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Historias reales
Hay historias que transmiten mucha tristeza y esta que contamos hoy en Mascotíssimas es una de ellas. Un perro acudió a una peluquería canina para que lo bañaran sin imaginar que su dueño jamás volvería a buscarlo.
Su nombre es Rulo y es un precioso caniche que fue víctima de una pelea de pareja y el hombre decidió vengarse de su ex mujer abandonando al animal. Tal y como cuenta la empleada al medio de comunicación argentino Telenueve: "era la primera vez que venía. Rellenamos su ficha con todos los datos, lo dejó y cuando llegó la hora de llamarlo nunca nos atendió". De hecho, llegó la hora de cerrar y la peluquera decidió llevárselo a su casa.
Colocaron un cartel al día siguiente para ver si el hombre pasaba por la zona o algún vecino reconocía al animal pero no funcionó. Fue entonces cuando contaron su historia en las redes sociales y cientos de personas compartieron en sus propias redes. Fue así como apareció la dueña del animal.
La empleada de la peluquería canina asegura que: "se habían separado hace poco y él no quiso darle el perro. Seguramente pensaría que estando en la peluquería estaría bien atendido con comida y limpio". La mujer enseñó previamente fotos de su mascota y al acudir al centro de peluquería canina, Rulo cambió completamente su actitud de forma positiva, llorando de emoción al ver a su dueña y arrastrándose por el suelo enseñando su barriga.
Ya no parecía ser el perro triste que había estado con ellos desde que el hombre lo abandonó si no que al ver a la mujer se puso muy contento. Para que las empleadas del centro canino se quedaran más tranquilas, la mujer decidió llamar a su ex pareja poniéndole una trampa: "le preguntó si lo podía pasar a buscar y le dijo que no, que lo había dado en adopción cinco días atrás. Ella contestó que estaba con Rulo".
Como si fuera una "división de bienes" (así lo llamó la empleada de la peluquería canina), Rulo ahora está con su mamá. Ella se quedó muy sorprendida de la actitud de su ex pareja y el egoísmo que mostró al no querer darle el perro pero tampoco querer tenerlo consigo.
Por suerte, Rulo ahora está en las mejores manos.
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