Se hicieron pasar por policías para robar 80.000 euros a un empresario chino que, lejos de amedrentarse, inició una persecución tras la banda de delincuentes que terminó en accidente. La víctima se estrelló en la localidad malagueña de Mijas con los presuntos malhechores, que lograron huir del lugar. La Guardia Civil ya ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.

Ocurrió este jueves 19 de septiembre. Sobre las 17:35, el servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió varios avisos que informaban de que se había producido una colisión entre dos turismos. El alertante indicó que, apenas unos segundos después del choque, uno de los vehículos implicados había huido del lugar. De inmediato, el centro coordinador dio aviso a efectivos de Policía Local y a los servicios sanitarios, ya que los testigos solicitaron una ambulancia para una persona mayor.

Al parecer, el conductor del otro automóvil manifestó que unos individuos, con chalecos similares a los empleados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo habían atracado, consiguiendo hacerse con un botín de 80.000 euros. Tras el robo, la víctima -a bordo de un Mercedes color blanco- no lo pensó dos veces y comenzó a perseguir a los presuntos ladrones, según han confirmado a Málaga Hoy fuentes cercanas a la investigación.

A la altura de Camino Viejo de Coín, el empresario alcanzó el coche de los supuestos malhechores, estrellándose contra él. En la colisión por alcance también resultaron afectados otros vehículos que se encontraban estacionados en la calle. No obstante, los delincuentes consiguieron redirigir la marcha y continuar con la fuga, siempre según las fuentes consultadas.

Tras la intervención de la Policía Local de Mijas, la Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer los hechos, además de identificar y localizar a los presuntos autores de los hechos que, al parecer, tenían balizado el automóvil del empresario chino.

Así actuaba la banda que atracaba a comerciantes chinos

Cabe recordar que la Policía Nacional, hace unos meses, desmanteló una organización criminal que precisamente se dedicaba a asaltar con violencia a empresarios chinos que acudían a polígonos industriales de distintos puntos de Andalucía para cerrar operaciones de compra de textil. En este caso, los criminales también se hacían pasar por policías para atracar a las víctimas en sus propios vehículos, en plena vía pública o en mitad de la autovía. La banda de ladrones contaban con un soplón, un empresario 'infiel' de origen magrebí que mantenía una estrecha relación comercial con los negociantes asiáticos, a los que compraba mercancía regularmente y facilitaba información de primera mano acerca de sus operaciones. Era, según las pesquisas, la persona que supuestamente marcaba a la banda los posibles objetivos.

La investigación permitió saber que el entramado criminal balizaba los coches de estos empresarios, que acostumbraban a cerrar los tratos con importantes sumas de dinero en efectivo, y de esta forma monitorizar sus movimientos. Fueron 15 los detenidos en una operación en la que se resolvieron ocho robos con violencia perpetrados en Málaga, Sevilla y Cádiz, según informaron desde la Comisaría provincial.

Los arrestados consiguieron hacerse con cerca de 300.000 euros. Todos ellos están siendo investigados por su presunta implicación en delitos de robo con violencia o intimidación, usurpación de funciones públicas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, según el grado de implicación en los hechos. La autoridad judicial ya ha decretado el ingreso en prisión provisional de siete de los detenidos.

De las pesquisas se desprende que el primer robo a un comerciante chino fue en el polígono Guadalhorce en Málaga, cuando falsos agentes abordaron a la víctima y le sustrajeron con violencia 70.000 euros en efectivo. Cinco de estos asaltos fueron cometidos en la provincia de Málaga -dos en Málaga capital y tres en Antequera-, otros dos en Estepa y Los Palacios (Sevilla), y uno en Jerez de la Frontera (Cádiz). Todas las víctimas de los robos eran comerciantes chinos que dirigían negocios en el parque empresarial de la Carretera Amarilla, en Sevilla.