Indemnizan a un hombre con 3000 euros por los ladridos del perro de sus vecinos
Sucesos
No serán los dueños del perro quienes deban pagar la multa si no el ayuntamiento correspondiente por no haber intervenido en el asunto
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En España, las multas por contaminación acústica se rigen por la Ley del Ruido, que establece los límites de emisión de ruido permitidos en diferentes situaciones y momentos del día. Las multas por contaminación acústica pueden ser impuestas por la policía local, las autoridades municipales o la administración regional, dependiendo de la naturaleza y gravedad del incumplimiento.
Las multas por contaminación acústica en España pueden variar en función de la gravedad de la infracción y el tipo de entidad que la cometa. Las multas pueden oscilar desde unos pocos cientos de euros hasta varios miles de euros. En algunos casos, se puede imponer el cierre temporal o permanente de las instalaciones que causen la contaminación acústica.
La contaminación acústica puede referirse desde el ruido del tráfico, la música o incluso el ruido de una mascota. Esta última ha sido motivo de denuncia por parte de un vecino de Valencia que aseguraba que no podía "ni dormir, ni trabajar ni hacer vida con normalidad" debido a los fuertes y continuos ladridos del perro de sus vecinos que llevaba soportando desde el año 2010.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) ha decidido que se indemnice al vecino con 3.000 euros. Curiosamente, no serán los dueños del perro quienes tengan que pagar esta multa si no el ayuntamiento de Antella por no haber intervenido durante esos años en el conflicto. Aunque parezca que haya sido una victoria para el vecino afectado, lo cierto es que inicialmente habría pedido 60.000 euros por sufrir ansiedad por culpa de los ladridos del perro, pero la justicia ha rechazado que esta sea la única causa ya que los informes médicos recogían las testificaciones subjetivas del paciente, pero no ha conseguido ser probada la relación causal entre los trastornos físicos y psíquicos y el ruido.
El Tribunal Superior de Justicia tampoco ha interpuesto otras medidas como por por ejemplo confiscar al animal.
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