'A cambio de nada' gana el Festival de Málaga
La película de Daniel Guzmán se lleva también la Biznaga de Plata al Mejor Director y el Premio de la Crítica. 'Los exiliados románticos', de Jonás Trueba, obtiene el Premio Especial del Jurado.
La película A cambio de nada es el filme ganador del Festival del Cine Español de Málaga tras la lectura del fallo del jurado llevada a cabo este sábado por su presidenta, Judith Colell. El largometraje se lleva también la Biznaga de Plata al Mejor Director para Daniel Guzmán y el Premio de la Crítica.
Por lo demás, Los exiliados románticos, tercer largometraje de Jonás Trueba, ha ganado el Premio Especial del Jurado, el premio a la mejor música, para la banda Tulsa, liderada por Miren Izaasí, y una mención especial de la crítica. Natalia de Molina ha sido reconocida como mejor actriz por su trabajo en Techo y comida mientras que la Biznaga al Mejor Actor ha recaído en Ernesto Alterio por Sexo fácil, películas tristes, dirigida por Alejo Flah, con una mención especial del jurado para el malagueño Emilio Palacios por Los héroes del mal. Techo y comida, de Juan Miguel del Castillo, se hace con el Premio del Público.
A cambio de nada es el primer largometraje como director del también actor Daniel Guzmán, una historia sobre una adolescencia conflictiva que tiene un alto componente autobiográfico. El protagonista de la película es Darío, que vive en un barrio obrero de Madrid, donde mantiene una amistad incondicional con su vecino Luismi, y ambos venden piezas de moto robadas a Caralimpia, el dueño de un taller. Darío se escapa de casa, comienza a trabajar en ese taller y pronto conoce a Antonia, una anciana que vende en el Rastro los muebles que recoge en las calles por la noche. La cinta suma además de los galardones ya citados el premio al mejor actor de reparto para Antonio Bachiller.
Otra película de una debutante en la dirección, Requisitos para ser una persona normal, de la actriz Leticia Dolera, ha estado presente en el palmarés con los premios a la mejor fotografía, para Marc Gómez del Moral; al mejor montaje, para David Gallart, y al mejor guionista novel, para la propia Dolera.
Las quinielas tenían pocas dudas al señalar a Natalia de Molina como ganadora del premio a la mejor actriz por Techo y comida, de Juan Miguel del Castillo, y al leerse su nombre se han oído los mayores aplausos en el acto de lectura del palmarés. Esta película, en la que Natalia de Molina pone rostro a los miles de personas que han sufrido y sufren la crisis económica, ha logrado además el premio del público por votación de los asistentes a las proyecciones en el festival.
El palmarés de este decimoctavo Festival de Málaga se completa con el galardón a la mejor actriz de reparto, para la peruana Nidia Bermejo por La deuda, de Barney Elliott, quien también ha conseguido el premio al mejor guión.
El jurado de la sección oficial, en la que han competido trece largometrajes, ha sido presidido por Judith Colell, que ha estado acompañada por Nathalie Poza, Manuela Velasco, Unax Ugalde, Santi Amodeo, Pau Esteve Birba y Patrick Bernabé.
"No soy consciente de lo que ha pasado y estoy desbordado"
"Tengo una carga emocional muy fuerte de estos años, de todo lo que he perdido y también de todo lo que he ganado, y no sé lo que me pasa pero no puedo explotar de alegría. Tengo que canalizar esto y tomar cierta distancia por la importancia que tiene", ha afirmado el director. Admite que no sabe "lo que esto significa" y que necesita "tiempo para encontrar respuestas", aunque espera que estos premios sean "el inicio de un viaje largo" y un "empuje" para la película, que se estrena el próximo 8 de mayo. "Soy consciente de que la película tiene muchas imperfecciones, pero desde el guión tiene verdad. Tiene algo muy emocional que es el sustento de la película, y tiene algo que le ha llegado a la gente", ha dicho Guzmán.
Otra directora debutante que no se va de vacío es la actriz Leticia Dolera espera que sean "un espaldarazo para el estreno el 5 de junio". "La película es un canto de amor a la diferencia y a no tener miedo a mirar hacia adentro, lo que uno es y aceptarse como uno es, porque cuando te aceptas a ti mismo te ayuda a aceptar al de enfrente", según Dolera. Al incluir un personaje con síndrome de Down el filme también aborda el tema de la integración "porque aparece una persona con capacidad especial, con sus amigos y con su trabajo".
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