Este Drácula no da miedo

Exposición en el CAC Málaga

El CAC presenta su exposición 'Drácula x Drácula', un proyecto curatorial del Laboratorio de las Artes a partir de la escultura de Juan Miguel Quiñones inspirada en el popular helado de Frigo

La escultura 'Drácula', de Juan Miguel Quiñones, expuesta en el CAC Málaga.
La escultura 'Drácula', de Juan Miguel Quiñones, expuesta en el CAC Málaga. / Javier Albiñana

Málaga/En lo que a la magdalena de Proust se refiere, cada cual tiene su particular versión a estas alturas. Pero en la memoria sentimental de buena parte de los españoles nacidos durante la Transición no sería descabellado considerar hasta qué punto representa un papel desencadenante el Drácula, el popular helado de Frigo creado en 1977 por Juan Viñallonga y su equipo en todo un alarde de marketing y sabiduría comercial: la congelada invención evocaba la forma rigurosa de un ataúd y, en virtud de su contenido, te dejaba la boca tras su consumo igual de roja que si hubieras succionado la yugular de algún incauto. No era un helado especialmente sabroso y figuraba entre las propuestas más económicas de Frigo, pero de inmediato conectó con toda una pléyade de consumidores por su inmensa categoría referencial. Este mismo año, el escultor Juan Miguel Quiñones (Vejer de la Frontera, Cádiz, 1979), artista autodidacta procedente del mundo de la restauración y dotado de una poderosa voluntad icónica, decidió rendir su particular homenaje al Drácula con una escultura realizada enteramente en mármol que reproduce con fidelidad el helado de marras en tétrica disposición vertical. Con un evidente guiño al pop, incluso con cierto ánimo de reinvención al respecto en su querencia a la monumentalidad, Quiñones sirvió así en bandeja un alegato a favor de la memoria y la imaginación como elementos determinantes en la construcción de la personalidad y la identidad. Tras un proverbial encuentro con Santiago Ydáñez (precisamente en el marco de una exposición en el CAC), los comisarios Iván de la Torre Amerighi y Juan Ramón Rodríguez-Mateo, aliados en el Laboratorio de las Artes, tuvieron la feliz idea de convertir el Drácula de Quiñones en una onda expansiva e invitar a un copioso número de artistas a crear obras que se inspiraran, continuaran, matizaran o intervinieran la escultura del artista gaditano, en un multitudinario diálogo sin muchos precedentes en el arte contemporáneo. El resultado de todo esto es Drácula x Drácula, la exposición con la que el CAC Málaga propone su particular de Halloween desde este jueves 31 hasta el 2 de febrero. La diferencia es que, claro, este Drácula no da miedo.

Algunas de las obras reunidas recrean el mismo helado de Frigo que inspira la muestra.
Algunas de las obras reunidas recrean el mismo helado de Frigo que inspira la muestra. / Javier Albiñana

Drácula x Drácula está compuesta por 61 obras, entre pinturas, fotografías, esculturas y dibujos, de 56 artistas diferentes entre los que figuran no pocos nombres imprescindibles del panorama del arte contemporáneo en España. Cada uno de los creadores presenta una reinterpretación con su propio lenguaje, técnica y soporte, a menudo en clave de humor, aunque no faltan referencias filosóficas, históricas o abiertamente cómplices del pop en su exégesis cultural. El mismo Santiago Ydáñez brinda su particular recreación (por multiplicado) del helado, al igual que Ana Sánchez, Mar Muñiz y María Egea. En otros, como Adela Aguilera, Cristina Lama, Luis Pérez Calvo, Mina Hamada, María José Gallardo e Ismael Pinteño, conviven el helado y el vampiro en un crisol de símbolos y complicidades. Manuel León, Edy Linares y Frank Westermann optan por indagar en los vínculos entre placer y pecado, como inspirados por el mismísimo Drácula; pero predomina, sí, el humor, la parodia, a veces con ternura, otras con cierta proximidad al sarcasmo, de la mano de artistas como Ana Barriga, Flávia Junqueira, Alejandro Botubol, Javier Aldarias, Gloria Lomas, Chema Lumbreras, José Medina Galeote, Javier Calleja y Matías Sánchez.

El humor y la nostalgia son los elementos claves del proyecto.
El humor y la nostalgia son los elementos claves del proyecto. / Javier Albiñana

De lo figurativo a lo abstracto, lo mismo a través de bodegones que de naturalezas muertas, de paisajes urbanos o de estampas evocadoras, con ganchos lanzados al viejo romanticismo o al posthumanismo, entre lo distópico y el cuento de hadas, Drácula x Drácula pone en bandeja una exploración por registros diversos e incluso contradictorios, aunque sabiamente equilibrados merced a una ejemplar acción curatorial. Rafael Alvarado, Jesús Chacón, Sebastián Navas, Aixa Portero, Simón Zabell, Violeta Gil, Miki Leal, Juan Ángel González de la Calle, José Carlos Naranjo, Avelino Sala, Antonio Labella, Flávia Junqueira, Javier Parrilla, José Luis Román, Adriana Torres, Juan Zamora, Javier Aldairas, Mari Ángeles Díaz Barbado y Dionisio González, que también protagonizó una de las últimas exposiciones del CAC, son algunos de los otros protagonistas de Drácula x Drácula, un proyecto que no oculta su intención proclive al deleite y la nostalgia aunque con un discurso artístico no menos exigente.

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