Despedida de un curso turbulento en lo económico y prometedor en lo artístico
La OFM se consolida ante su público marcada por los problemas de financiación
A falta del Festival de Música Antigua, que se celebrará durante los primeros días de julio en la Sala María Cristina y el Teatro Cervantes con la Orquesta Barroca de Sevilla y Ara Malikian como grandes reclamos, la Orquesta Filarmónica se dispone a cerrar un curso que será recordado como la temporada en que la Junta de Andalucía (que participa en el consorcio de la agrupación, compartido al 50% con el Ayuntamiento) decidió cambiar su modelo de financiación de la inversión directa a la subvención pública, lo que generó algunos problemas económicos aún no resueltos: la gerencia no puede garantizar actualmente el pago de nóminas a partir de agosto mientras se sigue esperando una reunión con el nuevo consejero andaluz de Cultura, Luciano Alonso. En lo artístico, no obstante, la OFM escribió algunas de sus páginas más brillantes y prometedoras de la mano de su director titular, Edmon Colomer, que articuló su segunda temporada al frente de la formación a través de ilustrativos ejes temáticos, de inspiración literaria, histórica o artística, que incluían piezas de distintas épocas y que han permitido desarrollar una especial conexión con el público. Cabe señalar una interesante nómina de directores y solistas invitados (basta subrayar la aplaudida actuación del violonchelista Johannes Moser el mes pasado) y la continuidad del Ciclo de Música Contemporánea, que celebró una de sus ediciones más atractivas en enero con el compositor Leonardo Balada como protagonista. La OFM presentará en unos días el contenido de su temporada 2012/2013, con el incremento de abonos como objetivo y el Auditorio como quimera aún necesaria.
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