"Hay que reivindicar a la OFM como un instrumento de primer orden a nivel andaluz"
José María Moreno Valiente | Director de orquesta
El músico, seleccionado como director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga para las dos próximas temporadas, apuesta por una programación "inteligente, innovadora y sugerente"
Málaga/Los pasados días 28 y 29 de marzo, la Orquesta Filarmónica de Málaga ofreció en el Teatro Cervantes, dentro de su temporada de abono, un concierto que incluía una obra muy especial: la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, compuesta por Ralph Vaughan Williams en 1919 para orquesta de cuerdas, que nunca antes se había interpretado antes en Málaga, requería una disposición especial por parte de los maestros. Una parte importante la sección de cuerdas de la OFM interpretó la pieza desde la zona de Paraíso, lo que constituyó una verdadera novedad para los abonados y para el público general. En aquella ocasión, la batuta estaba en manos del director mallorquín José María Moreno Valiente, quien actuaba en la tarima como director invitado después de haber visitado el foso algunos meses en la representación de La Traviata, con Ainhoa Arteta. Tal y como anunció la OFM este fin de semana, Moreno Valiente sustituirá a Manuel Hernández Silva como director de la orquesta a partir del curso siguiente, y lo hará por dos temporadas (2020/2021 y 2021/2022) con la responsabilidad de conducir a la formación ante determinados retos no precisamente pequeños.
Presume Moreno Valiente de raíces andaluzas (incluso de un abuelo natural de Alhaurín de la Torre) antes de manifestar su "ilusión y alegría" ante la perspectiva de su próxima llegada a Málaga, "una ciudad en plena expansión y auge, gracias en gran medida a su actividad cultural, que se ha puesto verdaderamente de moda en España". Apunta el director en conversación con Málaga Hoy que los proyectos operísticos y sinfónicos hasta ahora compartidos con la OFM han dejado en él "una profunda sensación de conexión, del establecimiento de una buena relación. Hay que reivindicar sin duda a la Filarmónica de Málaga como un instrumento de primer orden a nivel andaluz, con una calidad y capacidad incontestables". Y se muestra dispuesto al maestro a extraer el máximo rendimiento de este talento a través de una programación de la que no quiso dar muchas pistas pero que definió con tres adjetivos harto reveladores: "Mi intención es ofrecer una programación inteligente, innovadora y sugerente. Hay que aspirar a consolidar y mantener al público de siempre pero también a que la OFM resulte atractiva a nuevos públicos, incluso a quienes creen que no les gusta la música clásica. Esto es fundamental para la evolución y el desarrollo de cualquier orquesta".
Sin olvidar la cuestión cultural y artística, Moreno Valiente subraya el rendimiento social de la Filarmónica como otro objetivo a lograr: "Cualquier orquesta tiene una responsabilidad social no puede desentenderse de ella, ya sólo en la medida en que la música debe jugar un papel fundamental en la educación, la vida familiar y los valores ciudadanos. Pero me gustaría que, más aún, la OFM tuviera una rentabilidad social máxima hasta convertirse en una orquesta profundamente social. Es verdad que ya se hacen conciertos para escolares y familias, pero igualmente podemos ofrecer actuaciones para personas hospitalizadas, presas o en riesgo de exclusión social. Hay un abanico muy grande de posibilidades". De nuevo respecto a la programación, el director apuesta por la combinación de repertorios y la apuesta por jóvenes compositores, con especial incidencia entre el talento local "a través de encargos y otras herramientas que podamos poner en marcha". Igual atención quiere mostrar Moreno Valiente a jóvenes instrumentistas "así como al mundo coral, con el que siempre se pueden ofrecer experiencias muy interesantes".
Preguntado por el proyecto del Auditorio como condición indispensable para la evolución de la OFM. Moreno Valiente recuerda que "el Teatro Cervantes es un espacio maravilloso, pero no es el óptimo para una temporada de conciertos sinfónicos y representaciones líricas. Y esto es algo que saben bien todos, los músicos, los abonados, los aficionados y también las instituciones. Así que el objetivo del Auditorio es irrenunciable. Desde fuera, se observa como una anomalía el hecho de que Málaga se quedara fuera de la campaña de nuevos auditorios que cundió antes de la crisis, en los primeros años de este siglo, cuando se construyeron equipamientos de este tipo en ciudades como Málaga que ya habían formado sus orquestas profesionales pero también en localidades más pequeñas. Estoy convencido de que el Auditorio de Málaga va a ser una realidad pronto, porque es de sentido común. Y me hace especial ilusión pensar que el proyecto empezará a vislumbrarse durante mi etapa como director titular de la OFM".
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