntos.
Por otra parte, el Ayuntamiento ha señalado que se trata de "una pequeña gotera o filtración en un trastero que, por su ubicación, no compromete a ningún animal y que se reparará en cuanto se seque".
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