Goya y Picasso frente al toro: el Centro Cultural Fundación Unicaja reúne sus dos visiones de la tauromaquia
Por primera vez han salido de la Academia de San Fernando de Madrid las 33 láminas calcográficas de cobre de la serie 'Tauromaquia' que hizo Goya entre 1814 y 1816
El Museo Casa Natal ha cedido para la muestra la serie completa de estampas realizadas por Picasso en los 50 para ilustrar una edición del tratado sobre toros de Pepe-Hillo del siglo XVIII
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Luces tenues, madera oscura, láminas de cobre recubiertas de cromo y tinta negra sobre papel. Miles de detalles en cada estampa y dos visiones "distantes y distintas" en la representación de la tauromaquia con más de un siglo de diferencia, desde la mirada crítica de Goya a la apologética y festiva de Picasso. Dos creadores indiscutibles retrataron el mundo del toro desde sus ópticas particulares y la exposición Goya/Picasso. Tauromaquias los coloca frente a frente en el Centro Cultural Fundación Unicaja. La muestra, además, supone un hito insólito, ya que es la primera vez que las 33 planchas originales de Goya han salido de la Academia de San Fernando de Madrid, lugar que las custodia, para poder ser exhibidas al público.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 10 de diciembre en el Palacio Episcopal, muestra más de 70 grabados en diversas técnicas que proponen una revisión de los significados de las series gráficas de Picasso y Goya sobre los toros, con sus afinidades y sus divergencias. "Entre las grandes aportaciones de esta exposición figura la oportunidad de contemplar por primera vez la serie íntegra de planchas de cobre que Goya consagró a los avatares de la lidia y que nunca habían salido de la Academia", explica Emilia Garrido, directora de actividades culturales de la Fundación Bancaria Unicaja. Aquí, como subraya Garrido, se confronta con el catálogo, también completo, de estampas que realizó Picasso por encargo de Gustavo Gili para la edición del tratado sobre tauromaquia escrito en el siglo XVIII por el distro José Delgado, Pepe-Hillo. Estas piezas han sido prestadas por el Museo Casa Natal Picasso.
"Estos trabajos permiten tomar conciencia de la aportación de ambos artistas a este género", comenta Garrido. "Decía Picasso que las artes son todas iguales y para él no existía ninguna jerarquía en cuanto a disciplinas y géneros y, mucho menos, en relación con el grabado", agrega la directora de actividades culturales de la fundación. Y destaca que poder disfrutar en Málaga de las láminas calcográficas realizadas por Goya grabadas al aguafuerte y al aguatinta entre 1814 y 1816 no ha sido una tarea fácil.
Para poder viajar y por sus dificultades de conservación, las piezas se han tenido que enmarcar de forma exclusiva con un complejo sistema climático llamado climabox que aísla completamente del exterior la plancha para evitar su oxidación. Además, explican los organizadores, incorpora un sistema electrónico de medición de temperatura y humedad que informa de forma remota a sus conservadores de las condiciones de la sala y de las piezas.
Otra de las particularidades de la muestra es que se pueden observar que siete de las planchas están elaboradas a doble cara, lo que permite la visión simultánea de las planchas que dio por buenas y las que descartó en un primer momento. Junto a las planchas originales, se exponen las 33 estampas que forman parte de la primera edición de Tauromaquia en 1816 y se añaden siete estampas originales procedentes de planchas grabadas por la cara descartada, excluidas de las dos primeras ediciones pero incorporadas a partir de la tercera. El recorrido por la obra de Goya concluye con cuatro ejemplares de los Toros de Burdeos, dibujados con lápiz litográfico entre 1824 y 1825 en la ciudad francesa.
Si a la derecha están los trazos del maestro aragonés, con imágenes cruentas, con caballos destrozados y personas corneadas por el animal, a la izquierda se ven los perfiles esquemáticos, las figuras intuidas y llenas también de fuerza de Picasso. Se trata de una colección de 26 estampas, además de su cubierta, que en la cita expositiva malagueña han aportado en su totalidad el Museo Casa Natal Picasso.
"Lo que tenemos en esta sala es, sin duda alguna, el tesoro más importante de la Calcografía Nacional", asegura Javier Blas, subdelegado de Calcografia Nacional. "La representación canónica de la tauromaquia está asociada de manera manifiesta a los nombres de Goya y Picasso, nadie lo ha hecho con las cotas de identidad de estos dos maestros", agrega. Entre ellos, destaca, hay similitudes a pesar de estar separados en el tiempo y en la forma de entender el arte.
"Los dos adquieren su fama como intérpretes de la fiesta de los toros a través del grabado, de la estampa. Ambos viven entre España y Francia, sufren la experiencia de los acontecimientos bélicos más cruentos de los últimos dos siglos y sus respectivas obras fueron elaboradas y publicadas después de pasar por estas terribles experiencias y haber realizado algunas de las obras más significativas de sus carreras", detalla Javier Blas. Las tauromaquias, en los dos artistas, son creaciones de madurez.
Otro nexo de unión entre Picasso y Goya fue su vinculación con la Academia de San Fernando, mucho más intenso en el pintor aragonés que en el malagueño. "El paso de Picasso por la institución fue muy breve, pero creemos que lo hizo en un momento especial de su formación, el clasicismo estará presente en todas las etapas creativas de Picasso y su paso por la academia tuvo su relevancia en este sentido", añade el subdelegado de Calcografía Nacional. También sus visitas al Prado. En ellas, además de admirar a Velázquez y a otros maestros, se detenía en Goya, muy presente en la inspiración posterior del malagueño. "Las huellas de Goya son rastreables en la obra de Picasso en muchas composiciones", indica Javier Blas.
A pesar de estos puntos de aproximación, señala el experto que "las tauromaquias de Picasso son muy distintas y muy distantes a las de Goya". "Sus postulados son distintos no solo por cuestiones estilísticas, estéticas, del lenguaje, que el de Goya es el del naturalismo renacentista, con grandes detalles de realismo, y el de Picasso es el lenguaje de la modernidad, con un efecto claramente pictórico, son pinceladas evanescentes que recuerdan a la caligrafía japonesa", puntualiza Javier Blas. Pero, sobre todo, apunta, se diferencian "por la intencionalidad, la voluntad de ambos, la narrativa, la iconografía, la manera de acercarse a los toros, ambos están en las antípodas de la interpretación, uno desde la crítica, el otro desde una óptica apologética y festiva".
Más allá del análisis artístico de las estampas, el subdelegado de Calcografía Nacional valora el hecho de que las planchas de Goya de todas sus series gráficas "son las obras cumbre del grabado universal de todos los tiempos, no hay ninguna cima en planchas y matrices de grabado que supere el conjunto de las planchas realizadas por Goya y el hecho de que pueda verse por vez primera en la historia fuera de la Calcografía y la Academia la totalidad de las planchas de la Tauromaquia en Málaga es un acontecimiento de excepcional relevancia".
Javier Blas explica que, aunque sean metales y puedan parecer sólidos y estables, "son de extraordinaria fragilidad, porque se oxidan con una rapidez increíble en el momento en que se modifican las condiciones de humedad óptima, menos de un 10%, algo imposible de mantener en una sala de exposiciones". Igualmente, puntualiza el experto, el público puede ver la primera edición de las estampas, que es la única junto a los Caprichos editada por Goya en vida.
En cuanto a las tauromaquias de Picasso responden, como indica Javier Blas, al encargo de Gustavo Gili, el editor más importante de estampas y de libros de bibliofilia de aquellos momentos. El proyecto lo inicia antes de la Guerra Civil y hace ocho aguafuertes y algunas pruebas, pero lo deja interrumpido. Al acabar la contienda, el hijo de Gili vuelve a realizarle la petición y Picasso la acomete. "Realiza la totalidad de los diseños en una sola tarde después de haber asistido a una corrida de toros", dice Blas.
En la presentación de la exposición han participado, además, el presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, José Manuel Domínguez y el académico adjunto del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y artista Hernán Cortés. El pintor destaca "el maravilloso montaje" de una muestra "excepcional" con la que se inaugura el acuerdo de colaboración entre la Academia y la Fundación Bancaria Unicaja.
El horario de visita será de lunes a sábados de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00.
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