Las claves de la crisis migratoria en Italia
MUNDO
Tras más de un año de guerra en Ucrania, con la incertidumbre geopolítica y económica que ello conlleva y millones de europeos padeciendo las consecuencias, la llegada de más de 3.000 personas a las costas italianas en los últimos días y la muerte de 60 en el naufragio de una patera, ha abierto un nuevo frente que se tiene que acometer con celeridad y firmeza desde la Unión Europea. Italia ha decretado el estado de emergencia migratoria durante seis meses por primera vez y Marlaska, ministro del Interior de España, defendía recientemente en la Eurocámara una "respuesta europea" ante la migración. Porque España, Italia, Grecia y Malta son, principalmente, los países en los que está recayendo la responsabilidad hasta el momento ¿Por qué ha pasado esto en Italia? Estas son sólo algunas de las claves de la crisis migratoria en Italia:
Italia, principal puerta de entrada irregular a Europa en 2023
Italia siempre ha sido objeto de deseo para miles de personas que desean llegar e instalarse en Europa. Usan la ruta del Mediterráneo central para llegar a Sicilia, Calabria o la isla de Lampedusa. Pero en los tres primeros meses de 2023 los datos se han disparado. El país transalpino acumula más de la mitad de las entradas a Europa. Más de 30.000 personas han llegado a Italia desde enero, casi cuatro veces más que las cerca de 8.000 de 2022, lo que la convierte en la principal puerta de entrada irregular a Europa.
Interés político de la derecha más dura italiana
El hecho de que en Italia gobierne en este momento la derecha más dura, con el partido de Giorgia Meloni arropado por Salvini y Berlusconi, intensifica la polémica y el enfrentamiento con Europa respecto a este tema, que siempre ha estado en el foco de sus respectivos programas electorales en su camino hacia el poder. La intención de Meloni no es más que la de reafirmar sus ideas con los datos actuales y obligar a la Unión Europea a implantar definitivamente el Pacto de Migración y Asilo que lleva tres años congelado.
La 'dejadez' de la UE
La inquietud de los países implicados por el tema de la inmigración va en aumento. Hace poco fue Marlaska el que se pronunció en la Eurocámara, pero ahora los dirigentes italianos han elevado más el tono aún ante lo consideran una 'dejadez' por parte de la UE. El hecho de que Italia haya decidido abrir centros de repatriación en todas sus regiones no es más que un aviso a Bruselas de que se terminó el tiempo para reflexionar y llega la hora de actuar. "No podemos hacerlo solos", apunta Salvini, vicepresidente del Gobierno.
La disparidad de criterios
Y es que en el seno de la UE existe una palpable división sobre cómo hay que actuar al respecto. Ya ocurrió no hace muchos meses cuando hubo que tratar la problemática del gas y llevan alargando las decisiones respecto a la inmigración porque a la hora de la verdad el impacto directo únicamente afecta a pocos países. Pero Italia no está dispuesta a que esto siga así y demanda la misma celeridad para acoger como en las ayudas a Ucrania. Habrá que ver si la, por ahora, postura inflexible de los países nórdicos se ablanda.
Visión de la inmigración
Por último, diferentes expertos apuntan a que la problemática inmigratoria en Italia se ha visto acrecentada en los últimos años por la visión de la inmigración que se le ha trasladado a la ciudadanía. La desinformación y las fake news, haciendo ver que los inmigrantes representan una amenaza económica o criminal, han avivado el rechazo al extranjero en el país transalpino, un sentimiento desproporcionado en función de la incidencia real que ha habido los últimos años, hasta los episodios recientes.
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