Retiran dos menores a una madre en Mijas que vivía con ellos en una furgoneta y sin escolarizar

Mijas/Dos menores sin escolarizar han sido retirados a su madre en Mijas por la Policía Local. Vivían en una furgoneta con su progenitora en una zona terriza de una acampada en condiciones de insalubridad y sin atención sanitaria.

Los menores han sido trasladados por los agentes a un Centro de Protección dependiente de la Junta de Andalucía para que se hagan cargo de su custodia y protección y se ha informado de todo ello a la Unidad de Policía autonómica, según han informado a EFE fuentes policiales.

Los hechos ocurrieron la semana pasada cuando los agentes de la unidad de paisano retiraron los menores que vivían con su progenitora en el interior de una furgoneta en Mijas sin poder garantizar su debida protección y cuidados adecuados.

Los niños no estaban escolarizados y no tenían atención sanitaria, circunstancias todas ellas reiteradas que se mantenían desde el pasado 2022 tras un seguimiento realizado por los servicios sociales municipales.

Otro caso reciente

El pasado agosto, la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a Andalucía actuó en Málaga para retirar a dos menores de 7 y 2 años que estaban en situación de riesgo por un presunto delito familiar de su madre, mientras que el padre de una de las niñas era buscado por la Justicia.

La madre, de 27 años, fue detenida por un presunto delito contra los derechos y deberes familiares, y su compañero sentimental, porque tenía una orden de ingreso en prisión y dos reclamaciones judiciales de búsqueda y captura en vigor, además de haber quebrantado una orden de alejamiento hacia la madre.

Los Servicios Sociales Comunitarios del Ayuntamiento de Málaga habían comunicado un grave caso de absentismo escolar de la niña, pero ni el colegio ni los propios Servicios Sociales lograban localizarla.

Las investigaciones revelaron que el absentismo escolar no era un hecho aislado, ya que había ocurrido previamente en otros dos centros durante el mismo año académico.

La madre proporcionaba domicilios falsos en los que no residían y evitaba el contacto con colegios y servicios sociales, y también se obtuvo información de la guardería que alertaba sobre la ausencia injustificada de la otra hija menor.

La familia se desplazaba constantemente y cambiaba de domicilio en varios municipios de la comarca de la Axarquía y la capital, con el objetivo de evitar ser localizados debido a las reclamaciones judiciales que pesaban sobre el padre.