El Auditorio de Málaga echa el cierre
El consejo rector del organismo, reunido ayer en Madrid, acuerda su disolución Abre la puerta a buscar fórmulas para, "cuando las condiciones lo permitan", ejecutar el proyecto
Siete años y cuatro meses después de que los responsables del Gobierno central, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Málaga firmasen el convenio mediante el que se constituía el consorcio para la construcción del Auditorio de la capital de la Costa del Sol, el ente echa definitivamente el cierre. La suya era una muerte anunciada después de que el Gobierno central, en junio del año pasado, ya lo incluyese entre los órganos a extinguir en el marco de los ajustes de la Reforma de la Administración.
La defunción se materializó en la mañana de ayer, a pesar de los numerosos intentos por parte del alcalde, Francisco de la Torre, de que el organismo pudiese seguir adelante. A través de un escueto comunicado, el propio Consistorio fue el encargado de dar a conocer la decisión adoptada en el seno del Consejo Rector del Consorcio para la Construcción del Auditorio, cuya presidencia ostenta el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte este trimestre.
En el escrito, se señala, además, que en la reunión, celebrada en la sede de la Secretaría de Estado de Cultura, el consejo alcanzó "el compromiso de buscar fórmulas de colaboración en un futuro para, cuando las condiciones lo permitan, ejecutar el proyecto de construcción del Auditorio". Aunque no se especifica en qué términos ni se estipulan plazos de ningún tipo.
Más allá de los costes derivados del funcionamiento de este consorcio, la razón principal para su desaparición reside en la ausencia de movimiento alguno en el proyecto del equipamiento cultural. Muestra de ello es que tras la adjudicación del proyecto y su redacción por el equipo integrado por los arquitectos Agustín Benedicto y Federico Soriano, la inversión necesaria para la ejecución del inmueble, así como de un aparcamiento y su urbanización, alcanza los 115 millones de euros. El aforo previsto para el espacio cultural es de 2.200 butacas, distribuidas en una sala principal polivalente con capacidad para aproximadamente 1.800 personas y otra de cámara para medio millar de espectadores.
Si bien la conclusión del encuentro mantenido ayer en Madrid es la de mantener latente la llama del proyecto, la realidad es que la situación actual se topa con un obstáculo añadido. A la escasez de capacidad dineraria por parte de los actores implicados se suma la reversión de la parcela inicialmente delimitada en la zona de San Andrés del puerto de la ciudad a la Autoridad Portuaria. Toda vez que el fin para el que fue cedido el terreno no se ha cumplido, desde el pasado viernes esta superficie regresa en calidad de bien patrimonial al organismo que lo cedió en su día.
Una circunstancia que genera numerosas dudas, más aún después de que el actual presidente del Puerto, Paulino Plata, haya mostrado públicamente su interés por sacar algún tipo de rendimiento a esta pastilla de suelo. Recientemente, aludió a la posibilidad de destinar parte de estos 31.000 metros cuadrados a la instalación de servicios complementarios al turismo náutico, sirviendo como añadido al fallido puerto deportivo proyectado en San Andrés. Plata apuntó la posibilidad de compartir el espacio para estos usos con un proyecto de Auditorio menor al inicialmente contemplado.
La lectura del ex consejero de Cultura choca con la posición de De la Torre. Tanto es así que la pasada Semana Santa una comitiva municipal expuso a responsables del Puerto el deseo municipal por hacerse con la parcela para mantener activo el proyecto cultural. Para ello pusieron sobre la mesa una posible compensación en forma de incremento edificatorio dentro del espacio portuario, fórmula que no parece tenga demasiado encaje en el actual escenario.
A ello se refirió precisamente ayer el alcalde, que anunció su intención de mantener contactos con el Ministerio de Fomento para que cuando la parcela de El Bulto revierta a la Autoridad Portuaria, ésta la ceda al Ayuntamiento. El regidor argumentó su demanda en el acuerdo suscrito en 2004 entre la Administración local y el Puerto, presidido entonces por Enrique Linde, en el que "se decía que se entregaba al Ayuntamiento esa parcela para el auditorio", un uso recogido en el Plan Especial del Puerto y en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). "Ese debe ser ahora el papel del Ministerio de Fomento: actuar para que esa cesión se produzca", dijo.
De otro lado, en relación a la disolución del consorcio, De la Torre restó importancia a este hecho, al entender que ello no implica el abandono del proyecto. De hecho, confió en que en un plazo de unos seis meses ese apoyo por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y de la Junta de Andalucía quede reflejado en unos convenios. "Hemos ratificado el deseo de hacer el auditorio", dijo. Por ello, se elaborarán convenios entre el ministerio que dirige José Ignacio Wert y el Ayuntamiento y entre éste y la Consejería de Cultura, Educación y Deporte o bien uno conjunto entre las tres administraciones, donde "se plantee la firmeza de la voluntad de construirlo entre todos a la espera de encontrar el momento económico adecuado".
"La construcción ahora no se puede hacer, por lo que es indiferente que exista o no; pero hay que dejar claro tanto el compromiso con la construcción como con su futuro", apostilló. En este punto, a pesar de posicionarse a favor meses atrás, ayer descartó la colaboración público-privada para la construcción de este espacio escénico en este momento y abogó por que sea asumida por las administraciones implicadas una vez que la situación presupuestaria lo permita. A su juicio, es la alternativa "más simple".
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