Nace la Asociación de Jazz de Málaga como punto de encuentro y formación

El nacimiento de un colectivo suele responder a una demanda de la sociedad, a un afán reivindicativo o a una "necesidad vital". Este último supuesto es el que ha movido a Ernesto Aurignac, José Carra y Pablo García a crear la Asociación de Jazz de Málaga. La pretensión última es la de servir de punto de encuentro para músicos amantes del jazz y a su vez funcionar como plataforma de formación. No les mueve la revalorización del género "puesto que la música, sea jazz o sea otro género, si se hace con calidad, cae por su propio peso", afirman sus fundadores.

La asociación cuenta ya con 60 solicitudes y está abierta a cualquier amante del sonido que predican, ya sea "como alumno activo de la escuela o como socio", afirman. Da lo mismo que el interesado posea bastante experiencia en el jazz, "o casi ninguna", su procedencia o su edad. "Tenemos socios desde 14 años hasta más de 50 años, y de diferentes nacionalidades", aseguran. El cordón umbilical será "un compromiso y un entusiasmo real y pleno hacia el jazz", subrayan desde la asociación.

Una de las primeras iniciativas a llevar a cabo es una escuela-taller de músicos en la cual, además de impartir clases de armonía, se formarán grupos de diferente nivel y se irá gestando una big band. "Ese es el germen del proyecto, el poder dar una formación a gente que, por diferentes motivos no pueda irse fuera de Málaga a estudiar jazz, ya que no hay oferta de ese tipo y a ese nivel en Málaga, o casi en Andalucía", lamentan los músicos.

Conforme la asociación vaya evolucionando irá incorporando otras actividades como jam sessions semanales, conciertos, master class de profesores invitados . "Gracias a los contactos que hemos logrado en muchos años de experiencia en el mundo de la música podemos ofrecer a los alumnos la oportunidad de escuchar a los artistas internacionales de jazz que vengan a actuar en festivales o que estén de paso por cualquier circunstancia", matizan .

La asociación -que cuenta además con la colaboración de músicos como Arturo Serra o Enrique Oliver- apuesta sin ambages por una calidad en la enseñanza del jazz "que permita a los músicos de la ciudad desarrollar al máximo su potencial y hacerlo dentro de la provincia", añaden. En Málaga -recuerdan Aurignac y Carra- ha habido una generación de músicos de jazz que ha sobresalido en el resto del país, pero que se ha visto obligada a marcharse a estudiar y a tocar fuera, "a lugares como Barcelona, Madrid o Estados unidos", detallan los músicos.

Con idea de evitar ese éxodo de artistas, el colectivo que ahora ve la luz brindará un espacio donde aprender la disciplina jazzística (en los conservatorios aún no está implantada) y tocar con más músicos. "El jazz es una música que hay que tocar en grupo, y si no conoces a nadie es muy difícil", recalcan. La idea de mejorar la oferta musical de calidad en la ciudad redundará a su vez " en una mayor demanda por parte de los locales del género", argumentan.

Las clases darán comienzo próximamente en la Escuela Municipal de Música de Alhaurín de la Torre, ya que su director está directamente involucrado en la asociación. Será una sede provisional a falta de la definitiva en Málaga capital, para lo que el colectivo ya ha mantenido conversaciones con la Diputación provincial .

La asociación comienza su andadura con un potente motor de arranque. "Lo único que nos mueve es el amor desmedido y la pasión enfermiza que tenemos hacia el jazz", confiesan sus mentores.