Esteban Crespo presenta 'Black Beach', un thriller sobre corrupción, traiciones y poder rodado en África
Festival de Málaga | Sección Oficial
Raúl Arévalo y Candela Peña protagonizan el segundo largometraje del realizador que ya participó en el certamen malagueño con 'Amar'
Málaga/Los años del realizador Esteban Crespo en países como Guinea Ecuatorial, Namibia y Zimbabue le proporcionaron las experiencias de las que nació Black Beach, un thriller protagonizado por Raúl Arévalo y Candela Peña y rodado en parte en Ghana que se ha presentado este domingo en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga.
Un ingeniero de una gran petrolera es secuestrado en África y Carlos, un alto ejecutivo a punto de convertirse en socio de una gran empresa, recibe el encargo de mediar en el conflicto. Su participación en el lugar que conoció hace años como cooperante es esencial no solo para salvar la firmar un contrato millonario, sino también para evitar un conflicto político que explote de forma violenta. Y será en la terrible cárcel de Black Beach donde se reencuentre con el pasado y sus profundas marcas.
"Rodar en África es complicado a nivel logístico, sobre todo porque buscábamos los sitios menos bonitos, no queríamos retratar postales de África, sino meternos en los lugares más complicados", apunta Crespo. Y subraya que encontraron entornos tan potentes que incluso cambiaron el guion para encajar en ellos parte de la trama.
Para Arévalo y Peña fue una gran vivencia su encuentro con este continente. "África impone muchísimo, ha sido una experiencia alucinante", dice Candela, que asegura haberse convertido en una "precision driver" y que no hizo trabajar a su doble en las escenas de acción.
Su compañero de reparto asegura que "África engancha". Por ello, como apunta el director y guionista junto con David Moreno, "era fundamental que los actores llegaran antes, porque es algo que te cambia, todas las ideas preconcebidas se transforman cuando lo vives en primera persona".
En el rodaje fue creciendo la complicidad entre los dos personajes, Carlos y Ale, compañeros en la antigua ONG. "Ahora somos inseparables, Raúl es como mi hermano", bromea Candela Peña. Para Arévalo, rodar con Candela y en África, y compartir reparto con su pareja Melina Matthews y con su admirada Paulina García fueron alicientes de sobra para entrar en el segundo largometraje de Crespo, que ya trajo al certamen malagueño su ópera prima, Amar.
El actor Emilio Buale apunta que "la película se hace dos preguntas fundamentales, cuánto vale la vida de un hombre y hasta dónde nos puede llevar el interés particular de cada uno". Y agrega que "la vida de un ingeniero blanco frente a cientos y miles de vidas que se pueden perder en África cuando surge un conflicto violento de estas características".
"Si pregunto a mis amigos de España después de una década me cuentan que están casados y tienen hijos, pero mis amigos africanos están muertos o en la cárcel", subraya Crespo e indica que "hemos querido hacer una película que emocione, pero a la vez que divierta y entretenga, es un melodrama con una carcasa de acción, lo importante es todo lo que está pasando por debajo, las traiciones, cómo enfrentar el pasado, la paternidad y la pérdida, temas fundamentales de la vida".
El 25 de septiembre se estrenará en las salas de cine esta cinta que también cuenta con Lidia Nené y Claude Mususngayi en el reparto y que ha sido posible gracias a un presupuesto cercano a los 7 millones de euros. Ha sido vendida a Netflix y estará disponible para el público español a partir de enero y para el resto de países poco después de su estreno en pantalla grande.
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