Así ha cambiado el Omoda 5 en su versión de producción para España
Primer contacto
Durante la primera toma de contacto con el Omoda 5 de preproducción señalamos algunos aspectos que, entendíamos, podían ser mejorados. Ahora, cuando las primeras unidades de este SUV llegan a los concesionarios, hemos tenido la oportunidad de averiguar si, tal como nos decían desde la marca, tomaban nota de algunos de esos aspectos para llevar a término las medidas oportunas.
Omoda 5, un recién llegado bien dotado para pelear con los SUV low cost
Chery fabricará sus Omoda 5 en Barcelona, en la antigua instalación de Nissan
El Omoda 5 contará con dos versiones eléctricas de 350 y 450 km de autonomía
Una de las cualidades de los fabricantes chinos es su capacidad para incorporar de forma muy rápida mejoras a los coches que están saliendo de sus líneas de producción. Así lo hacían notar los directivos de Omoda durante la presentación dinámica de su primer modelo en España, el Omoda 5.
Durante la primera toma de contacto que realizamos con este modelo a principios de año señalamos algunos aspectos que, entendíamos, tenían margen de optimización. Desde la marca en España nos dijeron que tomaban nota y las trasladaban al fabricante para que, en la medida de lo posible, fuera posible incorporar cambios en los modelos que aún no habían sido producidos.
Ahora, cinco meses más tarde, hemos vuelto a tener la oportunidad de ponernos a los mandos del Omoda 5 y comprobar sí algunos de estos cambios se han realizado o no.
Cabe señalar que estas primeras unidades que llegan a los concesionarios vienen de China, pues aún no han sido producidas en España. Y es que, como es sabido, esto sí va a ocurrir próximamente tras el acuerdo alcanzado entre el grupo propietario de Omoda, Chery; y EV Motors. Los SUV de esta marca como, más adelante, algunos de Jaecoo, saldrán de la línea de montaje sita en Zona Franca de Barcelona.
Inicialmente se tratará de las versiones con el motor de gasolina de 1,6 litros con 185 CV y 290 Nm y caja de cambios automática del Omoda 5 para, posteriormente, ensamblarse allí las versiones eléctricas de este mismo modelo, las E5, que llegarán al mercado antes del verano.
Por el momento, este SUV de 4,40 m de largo que ya puede considerarse en su configuración definitiva para nuestro mercado, se pone a la venta con ese motor térmico y dos niveles de equipamiento: Comfort, por un precio de 27.990 euros; y Premium, por 2.000 más, 29.990 euros. Entre ambas, las diferencias corresponden al equipamiento de serie disponible.
Entre los cambios realizados por su fabricante no aparecen modificaciones concernientes a su habitabilidad o capacidad de maletero, aspectos algo justos para un coche de talante tan familiar como éste, aunque sí se ha reemplazado la iluminación de ese espacio de carga por un led en lugar de una bombilla. Según nuestras mediciones, el maletero debido a su relativa baja altura, mantiene no los 360 litros anunciados por la marca, sino 312. Eso sí, con un espacio bajo el piso para el almacenaje de algunos objetos e, incluso, bajo esta bandeja, una rueda de repuesto de emergencia.
Echamos de menos, una mejora en las cotas de altura de las plazas delanteras de la versión Premium, en la que la imposibilidad de bajar más las banquetas unida a lo voluminoso que resulta el techo solar, supone que ocupantes de más de 1,80 m de altura vayan, bien con la cabeza pegada al guarnecido; bien que tengan que ganar espacio inclinando algo más de lo necesario el respaldo.
Al parecer, conscientes de este problema con la cota de altura, en Omoda intentaron realizar modificaciones reemplazando los actuales asientos por otros, pero eso exigía un rehomologación del vehículo que, por el momento, se queda como está.
Otro aspecto que ha cambiado, y afecta al comportamiento dinámico, son los neumáticos: los GitiComfort F50 Advanziech en dimensiones 215/55 R18 han dejado lugar, entre otras propuestas, a unos Michelin Primacy 4 que, en condiciones de suelo mojado, suponen una garantía.
También nos cuentan tanto Artur Campos, director de postventa, como Leonardo Scarcelli, de desarrollo de la red, que se han producido mejoras en cuanto a la suspensión, con un reajuste de la misma, si bien hemos de confesar que, tras haberlo conducido nuevamente, apreciamos que su amortiguación aún deja mucho que desear para conseguir retener los movimientos de la carrocería y ofrecer más solidez en los apoyos que se producen en los cambios de dirección.
Entendemos, igualmente, que sería deseable reducir la imprecisión y artificiosidad que detectamos al volante, por mucho que figure en la lista de mejoras la utilización de un nuevo software para la servodirección.
De los trece dispositivos de ayuda a la conducción con los que cuenta, Omoda dice haber optimizado algunos de ellos, como el asistente de mantenimiento de carril o el control de velocidad de crucero adaptativo.
En cuanto a su interior, apuntamos el uso de cuero sintético en lugar del plástico duro de los paneles de las puertas delanteras -aquí, con iluminación ambiental, como el salpicadero-, con lo que eso supone de apreciación adicional de calidad percibida; así como la utilización de leds para la iluminación de los espejos de los parasoles delanteros, con la nueva posibilidad de que el del conductor pueda girarse hacia un lado.
También, en la parte superior de la cabina, se ha sustituido el anterior espejo del retrovisor por uno que ya no distorsiona como aquel lo hacía la imagen. Tal era así que prácticamente hacía imposible su uso, lo que ahora no ocurre.
En cuanto a la zona destinada a la carga de teléfonos móviles inalámbricamente, al pie de la consola central, la potencia es ahora de 50 W y, para evitar en lo posible su calentamiento, Omoda ha incorporado una rejilla con un ventilador.
Por encima de esta base, está la pantalla multimedia. Su sistema de infoentretenimiento, que admite conexiones tanto con smartphones dotados tanto Apple CarPlay como Android Auto sin necesidad de cables, ahora dispone de un nuevo software con el consiguiente cambio de interfaz, así como con una traducción más afortunada al castellano y mayor rapidez en el paso entre funciones que el de las primeras unidades. Se mantiene el control por voz, útil para manejar elementos de confort como el techo solar, climatización, etc.
Desde esa pantalla central igualmente se maneja el equipo de sonido con ocho altavoces Sony, así como el climatizador bizonal, que son de serie en el nivel Premium al igual que ocurre con la cámara de 360 grados, el portón trasero eléctrico, los sensores de lluvia y luces o la pintura bicolor. De hecho, ni en este acabado ni en el Premium, la elección de color exterior -hay ocho disponibles, tres con el techo en contraste- supone un sobrecoste.
En el volante se ha incluido un botón para controlar la calefacción del aro, un equipamiento muy a ponderar y de fábrica en el Premium, como también ocurre con la posibilidad tanto de ventilar como de calefactar ambos asientos delanteros que también tienen regulaciones eléctricas.
En el aspecto de postventa, y más allá de que Omoda garantiza que un 98 por ciento de las piezas que pueda necesitar este SUV estarían en los talleres de su red antes de 24 horas gracias a su centro logístico de Azuqueca de Henares (Guadalajara) gestionado por Kuehne + Nagel, una de las referencias en este aspecto, Artur Campos también hizo hincapié en la garantía. Esta cubrirá sus coches por siete años o 150.000 kilómetros.
Los Omoda 5 contarán con una asistencia gratuita por tres años que puede ser extendida a siete, así como con la utilización, sin coste alguno por parte de los clientes, de un vehículo de cortesía durante siete días en el caso de que una reparación exija que el coche quede en el taller.
En este sentido, Scarcelli nos aclaró que entre las exigencias de la marca no sólo está la elección de los mejores grupos de distribución en España para operar en su red comercial, que debe dar una cobertura territorial del 93 por ciento este año con sus 70 concesionarios -hoy ya son 55-, sino que también con la exigencia de que esos puntos de venta deban tener un taller asociado a ellos.
No hay comentarios