Lagunillas estrena nuevo espacio cultural

Teatro, exposiciones, cursos... La Polivalente nace con la intención de ser "un punto de encuentro para artistas y vecinos del barrio", según cuentan sus dos fundadores

Varias personas toman algo por la tarde en el espacio cultural La Polivalente, emplazado en el barrio de Lagunillas.
Isabel Vargas Málaga

19 de septiembre 2016 - 05:00

Hace tiempo que el barrio malagueño de Lagunillas se mira con otros ojos. Sus paredes han dejado ser tan grease para convertirse en coloridos lienzos donde artistas como Doger, Dadi Dreucol o Lalone han dejado estampada su firma. A pocos metros de la plaza Esperanza y guiado por un olor a dulce procedente de alguna de sus panaderías, se erige un edificio de paredes amarillas -antes farmacia- donde se puede leer en el centro: "La Polivalente. Espacio cultural creativo". "Hace tiempo monté una asociación cultural -Espacio Anfibio-, muy conocida en los círculos underground de Málaga, y me quedé con ganas de desarrollar la idea en un sitio que estuviera más cerca del centro. Hace dos años, Daniel Vega y yo montamos El Cosmonauta, un estudio creativo donde elaborábamos muebles a medida, instrumentos de percusión o escenografías para compañías de teatro, que funcionó bastante bien", explica Matías Murillo, artista barcelonés afincado en la ciudad y ahora también fundador de la asociación cultural La Polivalente con sede propia en el número 53 de la calle Lagunillas.

"Queremos continuar la labor que inició el artista Miguel Ángel Chamorro con la asociación Fantasía, gracias a la cual motivó a los niños de familias desfavorecidas del barrio a que encontraran en el arte una vía de escape. Mucha gente viene a Lagunillas para ver los grafitis, pero no hay ningún punto de encuentro para artistas y vecinos del barrio. No hay ningún ateneo, abierto todos los días, que interconexione trabajos de creadores, ya sean del barrio, de Málaga o de fuera", señala Murillo mientras la entrevistadora observa como entran algunos peregrinos a preguntar por La Colectiva. Hacerse socio de la asociación es gratis -"una cuota mensual nos parecía un rollo", admiten-. Uno sólo tiene que ir a inscribirse en persona o a través de la página de Facebook. Luego, si se está interesado en cualquiera de los cursos para niños, adolescentes o adultos que ofertan -yoga, taichí, teatro, cerámica, pintura, baile flamenco, escritura creativa- se paga entre 30 y 50 euros al mes, con todos los materiales necesarios incluidos.

Algunos de los objetivos de la asociación son, entre otros, producir obras artísticas, ya sean plásticas, musicales o literarias; organizar exposiciones, sesiones y veladas musicales, montajes de teatro, recitales de poesía, perfomances; Impulsar el intercambio artístico; organizar talleres y conferencias, etc. Por eso mismo, el pasado viernes se inauguró la primera exposición Polivalente, una muestra colectiva multidisciplinar donde se puede ver los cuadros de Claudia Rouges, las acuarelas de Vicente Vega o las fotografías de José Antonio Bolo, entre otras propuestas artísticas. Además, pronto se abrirá un servicio de comidas, la mayoría frías, en palabras del que será su cocinero, Daniel Vega -otro de los fundadores junto a Rodrigo de la Calva, el encargado de la programación teatral-, quien ha trabajado en prestigiosos restaurantes como el del Hotel Ritz de Barcelona o en el Kursaal Martín Berasategui, en San Sebastián.

Al final de la conversación, Murillo reflexiona: "A Lagunillas no ha venido Obey, ni Banksy, pero aquí hay Banksys de mucha calidad y que además son de la tierra. Si sigues por esta calle y llegas a Vital Aza, verás un camaleón -una copia del que ROA hizo en el barrio del Soho- pintado con toda la sorna. La diferencia es que éste ha costado 50 euros, lo que vale la pintura, y el otro un dineral. Un soho es un barrio que surge de forma espontánea y donde los artistas viven porque es barato, pero el de Málaga ha nacido de forma artificial gracias a los estamentos municipales. Lagunillas sí que es un verdadero soho".

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