Del abrazo “cariñoso” al Ronaldinho: la Policía Nacional investiga ya más de 55 robos de relojes de lujo en Marbella
EQUIPO ROLEX (I)
El pasado año, el Equipo Rolex -especializado en este tipo de delincuencia- logró detener a 90 individuos
Robo de relojes de lujo en Marbella: arrancan desde una moto un rolex cuando la víctima bajaba del coche
El ladrón que fingía ser un viajero para robar móviles y relojes de lujo en tiendas del aeropuerto de Málaga
El movimiento preciso y suave de los relojes de alta gama, así como los materiales preciosos de los que están compuestos, relucen en la muñeca de quienes los llevan. Pero, si además la temperatura es agradable y permite dejar los brazos al descubierto, la joya despunta todavía más. Aunque sus dueños paseen alegremente sin observar riesgos -no muy lejos-, un ladrón solo o acompañado, a pie o en motocicleta, puede estar esperando el momento oportuno para acercarse a la víctima y, abrazándola "cariñosamente" o simulando hacerle un regate al más puro estilo Ronaldinho -exfutbolista brasileño-, robarle la alhaja sin que se percate; en ocasiones, el delincuente no tiene reparo en emplear la violencia con el fin de lograr su objetivo.
Solo en Marbella, en lo que va de 2024, se han producido más de 55 robos de relojes de lujo, una cantidad similar al mismo periodo del pasado año, que finalizó con unas 170 sustracciones denunciadas; si bien, en torno a un 10% fueron desechadas pues resultaron ser pérdidas. Así lo detalla a Málaga Hoy Marta García, inspectora jefa del Equipo Rolex, un grupo de policías nacionales que nació tras la pandemia del Covid-19 para poner freno a esta actividad delictiva, que afecta especialmente al litoral malagueño.
Corrían los años 60 cuando la Costa del Sol fue elegida como polo del turismo; al tiempo, la jet set encontró en Marbella el edén en el que instalarse y el glamour inundó por completo la ciudad, que ya superaba en la década de los 80 los 100.000 habitantes a pesar de que ni tan siquiera un tercio había nacido allí. Las fiestas, el lujo y la ostentación de aquel tiempo pasado han sabido adaptarse al nuevo y no parece peor; grandes fortunas siguen escogiendo cada año Puerto Banús para descansar.
Rolex, Patek Philippe y Richard Mille son los Bugattis, Lamborghini y Ferrais de los relojes de pulsera. El robo de estas exclusivas piezas, valoradas en hasta 400.000 euros, siempre ha sido una tentación para los "malos" y, por tanto, formado parte de la delincuencia común. Si bien, la profesionalización de los ladrones ha dado el salto al crimen organizado, detectando los investigadores distintas mafias que clasifican por nacionalidad y método preferido para delinquir.
La oferta sexual para robar
Los procedentes de Europa del Este, concretamente de Rumanía, solían aprovechar la temporada alta de turismo de golf (marzo, abril y octubre) para desplazarse a la Costa del Sol desde Madrid o Barcelona -donde normalmente están asentados- y llevar a cabo sus fechorías. De un tiempo a esta parte, si bien, actúan en cualquier época del año, de lunes a domingo y en horario de oficina. Se desplazan normalmente en coche; un hombre conduce y una mujer viaja de copiloto. Una vez identificado su objetivo, que suele ser un hombre solo de avanzada edad, comienza la acción.
Ella se baja del vehículo y se acerca para entablar conversación con la excusa, a veces, de preguntar una dirección; otras, de buscar trabajo. Incluso se ofrecen sexualmente y se muestran en "actitud cariñosa" abrazando a la víctima para sustraer el reloj. "Hay veces que violentan mucho a la persona y termina en agresión", asegura la inspectora García. A continuación, la ejecutora se marcha en el turismo que la espera hasta el colofón de la acción planeada.
Pasan varios días, en ocasiones, hasta que el perjudicado, que suele superar la sesentena, no se percata de que su reloj ha desaparecido. "Buscan gente débil, los rumanos no se la juegan, van a lo fácil. Nos hemos encontrado con víctimas muy mayores, que rondaban los 90 años y que iban en silla de ruedas", explica la jefa del Equipo Rolex. Este, en cambio, no es el caso de los napolitanos.
Las bandas del sur de Italia no miran caras. Compuestas por hombres y mujeres, se detecta un aumento de su presencia en la provincia durante el verano, a pesar de que desde hace algún tiempo operan regularmente en cualquier estación del año. "Están aproximadamente una semana o semana y media y, cuando consideran que ya tienen botín suficiente, regresan a su país". Son diurnos y los seguimientos los hacen a pie, también simulando ser una pareja de turistas. Cazado su propósito, dan el chivatazo a otros dos miembros de la red que esperan a bordo de una motocicleta.
El que viaja "de paquete", el más joven y ágil, es el que efectúa el robo pegando un tirón en apenas segundos para después huir en el vehículo a gran velocidad, sin reparar que en el transcurso la víctima caiga y sea revolcada, como ocurrió hace poco más de un mes junto al Centro Comercial Azalea (más conocido como Casa Rusia). El servicio de Emergencias 112 recibió el aviso. "Chicos en una moto han robado un reloj a un hombre y han empleado violencia, informaba el alertante. El individuo terminó cayendo al suelo tras el zarandeo; finalmente no precisó asistencia médica.
Pese a no estar asentados en la Costa del Sol, algunos grupos napolitanos cuentan con una mínima infraestructura en el país. "El año pasado detuvimos a una persona que estaba establecida en Fuengirola con tres motos italianas a las que había doblado las matrículas y se las proporcionaba a los delincuentes, además de darles alojamiento". Marta García reconoce que están muy acostumbrados a moverse en este tipo de vehículos a dos ruedas y llegan a alcanzar grandes velocidades. En septiembre de 2022, dos individuos, de 44 y 45 años, sospechosos de robos de relojes de lujo sufrieron un accidente de tráfico tras salirse de la vía con una motocicleta en la A-7 a su paso por Marbella cuando huían de la Policía, que les dio el alto. El conductor falleció en el acto.
Los últimos en incorporarse al tablero son los originarios del Magreb. Al contrario de los dos anteriores, aprovechan la caída del sol y se mueven en zonas de ocio nocturno. Sus víctimas, personas que han salido de fiesta y se encuentran en estado de embriaguez. Son expertos en simular regates de fútbol. "Se acercan amigablemente, le empiezan a meter las piernas como si estuvieran jugando al fútbol, la persona entonces se desestabiliza, medio cae y ahí están para agarrarle y, en ese momento, robarle el reloj", describe la inspectora.
La mayoría suele residir en Barcelona -otra zona especialmente afectada por este tipo de hechos delictivos- o en Ceuta. Siempre operan en grupo y, cuando la técnica del Ronaldinho no les funciona, no dudan en emplear la fuerza. Marta García apostilla que "son los más violentos". "Hace no demasiado tuvimos un caso en el que le hicieron a la víctima un mataleón -estrangulamiento que provoca la pérdida de conciencia-".
La parte más compleja de la labor policial es la recuperación de las piezas. "Salvo que practiquemos un registro al poco tiempo del robo, es muy complicado localizarlo". El fin de los delincuentes, llevarlo al mercado negro, donde su precio se multiplica hasta por cinco. A veces logran sacarlos del país consigo; otras, los desmontan y envían por partes a través de correos.
Cuatro años de lucha contra el robo de relojes de lujo en la Costa del Sol
El Equipo Rolex, adscrito a la Comisaría de Policía Nacional de Marbella, nació en septiembre de 2021 para dar respuesta a un incremento exponencial del robo de relojes de alta gama -con o sin violencia- en la Costa del Sol, la Milla de Oro de este fenómeno por su idiosincrasia. Seis policías y una inspectora a cargo; más tarde, entraría también un oficial. Así nació la primera unidad especializada en este hecho delictivo concreto, que también sucede en las grandes capitales o puntos especialmente turísticos. Es por ello que en mayo del pasado año se puso en marcha un equipo similar en Madrid, bautizado como Cronos.
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