Visto y Oído
Emperatriz
Málaga/El mar de sillas rojas sobre fondo negro del interior del teatro del Soho Caixabank de Málaga abrazaba a las dos figuras que emergían bajo un lateral del escenario. Con un vaso de agua frío para sofocar el calor de finales de junio, dos generaciones musicales se miraban a los ojos con una sonrisa cómplice entre el director de la orquesta, Arturo Díez Boscovich, Arturo Díez Boscovich,y el malagueño y la promesa del piano de 16 años Marcos Castilla. Sin un teclado en el escenario ni una batuta en la mano, las tablas guardan silencio ante los dos músicos, que compartirán ese mismo espacio los próximos 15 y 16 de julio en el concierto para Piano Nº 21 en do mayor, K. 467, de Wolfgang Amadeus Mozart.
"Para mí es un honor poder tocar con la orquesta sinfónica Larios Pop del Soho bajo la dirección del maestro. Me impone mucho, porque le he estado viendo muchas veces en directo, pero no es lo mismo estar en el público que tener la oportunidad de poder compartir escenario con ellos. Va a ser una oportunidad para mí inolvidable", asegura el pianista sin apartar la mirada de Díez Boscovich. Sin destensar la sonrisa que dibujaban sus labios, Marcos Castilla dibujaba con sus palabras el instante en el que una llamada de teléfono le anunciaba lo que se convirtió en el mejor regalo de Navidad imaginable y que ahora es su presente: "Recuerdo que fue en Navidades. Desde ese mismo momento me puse a estudiar el concierto". El regalo fue por partida doble, como destacaba Díez Boscovich: "Un regalo y también una maldición que te echan, en su caso quiero decir, porque saben que tienen que estudiarse un concierto que no es nada fácil. Pero es una oportunidad enorme para él, el tocar con una orquesta, que no tienen todos los solistas. Además creo que una de las funciones del Soho es apoyar a la gente talentosa, y más aún de nuestra tierra. Esto es una gran oportunidad y una gran responsabilidad, porque mucha gente asocia a Mozart con música fácil y no es así para nada".
El paseo por los clarooscuros de la música de Mozart del que podrán disfrutar los asistentes al teatro se compone de tres movimientos: "El primer movimiento me fascina, me parece una pasada porque tiene mucha fuerza. Pero todos tienen algo, porque el segundo es de una belleza increíble...". Con la frase del director sin terminar, el brillo de los ojos de Marcos Castilla se adelantaba a sus palabras: "El segundo lo asocio a cuando nació mi hermana pequeña, porque lo poníamos mucho en el coche. Mi familia es muy musical", decía con la infancia reflejada aún en su rostro barbilampiño de estudiante de bachillerato. La niñez a la que volvía en su cabeza el joven pianista logró que Díez Boscovich retrocediera unos años también en su memoria: "Vengo de una familia muy musical también. Mi abuelo era el fundador del coro de la universidad y yo todos los viernes desde bastante pequeño iba a los ensayos. Además, estudié piano en el conservatorio", resaltaba el director de la orquesta.
Con el reloj de vuelta al presente y el examen del C1 de inglés recién realizado, comienza para Marcos Castilla el verano donde las oportunidades musicales le ocupan gran parte de su calendario hasta que llegue septiembre, cuando pasará a segundo de bachillerato en el colegio El Romeral de Málaga: "De momento tengo muchas ganas de vivir la experiencia del concierto y después de éste me iré a un curso de una semana en el Conservatorio Real de Escocia, por el que han pasado grandes figuras y personalidades", aclaraba el pianista acompañado de un atisbo de orgullo del director traspasando sus gafas de sol, que le incitaba a relatar más sobre otras aristas de su carrera musical: "También compones ¿verdad?", preguntaba sonrojando a Marcos Castilla, cuya concepción de música se abre más allá del sinónimo erróneo que llevan consigo las teclas blancas y negras del piano con las partituras y piezas más clásicas: "Escucho y disfruto prácticamente toda la música. Me gustan mucho los ritmos latinos, las bandas sonoras e incluso el reggaetón".
Con el deslumbrante futuro por delante vuelve a dirigir la mirada a Arturo Díez, al que también le esperan unos meses brillantes en su carrera, en el que no solo se encuentran sus funciones como director de la Orquesta Sinfónica Pop del Soho o el concierto de grandes oberturas del 21 y 22 de julio que rendirá homenaje al teatro musical : "Estreno una ópera que he escrito en octubre, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. No la dirijo yo, pero estoy justo trabajando en los arreglos ahora con mucha ilusión". Entre bromas y chascarrillos compartidos, ambos talentos musicales cargan su mochila con aprendizajes vitales: "Cuando dices que te vas a dedicar a la música siempre preguntan ¿y qué más vas a hacer? Para mí es mi plan A, es a lo que me quiero dedicar", subrayaba Marcos Castilla, a lo que Díez Boscovich añadía: "La música es inmensa, nunca se deja de aprender ni descubrir. Yo tengo 43 años y ahora me estoy enterando un poco de lo que va. Tengo muchos referentes, pero quizás uno destacable ahora mismo es John Williams". Asintiendo con la cabeza, el joven puntualizaba que para él "un claro referente es Arturo", logrando que naciera una sonrisa en el director. Con el concierto a las puertas y Mozart en el corazón solo queda esperar al estreno: "Lo voy a disfrutar como un niño", comentaba Marcos Castilla recibiendo una respuesta de Arturo Díez Boscovich que cerraba el momento con las risas de ambos resonando en el anfiteatro: "Sí, como el niño que eres".
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