El turismo árabe regresa a Marbella
Los velos y los rostros pardos vuelven a recorrer las calles del casco antiguo, del centro de la ciudad o del lujoso Puerto Banús
La Fiesta del Cordero marca la vuelta de los viajes
Marbella se frota las manos con la vuelta del mercado internacional
Marbella/El turismo árabe ha regresado a la localidad costasoleña de Marbella tras 2 años de ausencia a causa de las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia, por lo que los velos y los rostros pardos vuelven a recorrer las calles del casco antiguo, del centro de la ciudad o del lujoso Puerto Banús.
Este año el fin del Ramadán no ha marcado la llegada de los visitantes en la localidad, si no la Fiesta del Cordero, y a finales de junio y el inicio de julio “parecía que no terminaban de desembarcar los turistas árabes después de 3 años sin viajar, pero poco a poco han ido llegando y los hoteles tienen una gran cantidad de clientes”, según ha destacado la directora de Turismo del Ayuntamiento de Marbella, Laura de Arce.
La responsable municipal ha señalado que el perfil del visitante de países árabes se ha ido modificando desde el inicio de la temporada, ya que durante junio y julio “ha venido un turista más joven y más occidentalizado” al que “no estamos acostumbrados a ver”, los cuales llegaban en “pandillas” y con una edad comprendida “entre los 30 y los 40 años”, pero en agosto ha asegurado que “sí ha llegado el turista que solía venir a la ciudad y que es fiel a Marbella”, siendo un “turismo más familiar”.
Las previsiones para el mes de agosto apuntan a un incremento de la llegada de estos visitantes, ya que según ha indicado la directora de turismo, “los árabes suelen venir en los meses de verano julio y agosto”, además de contar con una fecha festiva cercana al Puente de la Inmaculada, por lo que ha subrayado que el Ayuntamiento hace un “especial hincapié” en la promoción turística para que estos viajeros “vengan a vernos durante el mes de diciembre para paliar la temporada baja”.
La visita de las Casas Reales árabes es otro de los clásicos de los veranos marbellíes, y que este año han regresado a la ciudad, por lo que en estos días no es raro encontrarse un coche de alta gama aparcado en las inmediaciones del casco antiguo, rodeado de numeroso personal. “Las Casas Reales están aquí saliendo y visitando el centro de Marbella, Puerto Banús, los restaurantes o el paseo marítimo”, ha agregado la responsable municipal.
De este modo, De Arce ha valorado que llegada de turistas árabes se ha incrementado “en un 100%” frente a los años 2020 y 2021, marcados por las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia de coronavirus, siendo los principales países emisores del turismo árabe en la Costa del Sol los tradicionales como “Emiratos Árabes, Kuwait y Arabia Saudí”, que son los que aportan al destino turístico “los clientes más fieles y repetitivos”.
Asimismo, la apertura de las fronteras entre España y Marruecos el pasado mayo ha incidido de manera positiva en la llegada de turistas procedentes del país africano, remarcando que “cada vez hay más turistas de Marruecos”. Sobre la demanda de los clientes árabes en la ciudad, ha apuntado a “la calidad, las experiencias las compras y algunos de ellos la vida nocturna”, siendo destacada la visita al lujoso Puerto Banús de este tipo de turismo.
Desde la marina han indicado que el comportamiento del mercado árabe “es similar al de los últimos años” y “una vez pasado el Ramadán o la Fiesta del Cordero -que este año ha sido más tardía de lo habitual-, nos visitan posteriormente durante un par de semanas”.
La concesionaria de Puerto Banús espera así en agosto “tener mejores previsiones que las del año pasado, ya que en general el turista internacional ha crecido con cifras de doble dígito, si bien el árabe parece estar cambiado en sus hábitos y sus destinos optando por los países de su entorno”, siendo “la costa marroquí uno de los destinos preferidos del verano”.
Por otro lado, han señalado que la apertura de las fronteras “siempre es una magnífica noticia”, por lo que el acuerdo entre España y Marruecos ha generado un impacto para Puerto Banús “positivo”. El perfil del turista árabe que visita el espacio náutico es el de “un visitante muy exigente que demanda experiencias de muy alto nivel tanto en moda como en embarcaciones, gastronomía o automóviles”, siendo “un turista clase alta o muy alta”.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Banús, Giuseppe Russo, ha indicado que en el recinto náutico se ha producido un “aumento bastante relevante de este tipo de clientes” y “cada día vuelven más los árabes que tienen casas aquí”.
Por ello, ha valorado que en agosto se espera que “haya más gente si no hay problemas en el transporte aéreo” hasta los días 22 o 23, que es cuando empieza a “bajar” la curva. El “lujo” de Puerto Banús es uno de los mayores reclamos que buscan este tipo de clientes, con la demanda de “grandes marcas de alto standing” por parte de las mujeres y de “relojes y coches” por los hombres.
Por su parte, el empresario Miguel Gómez regenta desde hace décadas las joyerías Gómez y Molina, localizadas tanto en Puerto Banús como en el centro de Marbella, destacando que en la ciudad “hay muchos árabes, pero están gastando menos en los comercios”. En comparación con los años de pandemia, Gómez ha destacado que la situación del mercado árabe en la localidad “está un poquito mejor que durante los últimos dos o tres años, en los que casi no han venido”, estimando que el incremento oscila entre “un 30 y un 35 %”.
El empresario ha apuntado que el cliente árabe que visita el municipio “tiene una capacidad económica y un conocimiento de los productos”, al que le gusta “comprar marcas internacionales de todo tipo como moda, accesorios o joyería”, además de “un trato bueno”, destacando “la oferta importante que tiene Marbella” en ese sentido en el segmento de las compras.
En el ámbito particular de la joyería, Gómez ha indicado que existe en la actualidad “la tendencia vintage, que ya empezó en el pasado 2021” y “las señoras demandan joyas de autor y que sean distintas” para diferenciarse, con una predilección por materiales como “el oro blanco, amarillo o rosa”, mientras que “los caballeros demandan relojería de marca”.
El representante de la Asociación de Hosteleros de Málaga (MAHOS), en la Costa del Sol Luis Quiroga, ha señalado que “no hay una falta del turista árabe, pero tampoco hay una explosión”. Las preferencias de estos visitantes en el ámbito culinario giran en torno a “comida halal” y “en la mayoría de los casos no consumen alcohol”, ha apuntado el hostelero, quien ha asegurado que es “una clientela que gasta dinero”. Además, solicita comida tradicional española como “pescados o arroces”.
Otros negocios han señalado que la llegada del turista árabe este verano a Marbella se ha notado a partir del 9 de julio, tras finalizar la Fiesta del Cordero, fecha a partir de la cual se ha incrementado la demanda, aunque también se registra un volumen destacado de cancelaciones.
Por países de procedencia, han apuntado que el mercado catarí no suele viajar en agosto, por lo que a partir del día 20 “su presencia irá disminuyendo”, ya que el curso escolar en Arabia Saudí comienza en 22 del presente mes.
La motivación de los viajeros oscila entre las compras, el ocio y la cultura
El turismo árabe ha regresado a Marbella tras dos años de pandemia y vuelve con la motivación de realizar y obtener “compras, ocio y cultura” frente a la oferta de sol y playa que caracteriza a la localidad, y por extensión al destino Costa del Sol, según ha destacado el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos).
Según el representante de la patronal hotelera, el turista árabe “viene en época vacacional, pero no es un consumidor habitual de sol y playa”, al tiempo que ha diferenciado por zonas a la hora de analizar a este visitante. En este sentido, ha distinguido entre países como “Irán, Irak o Pakistán”, junto con emisores de turistas como el Medio Oriente, Emiratos Árabes y la costa norte de África con la emisión de “posibles turistas tunecinos, argelinos y marroquíes”.
Sobre la demanda, ha incidido en que “la estancia media es mayor que la de los países europeos” porque “vienen de un origen más lejano”, así como “el comportamiento de gasto en el destino está por encima de la media de los países internacionales que nos visitan”. En el ámbito del sector terciario, ha detallado que buscan “gastronomía” y “un alto nivel de servicio los por parte de los restaurantes”.
Por otro lado, Hernández ha indicado que el sector hotelero no cuenta con cifras oficiales del turismo árabe en los establecimientos turísticos de la zona al no estar incorporados estos destinos en el “mix de países totales que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE)”.
A pesar de ello, el empresario ha puesto el acento en que “el acumulado de la disponibilidad de plazas aéreas entre enero y septiembre de 2019 fueron 154.000 los marroquíes que llegaron por el Aeropuerto Málaga- Costa del Sol, y este año son 228.000”. “Estamos hablando de un incremento fundamentalmente del mercado marroquí de un 321%, eso es el mayor incremento de cualquiera de los países emisores hacia el destino Málaga o Costa del Sol”, ha enfatizado el hotelero.
Según el empresario, el pasado año “ya se produjo un incremento importante de este tipo de turistas, que además se desplegaron plásticamente por todas las zonas vacacionales de la costa occidental como Benalmádena, Torremolinos, Fuengirola, Marbella y un poco en Mijas”.
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