Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Málaga/Con el amor por la música como motor y alimentado por la energía del incombustible Tete Leal, en 2012 nació el Centro de Artes y Música Moderna de Málaga (CAMM). Esta escuela, que forma a unos 350 alumnos al año, dará un paso más en los próximos meses. En una nave contigua a su sede, en la calle Flauta Mágica del polígono industrial Huerta del Correo, se está levantando una sala polivalente que espera convertirse en un nuevo y potente espacio escénico en la ciudad de Málaga. Se prevé que las obras estén terminadas en mayo y la programación comience en septiembre, con la nueva temporada.
“El CAMM tiene un salón de actos en el que se programa regularmente música, teatro, talleres, master class, pero el aforo es de unas 60 personas y se queda muy pequeño”, explica Clara Ares, responsable de Comunicación y Producción del centro. Lo que se está creando ahora, dice, “es una sala polivalente con programación semanal, la idea es que todos los días haya algún evento”. También apunta que el objetivo es tener una oferta muy variada en la que quepan diversos estilos y propuestas musicales, teatro, danza, actividades para niños y, en definitiva, todo tipo de artes escénicas.
“El escenario no será fijo, ni tampoco las butacas, por lo que la sala va a ofrecer muchas posibilidades, se va a poder jugar con el espacio para que cada espectáculo pueda ser distinto”, añade Ares. La sala contará, además con una cafetería, y tendrá un aforo de unas 300 personas de pie y unas 200 sentadas.
Ya se está empezando a trabajar en la programación del espacio con la mirada puesta eventos de carácter nacional e internacional que tienen poco hueco en las salas malagueñas. “Estamos sondeando qué tipo de espectáculos se traen la ciudad para poder ofrecer, además, cosas distintas, traer incluso a artistas internacionales y producciones más grandes”, indica la responsable de Producción del CAMM. “Vemos que existe esa necesidad en Málaga y queremos aportar esta sala tan polivalente para dar un elemento diferenciador a lo que ya hay”, añade.
Igualmente, se plantean programar jazz internacional, flamenco y conciertos con cena para un público más exclusivo. “La idea no es hacer un pabellón de deportes para un concierto de miles de personas sino intentar abrir la oferta para los amantes de géneros más minoritarios y que artistas y público se sientan bien acogidos”, añade Ares.
Contar con un potente equipo de sonido e iluminación y su versatilidad son las principales armas de la nueva sala del CAMM. También que se podrá utilizar como estudio de grabación, lo que permitirá que bandas y formaciones más grandes puedan realizar sus trabajos en este espacio. “Estamos abiertos a todo tipo de propuestas, no queremos cerrarnos a un estilo ni a un público, sino tener todas las opciones en la mesa para dar salida a otros proyectos. No va a ser otra sala más de jazz, va a tener cabida todo tipo espectáculos”, agrega Ares.
El proyecto se gestó antes de la pandemia, pero el Covid lo ha tenido paralizado durante los últimos años. Ahora se ha retomado con ganas. A finales de enero comenzaron las obras, que marchan a buen ritmo y que estarán terminadas en un par de meses. Se están realizando tareas de insonorización y adecuación del espacio, que antes había estado dedicado a actividades deportivas. También se creará un acceso directo al centro, ya que comparten pared.
Cuando la nueva sala se ponga en marcha, supondrá un nuevo punto de encuentro para los amantes de la cultura y un lugar de acogida para músicas y propuestas que no siempre han encontrado hueco en la ciudad.
Hace ya una década que el saxofonista Tete Leal y su equipo vieron la necesidad de crear en Málaga un espacio formativo para aquellos amantes de la música con ganas de aprender al margen del circuito más convencional de los conservatorios oficiales. Desde entonces forman tanto a niños de 3 años en adelante como a adultos, que aprenden con un profesorado formado por músicos en activo de distinta procedencia nacional e internacional.
Entre los nombres propios destacan Ernesto Aurignac, José Carra, Juan Galiardo y Raquel Pelayo, entre otros. “Son músicos de renombre que compatibilizan sus proyectos musicales, sus discos y conciertos, con la docencia, algo muy enriquecedor para el alumnado”, comentan desde el centro. Unos 350 pasan al año por el centro.
La propuesta formativa del CAMM, dirigido por Nieves Alonso, se centra en la actuación en grupo, la actuación en directo, el dominio del discurso improvisatorio, el encuentro del lenguaje y el estilo propios, el multinstrumentismo, el conocimiento de los clásicos, así como las diferentes tendencias musicales actuales y sus fusiones, y otras líneas pedagógicas que aportan su punto diferenciador. Para poner en práctica todo lo aprendido han creado la Big Band del CAMM y la CAMM Wind Symphony Orchestra, dirigida por Tete Leal.
“Trabajamos desde el amor, la experiencia y la disciplina un repertorio que abarca un amplio espectro de músicas, tanto sinfónica, como actuales”, comentan y agregan que cada concierto “es un encuentro con la música de banda sorprendente, actual y lleno de fuerza”.
También te puede interesar
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Lo último