Carlos Álvarez encarna en 'La Favorita' a un Alfonso XI que cree “que el amor puede redimir”
El montaje juega con la evolución de los personajes y sus circunstancias en tres tiempos históricos
La mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera y el tenor Ismael Jordi, en el reparto
Málaga/Frente a la imagen habitual de un Alfonso XI “taciturno, receloso, vengador y defraudado por la gente de alrededor”, el barítono Carlos Álvarez muestra en la ópera La Favorita de Donizetti una faceta de este personaje marcada por la generosidad y la creencia de que “el amor puede redimir”.
“Normalmente se ha mostrado que las circunstancias le han obligado a no ver alrededor más que gente que intenta hacerle alguna trastada”, ha afirmado este jueves Álvarez en la presentación de La Favorita, que estará en el Teatro Cervantes de Málaga los próximos 4, 6 y 8 de marzo.
El director escénico, Curro Carreres, ha mostrado al barítono otra visión de un personaje que “confía en su favorita, a la que ama, y confía en Fernando, el salvador de su vida en la batalla, al que eleva al rango de noble para que pueda formar parte de una sociedad muy clasista en ese tiempo”.
“Utilizando el mismo texto y sin cambiar una coma, Curro Carreres me ha hecho ver que esa actitud debe cambiarse en un hecho de generosidad, y que incluso que alguien que quiere desesperadamente puede convertirse en alguien generoso”, añadió Álvarez.
El canto “no cambia absolutamente nada, no cambia el texto, y, sin embargo, con esta nueva actitud, de manera exponencial el personaje crece, porque no presenta la sola faceta de que ve siempre algo negativo alrededor, sino que cree también que el amor puede redimir”.
“Me ha gustado el desafío, y utilizando los mismos mimbres he encontrado un personaje que me permite verlo con más simpatía. Es el rey, un ser protocolario, hemos roto el protocolo para mostrar la capacidad de amar, y en los tiempos que corren eso no está mal”, añadió el barítono malagueño.
Por su parte, Curro Carreres ha apuntado que éste es “un título emblemático, pero con problemas desde su origen”, ya que “se sabe que no es una obra redonda”, pero le parecía “interesante precisamente porque es una obra que da mucho juego para trabajar escénica y teatralmente”.
“Te exige una responsabilidad, porque hay que acercar los personajes al público de hoy en día”, ha señalado Carreres, que considera un reto animar “al público a venir en 2020 a ver una obra de 1840”, en unos momentos como los actuales en los que los espectadores tienen “mucho ocio y mucha oferta”.
Temas relacionados
No hay comentarios