El Museo Thyssen Málaga muestra la explosión creativa de los nuevos realismos en la España de entreguerras

La exposición 'Real(ismos). Nuevas figuraciones en el artes español entre 1918 y 1936' está compuesta por 86 piezas de 52 artistas

Se podrá visitar hasta el 4 de septiembre

En primer término la obra 'Retrato de Rosa Chacel' de la exposición 'Real(ismos)' en el Museo Carmen Thyssen Málaga. / Marilú Báez

Málaga/Desde los paisajes de Altea de Benjamín Palencia, pasando por Los jugadores de billar de Josep de Togores, la colorida La mujer de la cabra, de Maruja Mallo y el Retrato de Anna María de un joven Dalí, hasta el bodegón de Alfonso Ponce de León, la sala de exposiciones temporales del Museo Carmen Thyssen Málaga se convierte en una gigantesca ventana abierta a la explosión creativa de la España de entreguerras.

La muestra Real(ismos). Nuevas figuraciones en el artes español entre 1918 y 1936 reúne hasta el 4 de septiembre 86 piezas, en su mayoría pintura, pero también se pueden ver esculturas, grabados, fotografías y dibujos, realizadas por 52 artistas. Las obras han sido prestadas por cincuenta instituciones culturales o colecciones privadas y supone una exposición inédita en cuanto a la profundidad y amplitud de su recorrido por este periodo artístico español.

"La muestra continúa una línea de trabajo que el Museo Carmen Thyssen Málaga lleva en su ADN desde sus comienzos, entroncar nuevas propuestas con nuestra colección permanente para investigar y profundizar en el arte español de distintas etapas", comenta Lourdes Moreno, directora artística de la pinacoteca.

"Es una exposición muy especial también por este tiempo en el que estamos y la dificultad que se suponía de hacer muestras de este tipo, con ese entramado tan potente de diferentes instituciones y prestadores, igualmente por la importancia en cuanto su aportación a la historiografía del arte español", agrega Moreno.

Bodegones de Benjamín Palencia, Salvador Dalí y Ponce de Léon. / Marilú Báez

Otra de las novedades de la muestra es que es la primera vez que el equipo del museo comisaría una exposición. En este caso la responsabilidad ha recaído en Bárbara García y Alberto Gil. "Con esta exposición hemos querido recorrer de una manera muy amplia los orígenes de la vanguardia en España, que se desarrolla en términos de figuración realista", explica Bárbara García.

Desgrana la comisaria que "España se introduce en la vanguardia en los años 20, coincidiendo con el periodo de entreguerras, en el que el frenesí vanguardista y el impacto de la primera Guerra Mundial hacen que el arte se plantee una especie de retorno, de regreso a un periodo de tranquilidad, de orden, de estabilidad y búsqueda de asideros como puede ser un arte de formas reconocibles, realistas".

'Jugadores de billar' de Togores, en primer término. / Marilú Báez

Pero no se trata de un realismo tradicional, como subraya García. "Es hijo de las vanguardias y por él han pasado muchas influencias de las primeras décadas de ruptura del siglo XX", apunta y destaca lo polifacético y variado de las propuestas. "Hay casi tantos realismos como artistas, es una tendencia general pero cada artista va a practicar su propia apuesta por la figuración a partir de fuentes muy diversas".

Otro de los puntos fuertes que destacan los comisarios es que, aunque se trata de un momento muy importante para el arte español, a penas ha sido atendido. "Ahonda de una forma mucho más intensa y amplia de lo que se ha hecho hasta ahora, a través de muchos más temas y artistas, en este periodo que es fundacional para la vanguardia española pero que va a quedar interrumpido por la Guerra Civil", indica Bárbara García.

La escultura 'Gitanilla' de Joan Rebull con 'Retrato de mi padre' de Ramón Gaya al fondo. / Marilú Báez

Alberto Gil detalla que en esta renovación "participan tanto artistas que proceden de París, que han formado parte de las vanguardias como pueden ser Vázquez Díaz o Picasso, que son el referente y la guía de nuevos artistas, como aquellos que se forman directamente en estos nuevos realismos, como Miró o Dalí, el mosaico es muy rico".

La exposición se articula en torno a tres secciones, espacios o paisajes, los sujetos (retratos y desnudos) y los objetos o naturalezas muertas. "Lo que van a ver aquí no tiene nada que ver con un realismo tradicional y requiere dejarse llevar a esa realidad extraña que representan, donde los paisajes no tienen aire, las figuras están congeladas, los objetos tienen un aspecto excesivamente táctil, todo tiene esa apariencia de extrañeza porque son el resultado de esa vanguardia que ha transformado por completo el arte", añade la comisaria.

'Madre tierra', de Horacio Ferrer junto a 'Aperos de labrana' de José María Ucelay. / Marilú Báez

Gil destaca que "el criterio de selección de las obras ha sido su calidad, no nos hemos fijado tanto en los nombres que debían de estar, sino en lo que nos parecía que funcionaba, las afinidades selectivas, que compartían rasgos". Y García indica que "Hemos querido crear una atmósfera, un ambiente, hacer ver que había una idea común de renovar el arte español y hacerlo de esta manera, aunque luego cada pieza sea distinta".

El trabajo de investigación les ha llevado a acabar "con un prejuicio que se tiene del arte español de los años 20 y 30 de que no era un arte avanzado cuando en realidad este arte puede sostener la mirada con lo que está sucediendo en el resto de Europa, se ven soluciones o técnicas que están presentes en el arte europeo más avanzado y están sucediendo aquí", incide Gil. "Intentamos reivindicar esa calidad, esa modernidad, esa variedad de un arte que merece ser considerado", agrega el comisario.

'Paisaje' de José Frau junto a las fotografías de Antoni Arissa. / Marilú Báez

Frente a los nombres más conocidos como Dalí, Miró, Picasso o Maruja Mallo también hay una gran nómina de autores de toda la geografía española. Josep de Togores, uno de los pintores más relevantes de esta etapa, Roberto Fernández Balbuena, Jorge Oramas, un pintor canario que se ha visto muy poco en la península, Ponce de León, artista con una trayectoria fundamental para los nuevos realismos, Pablo Gargallo, Joaquim Sunyer, Julio González y Ramón Gaya son algunos de los artistas representados en la muestra.

La Guerra Civil acabó con este movimiento de una manera dramática y todos estos artistas tuvieron que exiliarse o quedarse en España y adaptarse a un nuevo mercado mucho menos avanzado. "Desde 1918 a 1936 fue un paréntesis muy breve pero muy rico que merece una exposición de este calado", dice Gil. La muestra, con una cronología posterior a la colección permanente del museo, permite ver cómo continúan los caminos de la historia del arte en España.

'La mujer de la cabra' de Maruja Mallo y 'El toril' de Jorge Oramas. / Marilú Báez

"Llevamos trabajando años en el proyecto y ve la luz en un momento complicado pero que sirve para reafirmar la posición del museo y su apuesta por reivindicar este tipo de iniciativas y llevarlas a cabo", concluye Lourdes Moreno y afirma que había préstamos solicitados antes del confinamiento, era una muestra que teníamos ya pensada".

Este lunes se han presentado la exposición con la presencia de la directora general del área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Susana Martín, Patricia Maldonado, la delegada de la Fundación "la Caixa" en Andalucía, Patricia Maldonado y el patrono de la Fundación Palacio de Villalón y conservador general de la Colección Carmen Thyssen, Guillermo Cervera. Soho Boutique Hotels ha sido entidad colaboradora en esta muestra.

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