Alberto Martín, un pianista en ascenso

El instrumentista malagueño recibe el Premio Fundación Musical de Málaga

Alberto Martín, donde se encuentra más cómodo, ante el piano.
Alberto Martín, donde se encuentra más cómodo, ante el piano.
J. L. G. G. / Málaga

15 de abril 2008 - 05:00

Alberto Martín Díaz ha recibido el Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música en su segunda edición. "El momento en el que me encuentro es que acabé la carrera de Piano en Málaga y ahora estoy estudiando en Madrid, en la escuela Reina Sofía", explica el pianista, uno de los nuevos talentos surgidos del Conservatorio Superior de Málaga, que reconoce entre risas: "La verdad es que me puedo dar por afortunado".

El pianista pertenece a un grupo de intérpretes que forman un lobby malagueño en la mejor escuela española de música, la Reina Sofía de Madrid. Él es el último en llegar. "Es un mundo muy competitivo, y yo he empezado un poco tarde. Hasta hace pocos años no tuve clara mi dedicación a la músico, y comencé a los 13 años, cuando lo normal es que empezar a los 8 años ya es tarde", explica Alberto Martín, de 27 años.

"No me considero gran intérprete de ningún compositor, pero sí hay alguno que se me dan mejor por carácter, estilo y construcción. Mi favorito siempre ha sido Chopin, pero últimamente me decanto por Brahms; es una música que he tardado en apreciar, porque quizá antes no la entendía bien", dice con modestia el artista becado por la Fundación Musical de Málaga. "Prácticamente estoy empezando ahora. Este año he tocado siete veces, en conciertos que tengo gracias a al escuela", añade Martín.

Pese a su algo tardía dedicación, el malagueño se encuentra en un gran momento, tal y como él cuenta, pero aún está en las primeras fases del aprendizaje de gran nivel. "Cuando vas conociendo grandes pianistas descubres de todo, pero la mayoría están cuerdos; pero hay personajes peculiares, con sus manías", bromea. Sobre a quien seguir y por qué, él se explica: "No tengo un modelo único de pianista al que seguir; sí tengo modelos. Así, la chispa con la que toca Horovitz, o la capacidad inmensa de Arcadi Volodos, que estudió en Moscú con la misma profesora que yo, que ahora está en la Reina Sofía".

"Yo me considero músico más que pianista. El piano es un medio, quizá el mejor, para acercarse a ella", dice Alberto Martín, quien también es consciente de que no a todo el mundo le apasiona la música como a él: "En España no es como en otros países, aún queda mucho trabajo por hacer".

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