La pantalla en la lengua de Montaigne
Festival de Cine Francés de Málaga
El certamen celebra su 24 edición desde este miércoles 24 hasta el 2 de noviembre con una apuesta renovada por el cine francófono en sus más diversas latitudes, que incluye varios preestrenos y la presencia en Málaga de figuras como el actor Jean-Paul Rouve
Málaga/En el empeño compartido por la plana mayor de certámenes e instituciones en hacer de Málaga un territorio de identidad audivisual (sea lo que sea eso), conviene llamar a las cosas por su nombre y reconocer la veteranía del Festival de Cine Francés de Málaga, que celebra su vigésimo cuarta edición a partir de este miércoles 24 y hasta el 2 de noviembre.
El proyecto de la Alianza Francesa, que comenzó como una suerte de remedio para cinéfilos desconsolados con la proyección de películas recientes del país vecino en versión original subtitulada, con un convicción casi clandestina, constituye ahora la cita más importante de España en su género, con hechuras cada vez más próximas al ideal de gran festival sin perder, eso sí, su carácter cómplice y cercano con tal de que los espectadores se sientan en la sala de cine como en su casa.
Con la colaboración renovada del Ayuntamiento de Málaga, el ciclo propone una veintena de títulos de reciente factura, incluida una sección completa de preestrenos nunca antes presentados al sur de los Pirineos aunque bendecidos en su mayoría por el éxito de taquilla en Francia.
El Cine Albéniz se alza de nuevo como sede principal del certamen, además de La Térmica (que acoge la sección documental), el Centro Pompidou (con un más que recomendable homenaje a Jean-Pierre Melville) y el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia (donde podrá verse la selección de cortometrajes, con la participación del Festival Premiers Plans y el Institut Français). De entrada, cabe señalar la definitiva consolidación del Festival de Cine Francés como Festival de Cine en Francés, merced a su función de escaparate de producciones francófonas de las más diversas latitudes.
La lengua de Montaigne mantiene el pulso en la gran pantalla, también desde las dimensiones oceánicas.
La sección oficial incluye en su reserva películas como Makala, el documental de Emmanuel Gras premiado en Cannes que cuenta la historia de un joven congoleño en su lucha por la supervivencia. Chien de garde, de Sophie Dupuis, representará a Canadá en la pugna por el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa y narra la historia de un joven sometido a relaciones familiares altamente tóxicas. Charlotte a du fan, de Sophie Lorain, explora el sentido del deseo en un grupo de adolescentes, mientras que Primaire, de Hélène Angel y protagonizada por una Sara Forestier en estado de gracia, versa sobre una maestra que decide arriesgarlo todo por salvar a un niño en una terrible situación familiar. Y tampoco conviene perder la pista de Vent du nord, la aclamada película del tunecino Walid Mattar. Entre los preestrenos destaca, con mucho, la reafirmación del éxito presente de la comedia francesa con títulos como Ma Reum, con el bullying de fondo; y Voyez comme on danse, de enredos familiares. También se presentarán Lola et ses frères, una historia cercana sobre los lazos que unen a tres hermanos; Tout le monde debout, clásica comedia romántica de enredos; o Coexister, con un grupo musical de carácter interreligioso como motor de las risas.
Entre los invitados que acudirán a Málaga durante el Festival de Cine Francés se encuentran el actor Jean-Paul Rouve como protagonista de Voyez comme on danse y Lola et ses frères y el director de Ma Reum, Frédéric Quiring, así como la protagonista del mismo filme, Audrey Lamy. Hay, por tanto, para todos con tal de que nadie se quede fuera en el festín.
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