'Caleta Palace', un documental sobre la caída de la Málaga republicana contado por testigos de excepción
La película, dirigida por José Antonio Hergueta, se estrena en el cine Albéniz este próximo viernes
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Si la máquina del tiempo lo hubiera hecho posible, el cineasta malagueño José Antonio Hergueta y su firma MLK Producciones hubieran viajado hasta los años 40 para entrevistar en sus casas a los cronistas y narradores, muchos de ellos extranjeros, que vivieron en primera persona la caída de la Málaga republicana, desde el 18 de julio de 1936 hasta el 8 de febrero de 1937, cuando tuvo lugar uno de los episodios más trágicos de todos, la Desbandá. A falta del milagroso aparato, el realizador ha puesto las palabras escritas en sus libros y biografías en boca de actores para reconstruir, a través de estos relatos, los meses de guerra descarnada y deshumanización que ambos bandos protagonizaron. El documental Caleta Palace se estrena este viernes en el cine Albéniz.
Miguel Rellán, Pedro Casablanc, Nadia de Santiago, Miguel Hermoso, Pepe Viyuela, Fernando Ramayo, Amparo Pamplona y Ana del Arco dan voz a la fotógrafa noruega Gerda Grepp, al escritor húngaro Arthur Koestler, al británico Sir Peter Chalmers-Mitchell, a la novelista y poeta Gamel Woolsey y su marido, el hispanista Gerald Brenan, al periodista Luis Bolín, al italiano Bonaventura Caloro y la escritora Mercedes Formica en una película de no ficción que se adentra en una visión particular de la Guerra Civil contada por testigos de excepción.
"La idea no era recrear las acciones sino buscar una manera de dar voz a estos narradores, poder contar lo escribieron, algunos nada más salir de Málaga", comenta Hergueta. "Pasó más gente de la que creemos por aquí, había una calidad literaria importante en muchos de ellos y todos, independientemente de sus ideas, quedaron heridos por lo que vivieron", agrega el realizador y apunta que, hasta Mercedes Formica, "que está del lado de los vencedores, hace un relato muy valioso en sus memorias sobre cómo se rompe esa humanidad cuando hay una guerra civil, cómo se quiebra el sentido de lo humano".
Estos personajes, además de observadores, se involucran en lo que está ocurriendo y ayudan a mucha gente, como destaca el director de Caleta Palace, que ya ahondó en el tema con el corto Málaga en llamas Málaga en llamas. "Ese doble juego y su manera de mirar el conflicto supone un elemento narrativo muy interesante", añade Hergueta y destaca que tenía inicialmente doce personajes con libro pero "para hacer una película ya ocho son una temeridad y he tenido que dejar fuera a algunos tan interesantes como Porfirio Smerdou, Eduard Norton o la dinamitera rusa rusa Elizaveta Parshina".
La película, como cuenta su director, "recorre los siete meses de guerra de la Málaga republicana hasta que cae, no es una película de la Desbandá, que es un tema muy gordo para tener un documental propio y ya tengo un proyecto en la mesa sobre el médico canadiense de Norman Bethune". Pero sí acaba, como subraya, con esta huida masiva y "el fracaso de todos". "Mi propuesta siempre fue que todo este ramillete de gente que estuvieron aquí y que les impactó tanto que escribieron sobre ello, nos ofrecieran una mirada de Málaga y de la guerra poco habitual", agrega.
Y en todo este entramado de personajes, el hotel Caleta Palace actuaba "como pegamento". Relata el realizador que en el Caleta "estaban los asesores soviéticos, los pilotos, los periodistas, que algunos eran espías, informantes de los distintos bandos, y de alguna manera tenemos nuestro Hotel Florida, como ocurrió en Madrid. Los que vinieron se quedaron allí y otros tenían aquí sus casas, pero era un punto de encuentro interesante".
Durante 97 minutos, con imágenes de archivo, algunas inéditas como parte del material grabado por las tropas italianas que tomaron Málaga desde los Montes, las entrevistas con los actores y algunas reconstrucciónes se han revivido esos momentos de especial tensión en la historia más reciente malagueña. "Málaga fue la primera ciudad que recibió bombardeos sistemáticos, antes que Madrid, en Málaga se fue engrasando la maquinaria bélica poco a poco", dice Hergueta. También destaca que "fue una ciudad abandonada por la República y todos estos testigos cuando llegan se sorprenden de que no haya una organización, de que no manden los suministros, y que Málaga se quedara en un limbo".
"Hay una mezcla de abandono del Gobierno y también de cierta indolencia, un poco lo que es el espíritu malagueño, pero que en guerra fue una tragedia. Todo eso está contado, sin grandes exageraciones, pero componiendo un relato descarnado que se sale de las versiones habituales de la memoria", apunta el director de Caleta Palace. "No he buscado ni ajustes de cuentas, ni equilibrios, ni nada. Simplemente quería ahondar en la parte humana que ellos ven y eso significaba contar lo que realmente sucedió y ninguno de los dos bandos queda bien", subraya.
"Málaga estaba aislada, era muy roja, los gobernadores nunca pusieron orden, cuando llegan en los últimos días Koestler y Gerda se sorprenden mucho y en este contexto tan fuerte, en una ciudad asediada en la que todo se desmorona, tienes de forma simultánea a unos personajes alucinantes que te hacen descubrir una Guerra Civil distinta y que hablan con mucha crudeza", dice Hergueta. Esta es la materia prima de la que se nutre Caleta Palace, un proyecto transmedia a punto de ver la luz y que incluye un podcast y una adaptación teatral.
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