Carmen Linares defiende la "evolución" del flamenco, aunque "con respeto y con calidad"
La cantaora recibió ayer en la Universidad Menéndez Pelayo el Premio La Barraca
La cantaora Carmen Linares, con 40 años de carrera en el flamenco, defiende que los artistas tienen que "mojarse" y "evolucionar con los tiempos" en este mundo, pero siempre con "un gran respeto", sin "venderse" y haciendo "cosas de calidad". Carmen Linares recibió ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander el IV Premio La Barraca que concede esta institución académica, por ser una de las artistas con mayor proyección internacional en el flamenco.
Tal y como explicó en una rueda de prensa, una de las premisas en su trayectoria ha sido el amor y el respeto a este género, en el que hay que intentar ofrecer "todo lo mejor" que uno tiene. "No venderte, hacer cosas de calidad sin desvirtuar el flamenco y tener un poco en tu cabeza su raíz y su autenticidad", señala como receta para mantener la "honestidad" en este arte. Carmen Linares cree que en el flamenco no se trata solo "de imitar" y de aprender cómo se hace una música, sino de "aportar algo nuevo" e imprimir "tu propia personalidad" para crear "algo auténtico". Todo ello no debe impedir "evolucionar con los tiempos" y "apostar por cosas nuevas", pero siempre manteniendo la "fidelidad" con uno mismo.
Con "referentes" como Antonio Chacón, Vallejo o la Niña de los Peines, o maestros que ha podido ver "en persona" como Pepe el de la Matrona, Juan Varea, Fosforito o Mairena, Linares reivindica "la calidad" y "la verdad del arte". También cita a "gente muy cercana" y contemporánea suya, como Enrique Morente, "un gran artista" del que aprendió "mucho" a pesar de que el cantaor granadino tan sólo era unos ocho años mayor que ella.
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