Daniel Guzmán: "Lo que sostiene la película es la verdad que contiene"
El director de 'A cambio de nada' y Natalia de Molina reaccionaron con gran emoción a los premios.
Entre los más emocionados de cuantos desfilaron ayer en el Teatro Cervantes poco después de la lectura del palmarés, y antes de la gala de clausura, se encontraban dos de los protagonistas absolutos de la jornada. Daniel Guzmán, director de A cambio de nada, tuvo que esforzarse para contener las lágrimas ante los periodistas (aseguró que se había entrenado concienzudamente para ello) y, entre bromas respecto a las sesiones de psicoanálisis que le ha acarreado el rodaje del filme, dada su poderosa carga autobiográfica, el artista fue tajante al afirmar que el éxito cosechado en Málaga es "mucho mayor" que el que le ha deparado su carrera como actor. Guzmán admitió ayer que tras conocer el fallo del jurado "se me vino encima una carga emocional muy grande, por todo lo que he vivido, pero ahora tengo que canalizarlo todo y tomar distancias". El realizador se mostró "consciente de que la película tiene imperfecciones. Seguramente, cuando le vea dentro de algunos años, pensaré que tendría que haberlo hecho de otra manera. Es más, hoy día no puedo ver la película, soy su peor crítico, no puedo relajarme ante ella. Pero, más allá de los errores, y de lo que tenga que arrepentirme, lo que la sostiene es su verdad". Tras revelar la conversación que tuvo con su abuela (una de las protagonistas del filme) nada más saberse premiado, Guzmán añadió que ya tiene listo el guión de su próximo proyecto como director: "No será autobiográfica, pero trata de la biografía de un amigo. Un héroe cotidiano. Escribí el guión durante tres meses que me tomé de descanso en los cinco años del proyecto de A cambio de nada. Al no abordar mi propia historia, todo estaba mucho más claro".
Una también conmovida Natalia de Molina confesó ante el director de Techo y comida, Juan Miguel del Castillo, que en el viaje en AVE hacia Jerez de la Frontera para el rodaje "llamé a mi madre, llorando, y le dije que no estaba preparada para hacer esta película. Se me vino todo encima. Pero ella me dijo que si desde el principio había creído en el proyecto, tenía que hacerla. Y ahora veo que, desde luego, tenía razón". La actriz apuntó que le costó discernir los motivos por los que Del Castillo había pensado en ella para Techo y comida después de ver Vivir es fácil con los ojos cerrados, y el realizador se limitó a sonreír y asintió: "Desde el principio lo tuve claro. La protagonista no podía ser otra". El joven actor malagueño Emilio Palacios, premiado por Los héroes del mal, señaló que el pasado diciembre rodó su segunda película, La puerta abierta, y que espera que la mención del jurado le procure más trabajo. Y Leticia Dolera estrenará en octubre como actriz una versión de Bodas de sangre titulada La novia. Mucho cine, en fin, por venir.
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