Neandertales al filo del olvido

El yacimiento de La Araña, uno de los más importantes de Europa para el estudio de la evolución humana, sigue paralizado a la espera de que la Junta de Andalucía emita una licencia de investigación

El arqueólogo Julián Ramos, ayer, junto a uno de los yacimientos de La Araña.
Pablo Bujalance / Málaga

08 de julio 2010 - 05:00

Este mismo año, un importante estudio científico basado en análisis de ADN ha comprobado definitivamente lo que ciertos paleobiólogos venían anunciando desde hacía tiempo: hace entre 30.000 y 35.000 años se produjo un cruce biológico entre las dos especies humanas presentes entonces en Europa: la Neandertal, que desaparecería poco después, y la incipiente Homo Sapiens o Cromañón, que se impondría como única representante en toda su hegemonía. "Nosotros teníamos evidencias de eso en La Araña desde 1980. No eran evidencias biológicas, claro, nunca hemos podido disponer de la tecnología necesaria. Pero sí evidencias culturales. La transición de una especie a otra se produjo en el litoral malagueño con una asimilación tal que la mezcla de códigos genéticos estaba cantada", afirmó ayer el arqueólogo Julián Ramos, responsable de los yacimientos de La Araña. Lo que se ha descubierto allí en los últimos treinta años puede arrojar una luz única a lo anunciado, ya que la costa mediterránea sirvió de refugio a los últimos neandertales, cuando el encuentro procreacional entre ambas especies ya había sido consumado. Sin embargo, tal y como apunta el propio Ramos con inevitable melancolía, el proyecto lleva parado demasiado tiempo y acumula demasiados retrasos. Nos referimos, que conste, a un tesoro patrimonial de difícil parangón en el planeta.

El impedimento principal para la continuidad del yacimiento es la emisión por parte de la Junta de Andalucía de la licencia que permitiría recuperar la investigación mediante las excavaciones en el trabajo de campo. El equipo de Ramos lleva dos años esperando este permiso, durante los cuales se ha dedicado a analizar las piezas extraídas en anteriores campañas, con conclusiones muy importantes "referentes a una antigüedad de hace entre 25.000 y 35.000 años, es decir, cuando se produjo la transición del Neandertal al Cromañón". Sin embargo, desde que comenzaran las primeras intervenciones en la zona en 1917 se han hallado registros fósiles de hasta 300.000 años de antigüedad, lo que permite aventurar que, en la medida en que avancen las excavaciones, saldrán a la luz descubrimientos relevantes. "Estamos seguros de que en cualquier momento encontraremos enterramientos, y ahí sí que podemos echar un cable muy importante a la comunidad científica internacional; pero para ello tenemos que seguir excavando", explicó ayer Ramos, quien recordó que sólo en los estratos correspondientes a la transición del Neandertal al Homo Sapiens se llegaron a encontrar 4.000 piezas carbonizadas (especialmente restos óseos, herramientas y adornos empleados tanto por neandertales como por cromañones) por metro cúbico, una proporción asombrosa "que nos ofrece abundante información mientras en otros yacimientos de Europa hay que sudar sangre para encontrar un solo elemento".

Otro elemento decisivo es el de la escuela taller encargada del mantenimiento de los yacimientos, que en el último año no ha funcionado. Ramos confía en que el Servicio Andaluz de Empleo emita una respuesta positiva para recuperarlo en el próximo curso, pero mientras tanto las áreas más importantes ya se han llenado de matojos, se han producido nuevos robos y buena parte de las especies florales autóctonas que fueron introducidas en la zona para recrear el ambiente del litoral malagueño hace 35.000 años han sido pisoteadas por montañeros incautos o vándalos que han destrozado los accesos con la clara intención de hacer daño. Lo cierto es que desde que se iniciaran las excavaciones han sido retirados de las antiguas mansiones neandertales de La Araña nada menos que trescientos camiones de escombros, pero si no se recupera la escuela taller ni se asegura una vigilancia los yacimientos corren el serio riesgo de volver a convertirse en vertederos. Según Ramos, "el problema es que la Junta ha supeditado la escuela taller y el permiso de investigación al desarrollo del parque que quiere construir aquí para promocionar la zona. El proyecto del parque está ya estudiado, pero no hay una sola inversión acordada". Además, la construcción del centro de interpretación, incluido en el mismo proyecto, ha sido desestimada por la Gerencia de Urbanismo de su emplazamiento previsto ya que éste se encuentra a sólo 33 metros de la autovía, cuando debe estar a más de 50. "Al menos, esperamos que mientras lo solucionan se arreglen los accesos para que podamos organizar visitas escolares", apuntó Ramos.

El convenio por 45.000 euros firmado hace tres años por el Ayuntamiento, la Fundación Málaga y la sociedad Financiera y Minera, propietaria del suelo, ha dado hasta ahora como único resultado la próxima edición de un libro en el que se recogen los hallazgos arqueológicos localizados en La Araña desde 1917. Pero hace falta más. La memoria es demasiado frágil.

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