El juego del escondite de los prófugos: el tercer detenido en la Costa del Sol en un mes huía por un asesinato en Irlanda

Tienen un denominador común: casi todos, son elementos peligrosos, con identidades falsas y algún retoque estético -como Chichi, el prófugo polaco cazado hace unos meses que se puso pelo y brackets en su nueva vida en Marbella-. Tienen, casi todos, un amplio currículo delictivo y viven obsesionados con ser invisibles. Pero lo consiguen solo durante un tiempo. Así es el juego del escondite de los huidos. El último de ellos que también había elegido como refugio la Costa del Sol ha sido arrestado hace solo unos días en la urbanización Calypso de Calahonda, en Mijas. La Policía Local descubrió que aquel individuo que intentaba darse a la fuga se ocultaba por delitos de sangre. Estaba buscado en Irlanda, el país que le vio nacer, por la comisión de un asesinato y un homicidio.

Con una Orden Europea de Detención y Entrega, su rastro se había evaporado, sorteando a los cuerpos y fuerzas de seguridad con la certeza de que, si lo descubrían, entraría en prisión para cumplir condena. Tuvo que sucumbir. El individuo, fugado de la justicia irlandesa, fue trasladado hasta los calabozos de la Guardia Civil para su posterior extradición, según ha podido saber este periódico de fuentes policiales.

El escocés de 55 años que hacía calistenia en Nerja y huía por agresiones sexuales a mujeres

Es el segundo prófugo que esta semana ha terminado entre rejas. El anterior, un escocés de 55 años acusado de dos violaciones, fue detenido a plena luz del día mientras practicaba calistenia en una playa de Nerja. Se había esfumado en 2022, antes de sentarse en el banquillo de los acusados. Y para justificar su ausencia, fingió una desaparición involuntaria en las proximidades de un lago. Desde que destapara su plan, la justicia escocesa lo perseguía por agredir sexualmente a mujeres a las que habría conocido previamente en una conocida aplicación de citas.

Los agentes ponían así fin a dos años de fuga. Su detención se había convertido en una prioridad. Le arrestaron boca abajo y sin las manos tocando el suelo mientras realizaba un sistema de entrenamiento con ejercicios físicos desarrollados con el propio peso corporal. 

La operación policial se inició cuando la NCA británica (Agencia Nacional contra el Crimen) recibió una información anónima que indicaba que el fugitivo podía estar viviendo en Nerja y se estableció contacto inmediatamente con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Estos datos, unidos a los que ya se conocían del huido, con un modo de vida muy vinculado al deporte, permitió a los agentes trazar su rastro en Nerja. Como el resto, usaba una identidad diferente a la suya.

Tras certificar con las autoridades británicas que era el objetivo al que seguían la pista, los agentes lo sometieron a vigilancia discreta y continua, fue detenido mientras practicaba calistenia en una zona deportiva de la playa de Nerja. El detenido, calificado como peligroso por la Policía de Escocia, está acusado de agredir sexualmente a dos mujeres que había conocido a través de una app de citas.

El juicio, sin acusado, se suspendió a la espera de localizarle, ya que huyó de su país en el año 2022 cuando las autoridades comprobaron que su coche había sido localizado en la orilla de un lago en Escocia. Posteriormente, la Policía supo que no se trataba de una desaparición involuntaria, sino que el sujeto había huido de su país para evitar su detención.

El fugitivo que aterrizó de un vuelo de Casablanca y le buscaban por dos intentos de asesinato

En junio, otro fugitivo, de 41 años y también buscado dos intentos de asesinato en Bélgica, vio amenazada su libertad cuando se percató de que la Policía lo había desenmascarado. Países Bajos lo reclamaba por su relación con delitos relacionados con el narco. M.E.H., fue identificado tras aterrizar un vuelo procedente de Casablanca, en Marruecos, en el aeropuerto de Málaga y se detectó que tenía insertada una Orden Europea de Detención y Extradición, según informó entonces la Policía.

El detenido ha sido puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Los hechos que se le imputan –delito de homicidio y agresión con lesiones graves, pertenencia a organización criminal, tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y blanqueo de capitales- ocurrieron durante 2020 y 2021. Según recoge la orden de búsqueda, M.E.H, entre enero de 2020 y febrero de 2021 perteneció a un grupo criminal dedicado al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes desde otros países con destino Países Bajos, así como al blanqueo de capitales procedentes del narco.

"Algunos pasan tanto tiempo intentando huir que hasta se cansan y sienten un cierto alivio"

Con una nueva identidad, que les permite moverse con impunidad mientras estaba bajo el radar de las autoridades, estrenó nombre, apellido y también fecha de nacimiento. La biblia del prófugo también cuenta con sus propios mandamientos. Saltárselos supone comprar boletos para una estancia en prisión. Un exceso de confianza, y a veces, de superioridad, puede acabar induciendo al error, pese a los múltiples esfuerzos para confundir a la Policía. "Los hay que cambian de coche, de dirección y dan tres vueltas a la rotonda, pero otros pasan tanto tiempo intentando huir que hasta se cansan. Sienten un cierto alivio", apostillaba en una entrevista con Málaga Hoy la inspectora del grupo de Fugitivos de la Policía Nacional de Madrid.

Era el caso de Chichi, uno de los fugitivos más buscados que volvía a ver cómo su rumbosa carrera delictiva llegaba a su fin en Marbella. Cuando la Policía ya lo había atrapado, negó que fuera la persona que buscaban. Pero hasta acabó bromeando mientras rubricaba sus derechos como detenido. “Hacía mucho que no usaba mi firma original”, se jactó. Había “asimilado su nueva identidad”. El día de su arresto aceptó “que no tenía salida”. “Admitió quién era, aunque sorprendido porque desde hacía mucho no lo llamaban por su nombre”, resume.

Chichi, con vínculos con el tráfico de drogas y también el de armas y explosivos, no se lo puso fácil a los investigadores que le seguían la pista. Polonia lo reclamaba para que respondiera por una petición de prisión de más de 50 años y él había tomado buena nota de los datos descriptivos que se dieron a conocer para su detención. Entonces se dijo que tenía menos pelo y varios tatuajes más. En su nueva vida, se borró algunos que llevaba en las piernas para tratar de pasar desapercibido. “Había cambiado mucho físicamente; fue difícil la identificación”, detallaba la inspectora de Fugitivos.

Se puso en manos de un cirujano de injertos capilares

Para su metamorfosis, el huido se habría puesto en manos de un cirujano de injertos capilares; también pasó, posiblemente, por el odontólogo. “Tenía más poblada la cabeza y se había mejorado la dentadura. Además, su mandíbula, con la mordida hacia adelante, ya no era tan evidente”, explica la responsable policial. No tardó en confirmar que se había hecho unos retoques para no ser identificado.

Con la nueva identidad, que le permitía moverse con impunidad mientras estaba bajo el radar de las autoridades, estrenó nombre, apellido y también fecha de nacimiento. Había cumplido 40 primaveras, pero en la documentación falsa era dos años más joven.