Vecinos piden a Marbella atender sus reclamaciones contra un proyecto de ocio en el antiguo edificio de Aresbank

Más de un millar de vecinos de cinco urbanizaciones de Marbella han mostrado su rechazo al proyecto de ocio y restauración que planean los grupos Dani García y Mosh en la antigua sede de Aresbank, localizada en la Milla de Oro, y piden al Ayuntamiento que escuche sus reclamaciones ante lo que consideran que será una “macro discoteca” que perturbará la convivencia, según ha informado este martes la comunidad de propietarios Marbellamar. Mientras, el grupo empresarial ha señalado que la propuesta es de “gastronomía de alto nivel” con “entretenimiento”.

Así, desde la comunidad de propietarios han indicado que hasta el momento han sido cinco las urbanizaciones de la zona que han presentado denuncias al Ayuntamiento, por lo que han lamentado que la alcaldesa, Ángeles Muñoz, “desoye” a 1.500 familias afectadas.

En concreto, han precisado que han presentado denuncias las zonas residenciales de Marbellamar, Las Cañas, Casa Blanca, La Carolina y Marbella Real, sumándose esta última recientemente, ya que la comunidad de propietarios ha asegurado en un comunicado que desde 2023 se ha solicitado información al Ayuntamiento, cuando se dio a conocer el proyecto.

“Desde esa fecha, no se ha facilitado información ni interlocución a los vecinos, por eso el movimiento ciudadano iniciado en Nagüeles va en aumento y en solo una semana las 1.000 familias de Marbella que denuncian la apertura de una macro discoteca han pasado a ser 1.500”, han apuntado.

La comunidad de propietarios ha criticado igualmente que “la alcaldesa no ha dado respuesta a las solicitudes de reunión cursadas por este colectivo de 1500 familias, ni tampoco hasta el momento se ha recibido ninguna documentación que garantice que la apertura del local no vaya a suponer un grave peligro”.

“Los ciudadanos y contribuyentes que viven en Nagüeles reclaman al Ayuntamiento de Marbella respeto a sus familias y a las condiciones de vida propias de la zona”, han destacado desde la comunidad de propietarios, al tiempo que han solicitado al Consistorio que “escuche y atienda las reclamaciones de este movimiento vecinal”.

Asimismo, piden a los vecinos de la ciudad que “apoyen esta reivindicación para que hagan llegar a las autoridades locales los perjuicios que el crecimiento descontrolado del ocio nocturno y macro discotecas están produciendo en Marbella”.

El grupo Mosh señala que el negocio será un restaurante con amenización

Por su parte, desde el grupo Mosh han destacado que “la macro discoteca ni existe ni va a existir”, asegurando que el proyecto contempla “gastronomía de alto nivel con una propuesta de entretenimiento” al estilo de la marca de ocio.

Según han apuntado, el proyecto cuenta con una inversión de 10 millones de euros y la previsión de crear unos 200 puestos de trabajo, entre las obras y los empleos que se generen en el sector servicios y de hostelería.

El grupo empresarial ha señalado que el negocio va a ser un “restaurante en el que está trabajando mucha gente de la zona” y que "va a poner en valor y devolver a la vida un sitio que ha estado cerrado durante muchos años”. Además, ha incidido en que el proyecto se está desarrollando con “mucho amor a la ciudad, a la hostelería y a la música como amenización, no como discoteca”.

El Ayuntamiento asegura que escucha a los vecinos

El portavoz municipal, Félix Romero, ha señalado por su parte a preguntas de los periodistas sobre el proyecto que “este Ayuntamiento se ha caracterizado por escuchar siempre a los vecinos y por fomentar el crecimiento económico de la ciudad”.

“Tenemos que ser prudentes, entender la ciudad en la que vivimos, equilibrar y garantizar que se cumpla la ley siempre”, ha subrayado el edil, quien ha valorado que “lo que perjudica absolutamente a la ciudad era la imagen de Aresbank tal y cómo estaba”, al ser cuestionado por si este tipo de negocios benefician al municipio.

“Un negocio que aúne la restauración con la diversión en Marbella, como tal y a priori, no me parece mal. Me parece mal la ejecución que se realice fuera de las ordenanzas, de los horarios y del nivel de molestia que se pueda causar a un vecino”, ha indicado Romero, incidiendo en que no se atreve a “vaticinar si va a ser el caso o no”.