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Los gatos son unos animales muy independientes y que no necesitan muchos cuidados, aunque, claro, a pesar de que sean pocos, debemos llevarlos a cabo de manera correcta, para que nuestra mascota sea completamente feliz con nosotros. Uno de ellos sería alimentarlo adecuadamentealimentarloadecuadamente, adquiriendo en el veterinario o en tiendas especializadas los mejores productos.
Dedicar un tiempo de cada día a jugar con él también es importante, con lo que, además de entretenerle y estimularle, estaremos fortaleciendo el vínculo que nos une. Que el animal disponga de un rascador para que pueda afilar sus uñas igualmente es fundamental, además de que lo llevemos al veterinario de forma periódica, para que revise su estado de salud.
Otro punto importante que reseñar sobre el cuidado de los gatos es el aseo. El propio felino se acicalará solo, utilizando su lengua, por lo que, en principio, no deberemos bañarlo. Sin embargo, sí tendremos que encargarnos de que su arenero, en el que realiza sus necesidades, esté limpio. Y es que la higiene es esencial para el bienestar de nuestra querida mascota.
Los excrementos de nuestro gato los tendremos que retirar diariamente, pero, ¿cada cuánto tiempo debemos hacer una limpieza integral del arenero? Dependerá del tipo de arena que utilicemos. Si es de tipo aglomerante, podría llevarse a cabo cada dos o tres semanas, mientras que si usamos la de sílice, podríamos esperar una semana más. Aunque lo recomendable es realizarla cada semana. Para ello, necesitaremos agua caliente, detergente o jabón y un cepillo.
Para llevar a cabo la limpieza integral del arenero de nuestro gato, primero deberemos retirar toda la arena. A continuación, vertemos en él agua caliente, añadimos detergente o jabón y, tras frotar bien el fondo del recipiente, dejamos que repose durante unos 10 minutos.
Cuando haya pasado el tiempo, frotamos enérgicamente por todos los rincones de nuestro arenero y enjuagamos bien con agua. Luego tan solo deberíamos dejar que se seque para, a continuación, añadir de nuevo la arena.
Si antes de llevar a cabo la limpieza vemos que el arenero presenta demasiada suciedad, podríamos utilizar una mezcla de agua con vinagre blanco, que actuará en esas manchas para disiparlas. En el caso de no acaben con ellas, ni con el olor que desprenden, lo volveríamos a intentar, pero esta vez con unas gotitas de lejía. Después de que hayan actuado durante unos minutos, frotamos bien.
Aunque sería recomendable utilizar una cantidad muy pequeña de este último ingrediente, además de, minutos después, aclarar bien el arenero, pues añadir demasiada lejía o que queden restos en el recipiente podría ser perjudicial para nuestra querida mascota.
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