Estuvieron cenando en un restaurante de Marbella. A su salida, en el aparcamiento del establecimiento, varios individuos se bajaron de un vehículo y se llevaron a uno de ellos, en contra de su voluntad, cuando intentaba huir en coche. Los presuntos raptores también patearonen la cabeza a su acompañante hasta dejarlo tendido en el suelo.

El rapto en cuestión ocurrió poco después de la medianoche del ya 1 de octubre. Los amigos caminaban por la zona de aparcamiento y ya se encontraban cerca de su vehículo cuando varios individuos a bordo de un automóvil aparecieron en el lugar y se apearon del mismo, según han confirmado a Málaga Hoy fuentes cercanas al caso. 

En ese momento, los malhechores supuestamente comenzaron a golpear a uno de los amigos, llegando a patearlo en la cabeza hasta dejarlo tendido en el suelo. Mientras, el otro varón consiguió acceder al vehículo y emprender la marcha en un intento de escapar del lugar. Sin embargo, el coche de los sospechosos se colocó delante para evitar que escapara del aparcamiento. 

Continuando con su plan, se acercaron hacia su objetivo y consiguieron sacarlo a la fuerza del turismo para introducirlo en el automóvil en el que se habían desplazado; después, se marcharon. A la llegada de los agentes al lugar de los hechos, el restaurante Lobito de Mar, solo encontraron al herido, que tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios y trasladado al Hospital Costa del Sol. 

La Policía Nacional, por su parte, abrió una investigación para el esclarecimiento de los hechos y la identificación de los supuestos autores. Este periódico, por el momento, no ha podido saber si la víctima ya ha sido liberada. 

Raptan 23 días a un turista en el aeropuerto de Málaga

Según los datos arrojados por el último balance de criminalidad, hasta junio de este año, se han producido cuatro secuestros en la provincia de Málaga, ocho menos que en el mismo ejercicio anterior. Entre ellos, cabe destacar el de un turista recién aterrizado de Turquía fue raptado en el aeropuerto de Málaga. Los malhechores lo retuvieron durante 23 días con las manos engrilletadas, le taparon el rostro con mascarillas y pasamontañas para impedir que pudiera reconocer a sus raptores, cambiando cada cinco días de ubicación y con un dispositivo de geolocalización en uno de los zapatos para tenerlo localizado y controlado en todo momento. 

Uno de sus familiares denunció los hechos y la Policía Nacional comenzó una investigación que logró dar con la ubicación de la primera vivienda donde la víctima secuestrada estuvo. Si bien, ya no se encontraba allí. Para llevar a cabo los cambios de domicilios, los criminales utilizaban documentación falsa, vehículos de alquiler y alojamientos turísticos.

Tras cinco días de intensas negociaciones se logró acordar un dispositivo para hacerles creer que se materializaría el pago del rescate -500.000 euros en criptomonedas- en un restaurante de Málaga. Aprovechando ese momento, los agentes lograron detener a los dos secuestradores –de origen sirio y libanés- y liberar a la víctima tras más de 20 días secuestrada.