El Kanka: "Pongo por delante que un verso sea sincero a que sea ingenioso"

A punto de empezar la gira, El Kanka habla de su retiro voluntario, de su forma de ver la música y de las ganas de volver a subirse a un escenario

El Kanka agota entradas de sus dos conciertos en el Teatro Cervantes de Málaga y suma dos fechas más

El Kanka en un concierto en 2021.
El Kanka en un concierto en 2021. / Efe
José Luis Picón (Efe)

08 de octubre 2022 - 10:28

A punto de dar por terminado el retiro voluntario que anunció hace casi diez meses, El Kanka tiene ahora "más ganas que nunca de hacer conciertos" y de volver a conectar con el público gracias a unas letras en las que pone "por delante que un verso sea sincero a que sea ingenioso".

"Cuando escribo no solo pretendo decir la verdad, pretendo que la canción sea bonita, llamativa, graciosa, hiriente o triste, pero le he encontrado mucho el atractivo a la sinceridad en las canciones. Hay algo ahí que trasciende y que es artístico en la verdad", afirma el cantautor malagueño en una entrevista con EFE.

Necesitaba descansar "para desaparecer de todos los sitios, dejar a la gente que descansara de uno, que es muy pesado, aprovechar para grabar el disco y organizar la gira con tiempo".

Y es que llevaba "muchos años con mucha tralla", con unos noventa conciertos anuales en 2017 y 2018 y un 2019 "más tranquilito, pero con un mes en Latinoamérica que fue una locura, con dieciséis conciertos en seis países en un mes".

"Cogí veinte aviones en ese mes, yo que odio con todo mi corazón subirme en un avión", recuerda El Kanka, que después, en la pandemia, canceló su gira, pero en cuanto pudo "se clavó 95 bolos".

"Lo del parón era una cosa ansiada, pero luego te confieso que ha sido decepcionante. Creía que iba a ser súper guay y que iba a tener un montón de tiempo libre, pero si te soy sincero, a los dos meses estaba ya con ganas de cantar otra vez y de hacer cosas".

Le ha venido bien el descanso porque se le habían "quitado un poco las ganas" y ahora siente que no solo las ha recuperado, sino que tiene "más ganas que nunca" de hacer conciertos, y también es "posible" que en este tiempo haya compuesto "un poco más".

"No tengo la sensación de haber cambiado la manera de componer, y mucho menos voluntariamente, pero supongo que algo sí se nota. Hago canciones muy personales y se notan las experiencias, igual que en la época covid".

"No sé si me pasó en la pandemia, pero es una cosa que nos ha cambiado, hemos adquirido una nueva perspectiva y fue algo muy loco que nadie se esperaba. Te da un grado de experiencias distintas que seguro que también se nota en las canciones indirectamente".

Durante este retiro temporal se le ha "pasado por la cabeza" la posibilidad de que el público le olvidara, pero ha comprobado que no ha sido así.

"No solo no siento que la gente se haya olvidado de mí, sino que, por lo que sea, la peña que me sigue ha estado ahí, y yo lo he sentido. He mirado las redes, no a diario, de vez en cuando, y mi sensación es que la gente me estaba esperando e incluso que se añadía gente nueva", explica.

"Eso ha sido una sorpresa. Esperaba no que bajaran los seguidores, aunque sí que se estancaran, pero incluso han subido un poco por el boca-oreja, que al final creo que es la piedra filosofal de mi carrera", bromea.

Lo que sí que no influyó en su decisión de parar fue la crisis de los 40, edad que alcanza este domingo, algo por lo que siente "entre ilusión y coraje". "No sé si tengo la crisis de los 40, pero sí crisis existenciales desde hace muchos años".

Cree que es posible alcanzar el éxito sin salir de un concurso televisivo y sin una gran discográfica detrás, porque "al final hay un público para todo, y ahora la comunicación con el público se está democratizando con las redes sociales y las plataformas digitales".

"La gente quiere escuchar música, y no es ni mejor ni peor la que hago yo que la de un 'triunfito', que los hay con mucho talento, pero la gente quiere escuchar también proyectos más personales, con canciones que salen un poco del corazón, que es lo que hago yo".

Otro de los secretos de su conexión con el público puede ser el lenguaje de la calle de El Kanka, que escribió una canción titulada Lo mal que estoy y lo poco que me quejo.

"Eso lo decía mi abuela. Me atrae mucho la poesía de la calle, y de eso en Andalucía sabemos mucho. Había un catedrático especialista en el habla andaluza que decía que era un lenguaje muy vivo, siempre con juegos de palabras, y que el 'no ni ná' era una triple negación que significaba la mayor de las afirmaciones, y una figura literaria de primer nivel que nosotros utilizábamos como el que barría".

Añade que "son figuras literarias que encierran sabiduría e ingenio, pero no es algo elitista, encriptado, sofisticado ni inaccesible, sino que está a pie de calle y todo el mundo lo puede entender", y por eso él "juega" con eso y puede que al público le haya "enganchado".

Una de sus nuevas canciones es Autorretrato, una descripción nada positiva de sí mismo en la que ha querido "hacer una caricatura del antihéroe, que siempre es divertido", y mostrar la parte de él "que nunca se ve", por lo que "es normal que salgan más defectos que virtudes".

"Me preguntan por qué me trato tan mal en la canción y te juro que no me había dado cuenta. No ha sido a propósito, lo que quería es ser sincero y hablar de la persona que hay detrás del artista. El público me ve en las redes o en el escenario, en los momentos que más molo, pero no me ve cuando me estoy tirando un pedo o cuando estoy deprimido".

Hay partes de esa canción caricaturescas, como la que habla de su "cara de pan", pero cuando confiesa su miedo a morir o se define como "el que nunca supo amar", esa letra encierra para él "verdades muy fuertes".

"He conseguido lo que quería, decir muchas cosas mías chungas que me duelen, e incluso cuando la canto me pongo tierno y siento lo que estoy diciendo".

Sobre las críticas de los puristas del flamenco a la fusión, El Kanka entiende "que haya gente que reivindique el flamenco puro y que se respeten los palos", pero también ve "de puta madre que otra gente diga que va a darle una vuelta, evolucionarlo, mezclarlo o incluso corromperlo", por lo que se deberían "respetar las dos cosas".

"El problema surge cuando se dice 'eso no se puede hacer'. Se pueden hacer ambas cosas, la vida es así. Hay cosas que evolucionan, y otras menos. No es que pretenda fusionar el flamenco con nada. Me gusta mucho el flamenco, he escuchado mucho e incorporo algunos elementos. Imagina lo lejos que estoy del tema del purismo. Me lo paso por los huevos, básicamente".

El Kanka ya tiene cerrado el repertorio de su gira, en la que ofrecerá conciertos "larguitos, pero sin aburrir a nadie tampoco", en los que mezclará, "más o menos mitad y mitad", sus nuevos temas y los antiguos que sabe que, si no los canta, "la gente se va a mosquear".

"He notado que había ganas, y yo también tengo ganas de comunicarme con la gente y de estar encima de un escenario. Es muy bonito, en este mundo a veces tan rutinario y tan aburrido, tener ganas".

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