Farruquito, cada vez más Farruquito
Con su nombre como único reclamo el bailaor presenta una propuesta "íntima y auténtica" para la que abre un casting de jóvenes valores
Da igual que sea en Londres, Sao Paulo o Nueva York, algunas de las ciudades que acaba de visitar en su gira internacional, que en su Sevilla natal a la que regresa ahora con su nombre propio como único reclamo. Farruquito es uno de los pocos bailaores que tienen el éxito asegurado por haberse convertido en adalid de una escuela propia -la de su familia- que cada vez defiende con más ansia y seguridad y que su público, más amplio que el de la mayoría de flamencos, siempre tiene ganas de disfrutar.
Por eso, tal y como explicó Mario Niebla del Toro, el nuevo gerente del Teatro Quintero en el que actuará el artista los próximos días 30 de marzo, 1 y 2 de abril a las 21:00, "no hemos querido nombrar el espectáculo de otro modo que no sea Farruquito, porque decir Farruquito es decir muchas cosas".
Así, tres años después de que triunfara en este mismo escenario con su Improvisao, y unos meses más tarde de llenar el Teatro Maestranza junto a su familia, el artista vuelve con una propuesta "íntima y sencilla", donde lo que primará es lo auténtico. Asimismo, manifestó que buscará que los espectadores no sólo se deleiten con su baile sino también con un buen recital de cante y de toque, para lo que adelantó estar trabajando en "algo distinto", una "fiesta" en la que estará acompañado de una formación "antigua, tradicional", que se sumará a su elenco habitual.
"Nuestra forma de representar el flamenco es desde la espontaneidad, desde la verdad y desde la entrega del momento. Esa magia de lo inesperado es lo que nos hace estar alerta sobre el escenario y lo que el público echa de menos en espectáculos enlatados", apuntó el sevillano. Con esa intención de probarse en nuevos retos y de dar además una oportunidad a "esos jóvenes valores que bicheo por ahí y que están bailando muy bien", Juan Manuel Fernández Montoya hizo ayer un llamamiento a los nuevos talentos que quieran participar junto a él en estos días. Para ello, avanzó que tanto desde su web y sus redes sociales como desde las del teatro se irá dando información para que "los que quieran compartir un ratito con nosotros" puedan inscribirse en un casting para formar parte de la propuesta. "Creo que es hora de sacarle partido a las redes sociales y potenciar la cercanía con tus seguidores", propuso.
Una familiaridad que el artista confesó permitirse especialmente en un espacio como el de la calle Cuna donde "tengo recuerdos muy bonitos" y donde "se respira el espíritu de Jesús Quintero; porque las paredes son paredes en todas partes pero las almas de los que trabajan en ellas es lo que las hace diferente", manifestó al periodista, también presente en la rueda de prensa que sirvió como carta de presentación para abrir la nueva programación del teatro tras la temporada a cargo de La Zanfoña Producciones.
Por otro lado, frente a los grandes escenarios internacionales como los que acaba de pisar dentro de la programación del Flamenco Festival o como el del Maestranza que ocupará el próximo 24 de septiembre en el marco de la Bienal de Sevilla con Baile moreno, Farruquito afirmó que aquí y en su ciudad se dan las circunstancias idóneas para "bailar con absoluta libertad frente a un público que viene con ganas de encontrarse con la pureza", apostilló.
En este sentido, el ganador del Giraldillo al Baile en la pasada edición "por renovar desde la emoción una forma singular del baile", mostró su necesidad de reivindicar su concepto artístico y su formación."En estos momentos parece que sólo se habla de la danza clásica y yo quiero hacer hincapié en la formación flamenca. En la frescura, en la espontaneidad y en la verdad de este arte. Porque así es como lo he aprendido y así lo quiero defender", señaló el artista. Las entradas que "ya en la pre-reserva ha tenido una respuesta magnífica", destacó Mario Niebla, pueden adquirise a través en la web www.giglon.com y en las taquillas del propio teatro. El precio es de 25 euros.
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