Ser poema, habitar la canción
Música | Nuevo disco de Conde
Conde nutre su nuevo disco, ‘Ser sin sitio’, con algunos de los poemas que Álvaro García reunió en su libro de igual título publicado en 2014
Málaga/Durante su comparecencia en Madrid en abril de 2014 con motivo la publicación de su libro Ser sin sitio (Fundación José Manuel Lara), el poeta malagueño Álvaro García cometió la osadía de definir la poesía como “una negación de las fronteras físicas y mentales”. Ciertamente, aquella colección de versos, que incluía tanto los poemas largos que han caracterizado la obra de García en los últimos años como algunos sonetos, plantaba un órdago considerable a cualquier vano intento de catalogación y reducción. Pero resultó que aquella obra de Álvaro García, dueño de una trayectoria reconocida con premios como el Hiperión y el Loewe, estaba destinada a seguir derribando fronteras más allá del mismo límite del libro: ahora, el músico cantante, compositor y productor malagueño Francisco Eduardo Conde, más conocido por todos como Conde, el hombre que estuvo al frente de Los Mosquitos y Santos de Goma entre otras bandas y que protagoniza desde hace años un proyecto en solitario exigente e iluminador como pocos, ha conducido un puñado de aquellos poemas al otro lado de la frontera hasta convertirlos en canciones para su nuevo disco, que verá próximamente la luz titulado, precisamente, Ser sin sitio.
Grabado en el Hollers Analog Studio y ya mezclado a lo largo y ancho de sus doce cortes, Ser sin sitio nace “de una propuesta del mismo Álvaro García, que me sugirió la posibilidad de adaptar estos poemas”, explica Conde, quien, aunque desde Reverbville muestra inquietudes bien literarias en sus canciones, no había atesorado hasta ahora mucha experiencia en el trabajo con versos ajenos: “Sólo lo había hecho en el proyecto Canciones para Brenan de la Casa Gerald Brenan. Pero lo cierto es que al día siguiente de leer Ser sin sitio me puse a componer música hasta convertir en canciones todos y cada uno de los poemas. Fue un flechazo, nunca me había pasado nada igual”, apunta el músico, cuya intención primera fue “cantar los versos tal cual, sin modificarlos en absoluto. Sin embargo, Álvaro me indicó que convenía hacer algunos cambios para evitar algunas confusiones posibles derivadas de la entonación, así que hice estos cambios bajo su supervisión. También me ayudó en la selección de canciones, hasta los doce temas finales. El proceso ha sido codo con codo”.
Conde ha registrado este Ser sin sitio con una banda en la que militan viejos conocidos como el guitarrista José Ojeda (coautor de los arreglos junto al mismo Conde) y el batería Nico Huguenin, además de otros músicos como el contrabajista Juan Carlos Fernández-Baca y una poderosa sección de cuerdas. El disco respira un aliento fundamentalmente acústico “porque quería dar a los poemas al aire que necesitaban y evitar que la música los anulara. Eso sí, Ser sin sitio sigue siendo un disco de rock, no de folk. La grabación fue de hecho muy espontánea, la hicimos en tres días con la premisa de no dar más de dos tomas a cada sección o instrumento. Los músicos de cuerda llegaron con la partitura aprendida pero sin haber escuchado las canciones. Y creo que todo espíritu tan abierto se percibe bien en los temas”. Ahora, con el disco ya terminado, Conde tiene previsto invertir un par de meses en su ofrecimiento a varios sellos “porque creemos que lo vale, pero si no hay respuesta tiraremos nosotros por nuestra cuenta. Ser sin sitio saldrá, seguro. Y después, para las presentaciones en directo, tenemos previstos varios formatos, con la participación de Álvaro a través de lecturas o con conciertos más tradicionales. Este proyecto tiene cabida en festivales de música y de poesía, y vamos a por todas”. Así encuentra la inspiración causa común y feliz abrazo.
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