"Creo que tengo cara de español medio"

Antonio de la Torre. Actor

El malagueño, que opta a dos Goyas por 'Grupo 7' e 'Invasor', rueda estos días 'Caníbal' a las órdenes de Manuel Martín Cuenca mientras espera el estreno de 'La gran familia'.

Antonio de la Torre, un hombre de buena racha en el cine español que va a por el Goya.
Antonio de la Torre, un hombre de buena racha en el cine español que va a por el Goya.
G. Cappa

23 de enero 2013 - 05:00

Antonio de la Torre rueda estos días en Granada a las órdenes de Manuel Martín Cuenca la película Caníbal, en la que interpreta a un sastre de la Acera del Darro que, cuando le susurra a una mujer "te voy a comer", lo dice literalmente. Mientras tanto, aguarda la próxima gala de los Premios Goya, para los que está nominado en la categoría de mejor actor por Grupo 7 y en la de mejor actor de reparto por Invasor. No las tiene todas consigo porque compite con Pepe Sacristán, que precisamente ayer mismo le arrebató el Premio José María Forqué (concedido por su trabajo en Madrid, 1987) y que después de 50 años delante de las cámaras no tiene ningún Goya. No obstante, si no resulta ganador, Antonio de la Torre no tendrá que tirar de profesión para ocultar su decepción mientras otro recoge el premio. "No sería ningún problema", dice el actor que parte con la ventaja de tener ya un Goya por su trabajo en Azuloscurocasinegro.

-Algunos dicen que la promoción y las entrevistas es lo más cansado de ser actor. Usted, como periodista, ¿entiende mejor que nadie esta parte del oficio?

-Claro, lo peor es no tener tiempo. Atender a los medios forma parte de tu trabajo porque ayuda a la difusión y a la promoción de las películas, además de que hablar de cultura siempre está bien en los tiempos que corren. Es verdad que en la vida lo mucho empacha.

-Dice que hablar de la cultura es necesario, pero cuando los actores hablan de política, como Willy Toledo o Javier Bardem, les caen varapalos por todos lados... ¿Es usted más precavido?

-Todo ciudadano, sin más, tiene derecho a expresar sus opiniones y lo que piensa. Lo que pasa es que, por circunstancias de nuestro oficio, los actores tenemos que estar en el centro de la diana, nos hacen entrevistas y nos preguntan. Eso hace que pueda parecer que los actores tenemos un compromiso político más fuerte que en otras profesiones, pero no es así para nada. Pregúntele a un médico o a un funcionario sobre lo que está pasando... Yo no soy especialmente precavido a la hora de expresar mis opiniones, no me callo por miedo a que pueda pasar algo. En el caso de Willy Toledo tengo la sensación de que ha llegado a un punto en el que lo utilizan, tanto la izquierda como la derecha. Pero yo no tengo problema alguno en hablar, de hecho, lo que están haciendo los profesionales de la Sanidad para defender el sistema público me parece acojonante, son unos héroes. Por ponerle un ejemplo, en Intereconomía me han invitado a muchas cosas, he hablado con ellos y como actor no me he sentido maltratado. Otra cosa son los titulares y la posición ideológica de esa cadena, que no comparto en absoluto.

-Tiene más de cuarenta películas a sus espaldas. Con su edad y su trayectoria, ¿es el hambre lo que le hace mantener ese nivel?

-Tengo hambre todavía, quizás no tanto como cuando empecé porque siento que no tengo que demostrar tantas cosas. Me apasiona mi oficio, me gusta contar historias y creo que me queda mucho por hacer. Para conseguir adrenalina en cualquier oficio se requiere mucha voluntad, mucha hambre.

-Para su papel de policía en Grupo 7 estuvo durante semanas estudiando cómo actuaban los Nacionales de Sevilla. Para Gordos, donde interpreta a un homosexual, llegó a a meterse en un cuarto oscuro...

-No siga, no me he comido a nadie para Caníbal. La película es un cuento sobre el bien y el mal y lo que estamos pactando el director y yo es hacer una película contada desde otro sitio. Interpreto a a un sastre y en ese sentido he intentado aprender cosas del oficio y tener hechuras de procesional del tejido. En Grupo 7 me pasó igual, al final acabas haciendo una sombra mala de lo que es el oficio, vas allí, te medio enteras de lo que va, pero realmente no puedes hacer más porque necesitarías más vidas.

-No será entonces un Hannibal Lecter a la española...

-Anthony Hopkins sólo hay uno. Yo creo que tengo cara de español medio. Intento cambiar en cada papel, descubrir cosas diferentes...

-Cuando la fama llega a un nivel se pasa de observador a observado. ¿Es este el motivo del declive de gente como Robert de Niro?

-Discrepo, Robert de Niro ha hecho cosas buenas últimamente. ¿Qué puede hacer trabajos que parecen más de lo mismo? Bueno, todo es opinable. Lo que sí le puedo decir es que en España tenemos fama mundial de tener buenos actores. Bardem, Penélope y Luis Tosar han abierto camino y cada vez se tiende más a crear personajes cercanos y reconocibles.

-¿Sigue renovando cada año su excedencia de Canal Sur?

-Sí, cada año.

-¿Todavía tiene en el subconsciente eso de tener un sitio donde ir por si se tuerce lo de actor?

-El hambre es muy mala. Lo hago como una cuestión de prudencia, la vida da mucha vueltas y no sé que va pasar. Además, me sigo sintiendo periodista y si puedo seguir renovando mi excedencia para defender unos derechos que tengo después de trabajar tantos años allí por qué voy a renunciar en plan chulo. Tengo muy buenos recuerdos de Canal Sur aunque es verdad que ahora mismo no me planteo volver al periodismo.

-Tal y como está la profesión mejor que no se lo plantee...

-Pero no se crea que la interpretación esté mejor, otra cosa es que a mí me vaya mejor.

-¿En quién se inspiraría para interpretar a un periodista?

-Joder, Pérez Reverte me gustaba cuando era periodista. Yo he hecho mucho deporte en televisión, desgraciadamente no he vivido el periodismo potente, pero he admirado mucho a Maruja Torres, por ejemplo. Pero lo bueno que tiene el periodismo es que los buenos de verdad son anónimos, son los que dan paso a la noticia. Eso me gustaría, que mis personajes fueran muy conocidos pero que a Antonio de la Torre no lo conociera nadie.

-¿Tiene que ponerse ya el uniforme del famoso de gafas de sol y gorra para salir a la calle?

-No, no estoy en eso. Pero ahora, con lo de los Goya, me está parando la gente un poquito más por la calle. Sigo cogiendo el metro cuando voy a Madrid.

-¿Ha hecho trabajos alimenticios en el cine?

-Pues alguno habré hecho, será cuestión se tumbarme en el diván para averiguarlo...

-¿El día que Daniel Sánchez Arévalo no le llame para una película se llevará el disgusto de su vida?

-Me voy a sentir raro pero alguna vez tendrá que pasar. Este verano hemos rodado La gran familia, que se estrenará en septiembre. Hace poco me recordó que cumplimos nuestra primera década juntos. Lo conocí en 2002 cuando me ofreció participar en un corto, Profilaxis, y ahí fue una especie de flechazo, me di cuenta de que era un gran director. Nos hermanamos y desde entonces he estado en todas sus películas y en todos sus cortos, siempre ha tenido un papel para mí, pero llegará el día en que no me llame porque él tiene que seguir haciendo su carrera. Yo ruedo muchas películas pero un director hace una cada dos años, como mucho Woody Allen, que hace una al año.

-Siempre le quedará Álex de la Iglesia.

-Pero no me ha llamado para Las brujas de Zugarramurdi. Intento no pensar que un director me tiene que volver a llamar. Por ejemplo, Icíar Bollaín solía contar conmigo y no me ha llamado para sus dos últimas películas.

-Hubo un tiempo en el cine español en el que no había película en la que no apareciera Carmelo Gómez. Y se quemó. ¿Teme usted que le pase lo mismo con esa hiperactividad?

-Está claro, llevar una carrera es muy difícil, pero lo más complicado es conseguir trabajar. Hay rachas y edades, porque a partir de los 55 años es una edad muy propicia en España para que ofrezcan papeles. No es lo mismo ser actor que actriz, hay más papeles masculinos, no hay más que ver las películas. Intentaré hacer buenos papeles hasta que la casque o hasta que se me vaya el hambre. Espero tener unos ahorrillos para entonces porque como tenga que depender de las pensiones...

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