Snowden denuncia que "la mayoría" de Occidente sabía del espionaje de EEUU
El ex agente de la CIA sostiene que la inteligencia germana conocía el programa pero que no lo divulgó para evitar la "reacción social"
La historia en torno al ex analista de la CIA y de la NSA Edward Snowden lleva camino de convertirse en una oscura maraña de declaraciones cruzadas entre la diplomacia internacional con el joven informático norteamericano como eje. Según denunció ayer la revista Der Spiegel, los servicios de inteligencia alemanes sabían del programa de espionaje masivo estadounidense pero no informaban de sus detalles a las autoridades políticas. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense "estaba conchabada con los alemanes", asegura Snowden, que destapó el escándalo del programa Prism, que ha puesto en evidencia a Washington a nivel internacional y enturbiado sus relaciones con muchos de sus socios.
Según su relato, los servicios secretos alemanes no sólo se beneficiaron de la información obtenida gracias a este programa, sino que se preocuparon por que los detalles de su obtención no trascendieran al ámbito político. Así se evitaba tener que darle explicaciones sobre los métodos ilegales empleados, el centro de la actual polémica, y el problema derivado de conocerlos y ocultarlos.
De esta forma "los políticos no tenían que asumir ninguna responsabilidad", en el caso de que saliese a la luz "cómo se viola la esfera privada de las personas de forma masiva", explica Snowden en una entrevista que se realizó antes de que el analista se convirtiese en un fugitivo con invitaciones de asilo por parte de algunos países de la alianza bolivariana como Venezuela o Nicaragua. La cooperación entre los servicios secretos a ambos lados del Atlántico estaba organizada de tal manera que las autoridades estuviesen "protegidas" ante una posible reacción social de hacerse público el programa.
El intercambio de información se basa asimismo, según el testimonio de Snowden, en que unos y otros servicios de inteligencia no hacen preguntas sobre la procedencia. "La gente de la NSA está compinchada con los alemanes, al igual que con la mayoría de los otros países occidentales", expone el ex agente de la CIA.
La difusión del programa de espionaje ha enfadado visiblemente al Gobierno alemán, que consideró que una acción así entre "socios y amigos" es "inaceptable", ya que "la guerra fría se ha acabado". Está previsto que esta semana un grupo alemán encabezado por el ministro del Interior, Hans Peter Friedrich, viaje a Washington para conocer los detalles del programa Prism y su acción en Alemania.
Por otra parte, ayer fue Brasil el país que pidió explicaciones a la diplomacia de Obama por el espionaje a sus ciudadanos a partir de las informaciones del diario O Globo.
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