Ases malagueños en las quinielas para los Goya

Premios Goya en Málaga

La candidatura de Antonio Banderas en la categoría de mejor actor por su trabajo en 'Dolor y gloria' de Pedro Almodóvar se da por sentada

Antonio Banderas, en 'Dolor y gloria', de Pedro Almodóvar.
Antonio Banderas, en 'Dolor y gloria', de Pedro Almodóvar. / M. H.

Málaga/La designación de Pepa Flores como merecedora del Goya de Honor, distinción que la actriz y cantante recogerá (en el caso de que finalmente acuda, posibilidad en torno a la que en los últimos días se han venido pronunciando diversas discrepancias) el próximo 25 de enero en la gala que acogerá el Palacio de los Deportes Martín Carpena, se corresponde plenamente con la intención de la Academia del Cine Español (anunciada por su propio presidente, Mariano Barroso) de brindar una velada “repleta” de guiños a la ciudad y su tradición cinematográfica. Habrá que ver todavía cómo se concreta este despliegue malaguita, pero en lo referente al futuro reparto de premios, y a falta de que se confirme las candidaturas, las probabilidades de que el palmarés esté igualmente lleno de guiños a Málaga no son pocas. La cosecha del cine español metida en liza permite al menos aventurarlo en estos términos.

Antonio de la Torre y Belén Cuesta, en 'La trinchera infinita'.
Antonio de la Torre y Belén Cuesta, en 'La trinchera infinita'. / M. H.

Entre los académicos, críticos y profesionales del sector se da por sentada la candidatura de Antonio Banderas al Goya al mejor actor por su trabajo en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar. El galardón obtenido en el Festival de Cannes, los cantos de sirena de cara a los Oscars desde la prensa especializada en EEUU y la unanimidad de la crítica sentencian, además, que los competidores lo tendrán bien complicado. De imponerse su nominación, Banderas, que ya tiene en su haber el Goya de Honor, ganaría por primera vez este premio en su categoría y además lo recogería en su ciudad, lo que garantizaría una conexión sentimental altamente memorable. También en el apartado interpretativo pueden esperarse alegrías por malagueñas de la mano de La trinchera infinita, la película de Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga que triunfó en el pasado Festival de San Sebastián y que protagonizan Antonio de la Torre y la actriz sevillana formada en Málaga Belén Cuesta. No obstante, algunos académicos consultados por Málaga Hoy coinciden al apuntar que serán Dolor y gloria y Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, las películas que se repartan un mayor número de candidaturas y premios. Si bien es cierto que Mientras dure la guerra, al contrario que La trinchera infinita, salió del Festival de San Sebastián sin premios, cierta ley no escrita advierte de que el éxito en el certamen donostiarra no garantiza, ni mucho menos, la reválida en los Goya (la tendencia suele ser incluso la contraria). Y lo cierto es que Alejandro Amenábar es un director muy del gusto de la Academia de Cine, si bien Handia, que dirigieron Jon Garaño y Aitor Arregi en 2017, se llevó nada menos que diez Goyas. Otra película con opciones más discretas pero que podría dar que hablar con vistas a la gala y que también tiene una notable conexión malagueña es Los días que vendrán, de Carlos Marques-Marcet, que ganó la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga y que, igualmente, ha recibido la bendición del público y la crítica.

El número de académicos ha crecido en los últimos años de 1.200 a 1.600, lo que previsiblemente influirá en un cambio de tendencia respecto al voto

Un dato importante a tener en cuenta es que, en los dos últimos años, el número de académicos (y por tanto de votantes para los Goya) ha pasado de 1.200 a 1.600, lo que obedece, por una parte, al empeño de la recordada presidenta de la institución, Yvonne Blake (fallecida en julio del año pasado), en ampliar la nómina de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y, especialmente, en recuperar para la institución a no pocos cineastas que habían desertado; y, por otra, al crecimiento de la propia industria del cine español con la correspondiente incorporación de profesionales. Semejante aluvión de nuevos académicos (una de las últimas en ingresar ha sido, por cierto, la compositora malagueña Paloma Peñarrubia) significa que las decisiones a la hora de postular películas son muchas más y que, por tanto, las tendencias tradicionalmente observadas pueden darse por extintas en la próxima gala de los Goya o, al menos, considerarse en sentidos muy distintos. Habrá que ver en qué medida beneficia todo esto al cine con sello malagueño. Lo que sí está asegurado es que será una gran fiesta.

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