El chico más bello del mundo
Salir al cine
Un documental reconstruye la asendereada vida de Björn Andrésen, aquel Tadzio de 'Muerte en Venecia' de Visconti al que el fulgor de la fama y la explotación le acabarían pasando factura.
En esos términos definía Luchino Visconti a Björn Andresen (Estocolmo, 1955), su Tadzio de Muerte en Venecia, descubierto en un casting por media Europa en los meses previos al rodaje, durante la promoción de la película a lo largo de 1971. Nacía entonces un nuevo icono de la belleza masculina juvenil, pura e idealizada, un nuevo y fugaz mito creado por el cine y su maquinaria que recorrería festivales y llegaría incluso a Japón para convertirse en rostro de anuncios, ídolo pop y modelo icónico del bishonen para numerosos mangas y animes antes de caer en el olvido.
Hasta ahí la leyenda. Lo que cuenta ahora con abundante material de archivo familiar y aliento elegiaco este documental de Lindström y Petri recién llegado a Filmin tras su paso por Sundance, amplía y ensancha mucho más la mirada sobre el hombre y sus circunstancias, un tipo marcado por la explotación de la abuela y el mundo del cine, por la soledad y el aturdimiento en la cumbre de la fama sobrevenida, por el lastre del recuerdo de la madre muerta, por el sendero truncado de la normalidad en un matrimonio en el que un hijo se quedó por el camino, por un abandono de alcohol y penurias inmobiliarias apenas rescatado por el amor de una mujer y un equipo de rodaje que le permite ahora una nueva oportunidad para encontrarse con el pasado, viajar a los lugares del reconocimiento, responder a algunos interrogantes biográficos y tal vez redimirse y reconciliarse con su dolor en las horas más bajas.
El que fuera el chico más bello del mundo pasea hoy bajo el anonimato de su larga melena canosa y su alargada figura de vieja estrella del rock, un hombre renacido de la enésima derrota de la vida que se reencuentra al fin con su hija y mira a su yo de quince años, aquel Tadzio fulgurante que correteaba ante la mirada de Dick Bogarde en la playa del Lido, no tanto para celebrar la juventud perdida como para devolver el grito sordo de una adolescencia arrebatada.
Mi hijo adolescente es un asesino en masa
Estrenado la semana pasada en Movistar+, el documental de co-producción europea Criando a un asesino de masas se acerca a los crímenes cometidos por adolescentes y jóvenes en centros escolares de Estados Unidos desde una interesante perspectiva que evita el sensacionalismo o el fácil y recurrente retrato del perpetrador desde el ámbito de la psicología criminal y las explicaciones fáciles que contentan y reconfortan a la sociedad temerosa.
Bien al contrario, el trabajo de Frida y Lasse Barkfors se acerca con respeto y atención a tres padres de tres adolescentes que asesinaron e hirieron a decenas de compañeros y profesores en tres institutos norteamericanos, uno de ellos el famoso Columbine (Colorado) en 1999, tres padres que nunca vieron venir la tragedia y que siguen intentando hoy encontrar respuestas a su ausencia y su responsabilidad in vigilando y calmar su dolor y el ostracismo al paso de los años.
Un documental que elude respuestas fáciles para trazar el perfil criminal de los jóvenes, que se pregunta también por las lacras de un sistema educativo que no siempre sabe atajar ni detecta los posibles focos para ciertas patologías y comportamientos violentos, y que sabe ponerse sin juzgar en la piel de esas otras víctimas que siguen queriendo a sus hijos a pesar de todo.
Penúltima semana para asomarse al patio
El cine de verano de Diputación se adentra ya en la penúltima semana de su programación cogiéndole el pulso a la actualidad de la cartelera comercial, con la proyección de títulos que acaban de estrenarse comercialmente.
Es el caso del drama bosnio sobre la matanza de Srebrenica Quo vadis, Aida (hoy jueves 27), el aclamado musical de Lin-Manuel Miranda En un barrio de Nueva York (día 28), la extraordinaria cinta francesa de Emmanuel Mouret Las cosas que decimos, las cosas que hacemos (día 29), la cinta de Fernando Trueba protagonizada por Javier Cámara sobre el médico colombiano Héctor Abad El olvido que seremos (30 de agosto y 1 de septiembre), el no menos extraordinario documental sobre el Harlem Cultural Festival del verano de 1969 Summer of Soul (día 31), y la cinta japonesa de Kiyoshi Kurosawa ambientada en los preámbulos de la Segunda Guerra Mundial La mujer del espía (día 2).
El reestreno de la semana: Dirty dancing
Sigue la política de reestrenos en salas de películas de culto del cine popular y le toca el turno a la que sin duda puso a bailar pegados y con altas dosis de sensualidad a los jóvenes de los ochenta, esta Dirty dancing de 1987 que lanzó al estrellato a Patrick Swayze y Jennifer Grey y que hizo de su banda sonora, con la canción ganadora del Oscar The time of my life de Bill Medley and Jennifer Warnes al frente, una de las más radiadas y vendidas de toda la década.
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