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Muere el productor y guionista gaditano Juan Miguel Lamet

Fue promotor de emblemáticas películas de los sesenta como 'Nueve cartas a Berta'

Una escena de la película 'Nueve cartas a Berta'.
Redacción · Efe Cádiz · Madrid

23 de agosto 2014 - 05:00

El productor y guionista Juan Miguel Lamet (Cádiz, 1934), promotor de películas emblemáticas de los sesenta como Nueve cartas a Berta, de Basilio Martín Patino, o Del rosa al amarillo, de Manolo Summers, falleció el pasado miércoles a los 80 años de edad, según informó ayer la Academia de Cine.

En su extensa filmografía figuran también otras muchas películas como La niña de luto, La Tía Tula, No somos de piedra, Colorín colorado, Del amor y otras soledades o El arte de vivir, con su paisano Julio Diamante.

Lamet, que también fue director general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA) entre 1992 y 1994, fue uno de los fundadores de la productora Eco Film, que lanzó esos y otros títulos y fue vicepresidente de la Asociación Independiente de Productores Cinematográficos Españoles.

Su primera relación profesional con el medio cinematográfico se dio mediante colaboraciones periodísticas en las revistas Cine Ideal y Temas de Cine. También llegó a dirigir el cortometraje documental Los inútiles (1961) y trabajó para series de televisión con directores como José María Forqué y José Luis Garci.

Guionista de libretos como El love feroz, de José Luis García Sánchez, Crimen de doble filo, de José Luis Borau, y Del amor y otras soledades, de Martín Patino, Lamet compaginó ese oficio con la labor de profesor titular de Guión en la Escuela de Cine de Madrid. Manuel Gutiérrez Aragón y Pilar Miró fueron algunos de los alumnos a los que dio clases cuando era un joven profesor en la Escuela Oficial de Cinematografía, en la que enseñó a un buen número de futuros cineastas.

Una profesión, una carrera, una pasión, que empezó amar en Cádiz, de la que su familia partió en 1941, en su casa, y de la mano de sus padres, según narraba en una entrevista concedida a la periodista de Diario de Cádiz (Grupo Joly) Ana R. Tenorio en el año 1997. Contaba entonces que sus progenitores eran unos narradores maravillosos: "Entonces no había televisión, pero mi padre se iba al cine y al volver nos contaba la película con tal minuciosidad como sólo un gaditano sabe hacerlo. Y él era gaditano hasta las cachas. Así que la primera vez que vi Casablanca inmediatamente tuve la sensación de que esa película ya la había visto".

Este amor por el cine le llevó a dedicarse en cuerpo y alma a él cuando terminó su carrera de Derecho en Madrid, donde residió desde 1957.

También evocó en el transcurso de esta entrevista las películas que veía en la pantalla del cine Terraza al revés, desde el cierro de la casa de sus tíos.

Pero sus periódicas visitas a la ciudad gaditana se hicieron menos frecuentes tras la muerte de sus padres. Junto a su padre precisamente vivió una "preciosa película" en el año 1987, cuando viajó a Cádiz en el que sería su último viaje. "Yo sabía que se estaba despidiendo. Paseamos por toda la ciudad, mientras me iba contando, en un recorrido sentimental, la historia de su vida, una historia en gran parte desconocida para mí, mostrándome los lugares donde le habían ocurrido las cosas importantes, donde conoció a mi madre, los lugares que frecuentaba...". Relataba que fue una especie de segunda despedida de Cádiz, el inicio de una especie de ruptura con esa presencia constante de esta ciudad, aún en la distancia. Si bien reconocía a este medio que "los gaditanos nunca se desarraigan y en mi casa siempre se ha vivido Cádiz, en las alegrías, en las fiestas, en los recuerdos. Para mí Cádiz es mi familia y son mis padres, y más que eso no hay nada. Pero cuando ellos desaparecieron me volví más cosmopolita".

También habló de la problemática de la salida del cine español frente al norteamericano y de su experiencia al frente de las primeras promociones de la entonces nueva Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, y de su afán por familiarizarlos con el gran cine europeo, el de los años 50, Rossellini, Renoir, Truffaut, Goddart, "que es donde están las raíces nuestras", decía.

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