El Museo Thyssen abre su abanico con la muestra 'La tradición moderna'
La primera exposición temporal se abre hoy al público con obras de Picasso, Gris, Matisse, Monet, Sorolla, Saura, Braque, Tàpies, Miró y otros maestros incontestables.
De verdadero acontecimiento se puede considerar la puesta de largo de la primera exposición temporal del Museo Carmen Thyssen-Bornemisza de Málaga, La tradición moderna en la Colección Carmen Thyssen, que abre hoy sus puertas en el restaurado Palacio de Villalón, donde podrá verse hasta el 16 de octubre. Un total de 60 obras recorren el panorama artístico español y europeo de entre finales del siglo XIX y finales del XX, con una nómina de artistas realmente abrumadora: Picasso, Gris, Matisse, Monet, Braque, Sorolla, Saura, Tàpies, Miró, Torres-García, Rusiñol i Prats,
Delaunay, Moreno Villa, Morandi, Palencia, Music, Ràfols-Casamada y Vasarely entre muchos otros, representados a menudo con piezas reveladoras de registros distintos a los que contribuyeron a su canonización, son los platos fuertes de una experiencia artística decisiva que constituye un inolvidable hito en la historia expositiva de la ciudad.
El comisario de la propuesta y director artístico del Museo Thyssen de Madrid, Guillermo Solana, explicó ayer en la presentación a los medios que esta muestra temporal "ofrece más riqueza y más amplitud" a la colección permanente del museo malagueño, consagrada a la pintura andaluza y española del siglo XIX, "ya que permite entender mejor el arte español de aquella época, en la que las influencias del arte europeo resultaron decisivas".
El mismo Solana dio cuenta de los orígenes de las obras expuestas: todas ellas pertenecen a la colección de Carmen Thyssen, si bien un tercio proceden del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, un total de 14 piezas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y el resto constituyen "una parte secreta" de la colección de la baronesa, ya que "no se han expuesto nunca y la gente ni se imaginaba que las pudiera tener".
Entre este segmento inédito, Solana destacó especialmente dos grandes lienzos de Antonio Saura "muy agresivos, ásperos y violentos, de su mejor momento"; la escultura Esclavo agonizante (según Miguel Ángel), de Yves Klein, que la baronesa tenía en su residencia; una selección de cuadros de Francisco Bores; y la obra Feny, de Víctor Vasarely, con la que se cierra el recorrido expositivo. Solana insistió en que la muestra malagueña se ha logrado a costa de "saquear" algunos de estos fondos, y señaló sobre todo el Museo Thyssen de Madrid, "donde hemos descolgado algunas obras fundamentales de la colección para traerlas aquí". De hecho, tras emplear en más de una ocasión el término sacrificio, ironizó: "Algunas salas se han quedado sin su principal referente, así que tendremos que sustituirlas por cartelas. La verdad es que no he querido ni verlas para no llevarme un disgusto. Afortunadamente, la satisfacción al verlas aquí en Málaga es mayor". Solana tuvo además palabras de elogio para Carmen Thyssen al subrayar que la exposición revela "una evolución radicalmente moderna de las últimas décadas como coleccionista de la baronesa", que "es capaz de reunir pintura muy clásica y de internarse hasta lo más contemporáneo".
Por su parte, la baronesa Carmen Thyssen, que hasta el domingo participó en la instalación de la exposición, se limitó a mostrar su satisfacción por la muestra y tuvo un generoso detalle con la directora del museo, Lourdes Moreno, a la que calificó de "excelente" y con la que, aseguró, "me llevo muy bien". Ahora toca a malagueños y visitantes disfrutarlo.
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